Se llama Layla Nayeli Sainz Fernández, tiene 14 años y estudia en el Normal 4, en Rivadavia al 4900. No se sabe nada de ella desde la mañana del martes 4, cuando salió de su casa en la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, para la escuela y nunca llegó. Ya había desaparecido antes: en octubre del año pasado estuvo secuestrada diez días.
Hace dos semanas Layla reconoció a sus captores a través de una cámara Gesell.“Salió de casa pero nunca llegó a la escuela. Una preceptora nos dijo que la vio al mediodía en una plaza del barrio. En la fiscalía nos dicen que esperemos y que llamemos más tarde. Mientras tanto los abusadores andan libres”, dijo Sergio Sainz, padre de la chica.
“Estoy yendo casa por casa. Ya hay otras 15 chicas que reconocieron a los mismos abusadores y nadie hace nada. Pasa en nuestras narices y todos callan porque se dejan llevar por amenazas e intimidaciones”, denunció Sainz.
A partir de su caso, la Procuraduría de Trata y Explotación Sexual unificó varias causas similares e investiga una posible red de trata que opera en el Bajo Flores y capta a las jóvenes a través de un primer contacto por las redes sociales.
La última vez que fue vista Layla tenía un buzo de colores. Ante cualquier dato o información, comunicarse al 152-161-0014 (Sergio Sainz).
Por otro lado, el comunicado que los docentes del Normal 4 hicieron circular dice:
“La situación es sumamente alarmante, Layla estuvo desaparecida durante 10 días en octubre de 2015. Apareció luego de una intensa movilización. Su causa se sumó a las de otras jóvenes del Bajo Flores por trata de personas. La gravedad radica en su vulnerabilidad y falta de protección como testigo. Su padre afirma que hace poco tiempo Layla reconoció a uno de sus captores y a raíz de esta situación comenzó a sufrir hostigamiento y a ser amedrentada. Hoy su familia, amigos y docentes la buscamos con desesperación. ¡NI UNA MENOS! ¡Desmantelamiento de las redes de trata! ¡El Estado es responsable!”