“No voy a dejar mis convicciones en la puerta de Bolívar I”

“No voy a dejar mis convicciones en la puerta de Bolívar I”

En exclusiva para Noticias Urbanas, y días después de haber afirmado que no piensa “tatuarse a Macri en la frente” para que entiendan “que es del PRO”, Píter Robledo habló de todo.


Inquieto, amable, sencillo y muy bien predispuesto, así es Pedro “Píter” Robledo. Un jóven que, con tan sólo 22 años, supo hacerse de la confianza del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri. Y del respeto de la mismísima Cristina Kirchner, con quien mantiene una relación que cualquier militante K le envidiaría.

Hace algunos días, “Pit”, como lo llaman sus íntimos, afirmó que no tenía en mente “tatuarse a Macri en la frente” para que entiendan “que es del PRO”. Una frase polémica que causó gran revuelo dentro de las filas macristas. Como la mayoría de sus acciones.

¿Pensás que tu cercanía a Macri y el rol preponderante que se te otorga puede llegar a jugarte en contra?¿No quedás demasiado expuesto a ser víctima de cualquier tipo de operación? “Esto lo voy a contestar como un nene de 22 años: cuando me han llegado a operar, me he largado a llorar solo en mi casa. Yo, por algo, no me fui de la casa de mis viejos. Y explica mucho cómo me siento”, suelta inocentemente. Aunque asegura tener en claro su objetivo: “Trabajar para que Mauricio sea Presidente”.

Muchos lo cuestionan  por sentarse en una mesa de diálogo político juvenil junto a “La Cámpora” y la UCR. Él desafía: “Por el único motivo que me puedo llegar a ir de este partido, es cuando Mauricio me abra y de un portazo. Que me pongan trampas de ratonera, palos, explosivos en mi oficina (…) mientras Mauricio confíe en mí, y me siga respondiendo, y me siga guiando, como padrino político mío que es, yo voy a seguir trabajando no solamente por el PRO sino por él. Porque como me gusta decir a mi, yo no soy del PRO, yo soy macrista”.

“Sé que tuve un crecimiento muy rápido. Y sé que era un crecimiento que muchos pensaron que se iba a desinflar, y que no tenía nada para presentar”, confiesa a modo de reflexión, pero lejos de algún tipo de rencor.

Robledo es un convencido de que su lugar está en el PRO, más allá de cualquier tipo de interna o frustración. Ya que, según él, “es un desafío mucho más grande, para quienes somos jóvenes dentro del partido, marcar nuestra posición” que militar en un espacio creado para que sus militantes “solamente militen”.

Si bien tiene la mira puesta en su San Isidro natal, desde donde piensa pelear por una diputación provincial, no es ajeno la interna que se vive en el principal bastión PRO: la Ciudad.

“Yo tengo un solo objetivo, como militante político, como funcionario del gobierno de la Ciudad, que es que Mauricio sea Presidente. Atrás de eso, lo que sea”, avisa, pero aclara: “Obviamente tengo más afinidad por unos que otros candidatos, me parece que los candidatos que hay en el partido son excelentes. Si podemos llegar a hablar de la Ciudad, tanto Horacio como Gabriela, me parece que son lo mejor que tenemos en nuestro partido”. ¿Y Ritondo? “Ritondo deberá ir, también, hacia las PASO. Ahora, me parece que hay una herencia casi natural que va a ser dirimida entere Horacio y Gabriela”, sentencia el macrista de Mauricio.

Para “Pit”, la unidad que hoy se vive en el macrismo es un síntoma de madurez política. Y ensaya una suerte autocrítica: “Uno podía ver, al principio del gobierno, una total desconexión entre lo que pasaba. Un ministro decía una cosa, otro ministro decía otra. A veces, parecía que no éramos un gobierno unido -en los primeros dos años, que fueron los más complicados-. Creo, porque fue un gobierno que se acostumbró a la gestión pública. Pero que hoy se lo ve sólido. Y eso se lo puede ver en como entendemos las situaciones de emergencia”.

A lo que añade: “Nosotros vemos la política como un equipo de trabajo, donde cada uno es responsable, y donde el jefe de Gobierno es el máximo responsable, pero en el que cada ministro debe responder por su trabajo.”

¿No es una visión empresarial de la política? “Yo creo que se nos crió, y se nos acostumbró, a los pibes de la década de los 2000, yo soy del 91, a que todo lo que sea privado y empresarial es malo y viene a atacar los intereses de la patria. Me parece que no es así, yo no lo considero de esa manera. Me parece que el privado y el Estado tienen que trabajar mano a mano. Me parece que es la mejor fórmula para crecer, y respecto a como se entiende la política, no creo que sea entender la política con una visión empresarial, sino entender la política de una manera organizada. Y si la organización significa el empresariado, la verdad, que me llamen empresariado”, dice desafiante.

De todos modos, esta visión sobre el rol que debe ejercer el poder a la hora de administrar el Estado, no le impide trabajar mancomunadamente con nadie.

Amigo confeso de Andrés “Cuervo” Larroque, Robledo se encuentra desarrollando estrategias de trabajo territorial junto a “La Cámpora” y la Unión Cívica Radical, para colaborar en la lucha de diversos flagelos de la vida cotidiana, como pueden ser las adicciones en los jóvenes y su relación con el narcotráfico. Aquí, el rol de Juan Carr y el padre Molina, titular del Sedronar, es fundamental. Ya que serán árbitros y garantes entres las organizaciones.

La iniciativa cuenta con la bendición de Franco Macri, quien se comunicó con él para felicitarlo por la iniciativa.

“La mesa surge por las conversaciones entre ‘el Cuervo’, Santoro y yo, que teníamos una relación más allá de nuestros roles en la política. La veníamos pensando desde hace bastante, desde noviembre. Y tomó más fuerza en enero”, relata.

“En enero, yo estaba en EEUU, y veía desde afuera la agresión discursiva por parte de todos los sectores. Si vos abrís los cinco diarios de la República Argentina, el nivel de agresión discursiva, unos contra otros, sentí que iba a estallar. Y dije ´o me pongo a laburar para que esto se termine, o me voy a otro lado´. Porque realmente, yo tengo amigos en la política: Facundo Moyano es mi amigo, Laura Alonso, el Cuervo Larroque, y son todos de distintos sectores, pero somos todos tipos que vamos a laburar en conjunto. Y la única forma de poder conducir un país a la gloria, es con política pública a largo plazo”, sentencia con enojo, pero también con amplitud. Algo llamativo para alguien de tan corta de edad.

¿Cómo definiría al ‘Cuervo Larroque’? “Tenemos visiones diferentes sobre lo que debe ser el rol del Estado. El Cuervo apoya a Maduro, y para mí es un dictador. El Cuervo entiende que el Estado tiene que hacerse cargo del Futbol Para Todos, para mí no. Para mí el futbol tiene que llegar a todos, ahora cuál es la pérdida que va a tener el estado –se pregunta-. El Cuervo piensa que la juventud tiene que bancar al ejecutivo, y yo pienso que la juventud tiene que cuestionar a su propio ejecutivo. Tenemos diferencias, pero celebramos esas diferencias. ¿Qué mejor que estar tomando un mate con el Cuervo, defendiéndolo a Maduro, y yo proponiéndole a Capriles?”, comenta.

Sin embargo, Robledo aclara que a pesar de sus buenas relaciones extrapartidarias su lugar está junto a Macri: “No es una cuestión de conveniencia política, tengo la gracia y la oportunidad de tener 22 años, y si a los 22 tengo que dejar mis convicciones y valores, es como dice la gente, es todo lo mismo. Néstor dijo que no iba a dejar sus convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno. Yo digo lo mismo, no voy a dejar mis convicciones en la puerta de Bolívar I”.

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