Valdés y Brandariz: “Representamos a los jóvenes y mujeres de Unidad Porteña”

Valdés y Brandariz: “Representamos a los jóvenes y mujeres de Unidad Porteña”

En un reportaje con Noticias Urbanas, los candidatos a legisladores de Unidad Porteña, Carolina Brandariz y Juan Manuel Valdés, hablaron sobre el rol de de los jóvenes en la política y los conflictos que enfrentan.


Carolina Brandariz es secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de UTE, docente y socióloga, y Juan Manuel Valdés es militante de una agrupación peronista de la Ciudad, Reconquista, y asesor del Bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados de la Nación. Mas ambos son candidatos a legisladores por Unidad Porteña, la lista que lidera Daniel Filmus y Mariano Recalde.

Noticias Urbanas dialogó con ellos para debatir sobre el rol de los jóvenes en la política, su representación y conflictos particulares. Según coincidieron, las nuevas generaciones traen una mayor conciencia sobre las diferencias sociales y el feminismo y traen una mayor participación y formación política.

Fue el mismo presidente del PJ Capital, Víctor Santa María, quien los convocó. Hoy sienten que el peronismo continúa sin un líder lo suficientemente representativo y se plantear construirlo de cara al 2019, donde su espacio competiría por la Ciudad y por la Nación.

Tras hacer una autocrítica cuasi catárquica frente al triunfo del Pro, contaron cuáles son los compromisos que asumirán como la principal fuerza opositora del distrito, y pasaron por una amplia gama de temáticas: género, educación laica, aborto, Papa Francisco, Cristina, peronismo porteño, triunfo del Pro y su visión sobre el mundo de los jóvenes.

 

-¿Cuál es el aporte de los jóvenes a la política?

CB: El aporte viene dado en realidad por la juventud trabajadora, es el motor de la historia. Pero es interesante cómo el proceso político pasado incorporó muchísimos jóvenes a la política, lo cual es muy dinamizador. Es volver a creer que la política es la herramienta de transformación de los pueblos. Lo vemos en la toma de las escuelas secundarias, por ejemplo, cómo ellos genuinamente sin especulación electoral ni políticamente partidaria tuvieron su posicionamiento ante un proyecto que creen que los perjudica. Y eso es un resultado de la década anterior, de cómo muchos pibes y pibas se incorporaron a la política, aportando lo más genuino, lo más noble, que es lo que conmueve.

JMV: Los jóvenes tienen la particularidad de creer tener la fuerza y la voluntad de transformar las cosas, y electoralmente nuestra fuerza se compone mayormente de jóvenes y tiene que ver con esta idea.

La juventud hoy en Argentina no es una virtud es en sí misma, pero sí puedo decir que mi generación tiene dos compromisos fundamentales: con la pobreza y la democracia junto a la participación popular.

Yo entré a la política militando a los 13 años y además en mi casa siempre se hablaba de política, ya que mi viejo es un dirigente del peronismo de la Ciudad. Después de la crisis del 2001, recién en el 2003 me reconcilié con la participación política partidaria, al igual que a muchos jóvenes de mi generación.

 

-¿Qué aportan los jóvenes a Unidad Porteña?

CB: Somos un gran equipo de trabajo, que hay capacidad de escucha de los sectores que vienen ya con una trayectoria con más años y mucho conocimiento de la Ciudad como María Rosa Muiños, Daniel Filmus, a los jóvenes. En mi caso, yo hago más aportes sobre temas de género o de juventud misma. Nosotros representamos la voz de los jóvenes en Unidad Porteña.

JMV: Establecemos un mayor contacto con aquello que no está organizado. Creo que hay compañeros con mucha experiencia en esta lista y ese es un capital importante, pero también hoy hay demandas nuevas, como la lucha de las mujeres, lo cual me ha interpelado y me increpa. Hay un poder masculino que hoy creo que tenemos que ir revirtiendo en la sociedad porque genera desigualdades.

En mi caso, hago aportes en cuanto a problemas típicos del joven porteño que veo hasta en mis amigos: la precariedad laboral, el descarte social, donde los pobres son unos de sus principales víctimas. Hoy vemos que el desempleo juvenil duplica al desempleo promedio.

Tenemos un ministro de Educación que le propuso a los jóvenes hacer cerveza artesanal en lugar de ofrecer empleo en las industrias, en blanco y formal. Hasta dijo que “tienen que lidiar con la incertidumbre”. Parece que el plan ya no es construir un futuro de oportunidades para la gente sino un “sálvese quien pueda”.

 

-¿Qué otras propuestas tienen para solucionar los problemas que flagelan a la juventud porteña?

JMV: También estoy trabajando en la extensión del horario del subte que a los jóvenes nos beneficiaría mucho porque algunos estudian o trabajan hasta muy tarde y muchos salen los fines de semana, lo cual disminuiría tanto la siniestralidad vial como aportaría a la seguridad de cada uno.

Otra propuesta es crear una Bolsa de Empleo Joven de la Ciudad, para que sea el Estado quien se responsabilice para facilitar su primer empleo y no como los convenios que vimos con McDonald’s que son para precarizar el trabajo.

Y también quiero construir un Fondo Anticrisis para todos los comercios que están cerrando, producto del tarifazo y la inflación, en el marco de la campaña “Acá falta trabajo”. Relevamos más de 300 comercios que están cerrando o cerraron en la Ciudad. En todo el país ya 7.500 pymes cerraron desde el 2015. Y hubo 700 restaurantes y bares que cerraron en este lapso también. Pero cuando pagás 4 millones de pesos en publicidad por día es lógico que nadie te critiques y nadie se entere mucho de esto.

CB: Yo presenté mi Agenda de los Jóvenes que quiero llevar a la Legislatura. Creemos que esa agenda debe contemplar una política pública direccionada a dar las posibilidades de un primer empleo en condiciones dignas, lo cual hoy está muy perjudicado porque no sólo subió el desempleo en términos generales a una 16%, que es una barbaridad en la jurisdicción más rica del país, sino que además la mayoría son jóvenes. Y hablo de trabajo genuino, no a unas pasantías gratuitas como pretende el Ministerio de Educación.

Otro tema es el alquiler. Es cierto que el Gobierno impulsó, gracias a que primero la impulsó  un proyecto interesante: la Ley de Alquileres, que establece que una de las comisiones la pague el dueño, impulsado en realidad por la Asociaciónde Inquilinos a nivel nacional, pero tenemos que trabajar para que haya un marco regulatorio. Existe el riesgo de que el locatario y las inmobiliarias le cobren ese monto a quien alquile a través del costo del alquiler, ya que este no está regulado de ninguna forma.

Asimismo, también es indispensable que el Gobierno de la Ciudad regule el mercado de trabajo, ya que los jóvenes sufren de una terrible precarización laboral.

-¿Cómo ves hoy a la juventud y por qué se la critica tanto?

CB: Somos más disruptivos, por eso se nos critica tanto. Lo observaba mucho en las entrevistas que les hacían a los estudiantes en el marco de este cuestionamiento a Secundaria del Futuro. El nivel de argumentación de los estudiantes no lo tenían los periodistas. Y a uno le da orgullo, porque en algún punto eso es producto de la escuela pública.

Por otro lado, tenemos también otra relación con toda la cuestión tecnológica, con las redes sociales y los medios, estamos más empapados de otros tipos de información.

 

-La Ciudad es un campo ganado del Pro, ¿qué autocrítica se hacen desde el peronismo?

JMV: Los centros urbanos han sido un déficit de nuestra propuesta política que evidentemente Cambiemos la supo trabajar mejor que nosotros. En cambio, el peronismo parece que no ha tenido una oferta lo suficientemente sólida para las demandas de las clases medias y medias-altas, que nada indica que no sean reclamos justos y legítimos.

En este caso, yo creo que el porteño no votó cuestiones meramente locales, sino que a nivel nacional la elección se polarizó y en la Ciudad Macri tiene un gran liderazgo; tendrá sus virtudes y fortalezas que habrá sabido construir. Pero nosotros creo que no hemos sido capaces de interpelar al porteño desde una mirada local y construir liderazgos locales, que es uno de los puntos pendientes de nuestra fuerza.

Y queremos también expresar algo más que el kirchnerismo o peronismo o la pertenencia a un modelo de país, creo que tenemos que expresar un modelo de Ciudad.

Al mismo tiempo, estamos muy contentos de haber sido ratificados como la principal fuerza opositora del distrito. Y estoy convencido de que estas elecciones van a ser las mejores que hayamos tenido desde nuestro espacio político en la Ciudad. Estamos en condiciones de llevar cuatro diputados nacionales al Congreso y tal vez ocho legisladores en la Legislatura, y hay que poner como meta ganar la Ciudad en 2019. Para eso, creo que tenemos que convocar a más sectores que los que hemos convocado hasta ahora.

CB: En cuanto al voto Pro, yo creo que es una buena pregunta que tenemos que hacernos en el campo nacional y popular. Tenemos que construir una alternativa fuerte. También es cierto que hay falta de unidad en el peronismo, y al haber diferentes propuestas hace que no haya una unidad fuerte que no pueda competir con el macrismo. Y a su vez, creo que el macrismo hace un uso del marketing inescrupuloso, y han creado un “cuco” del pasado que hace que la gente no quiera volver a esa situación.

-¿Quiénes son los líderes hoy de la juventud peronista?

JMV: Está claro que las dos cabezas de listas que tenemos son figuras fuertes de este espacio: Daniel Filmus y Mariano Recalde.

Creo también que hay dirigentes que si bien no están asumiendo un rol electoral han sido importantes artífices de este espacio como Juan Manuel Olmos o Víctor Santa María, que convocó a varios espacios para armar un gran frente. Aunque valorando su importancia, creo que faltan más y nuevos liderazgos, que ojalá surjan en los próximos tiempos.

Víctor siempre dice que para él ninguno de los que fueron funcionarios del Gobierno anterior deberían encabezar las listas, que tendríamos que buscar figuras absolutamente nuevas. Y sin descartar a los compañeros que vienen con una experiencia previa, necesitamos liderazgos nuevos en la Ciudad  y a nivel nacional.

Hoy Unidad Ciudadana en la Provincia tiene la fuerza que tiene porque está Cristina encabezando, pero qué bueno sería no depender sólo de una persona.

CB: A nivel nacional diría que aún no existe ese líder. Sí creo que hay referencias muy interesantes en CABA y muchas de ellas están en la lista de Unidad Porteña: Mariano Recalde, Victoria Montenegro, Filmus…

Considero que una cita generacional muy importante es Juan Grabois, que dice cosas muy novedosas en el escenario político. Los chicos de Ahora Buenos Aires armaron también una propuesta joven y muy interesante, tienen un buen equipo.

En tanto Cristina es una referente ineludible de nuestra realidad, pero creo que  hoy si bien es el mayor punto de apoyo popular, no expresa la unidad nacional que necesitamos.

 

-¿Con qué valores o pilares van a decidir su voto positivo o negativo en caso de convertirse en legislador/a?

CB: Yo soy una trabajadora de la educación y socióloga que viene trabajando en proyectos colectivos sobre temáticas de educación, género y trabajo, por lo que esos serán mis pilares y donde tengo mucho conocimiento de causa. Y, por supuesto, me involucraré en proyectos con otras temáticas. Voy a votar a favor de causas populares, y votaré en contra de todo lo que perjudique a la población de la Ciudad.

JMV: Voy a votar a favor de toda iniciativa que mejoren las condiciones sociales en la Ciudad, que amplíen la igualdad de ingresos y acompañar e impulsar cualquier proyecto que disminuya la desigualdad en todos los ámbitos.

Y voy a votar en contra de todo lo que tenga que ver con la venta del patrimonio público, no creo que sea la forma de resolver el presupuesto porteño. Privatizar los recursos de la Ciudad no es una buena forma de financiar el gasto, a menos que esto aportara a reducir el déficit habitacional. Sí considero que está bien destinen recursos a urbanizar ciertas villas, el derecho a la vivienda es una de las cosas que tenemos que defender en este distrito y con lo que quiero trabajar en la Legislatura.

Por eso, parte de los pilares que quiero tener en la Legislatura, como dice Francisco, son “la tierra, el techo y el trabajo” y defender el patrimonio público.

 

-Juan Manuel, ¿sos feminista?

JMV: Sí. Este es otro pilar de valores que defenderé en la Legislatura. Los varones tenemos que formarnos en tema de género y desaprender un sistema de valores que tiene que ver con una sociedad desigual que hemos heredado, que diría que es una de las herencias más pesadas: el patriarcado. Pero también tenemos que favorecer instancias donde sean las mujeres las que protagonicen los procesos. Hoy es un tiempo de mujeres en la política y yo en esos casos voy a acompañar, sabiendo que el rol político en esos casos lo tienen que tomar las mujeres.

Cuando voy a las escuelas secundarias es uno de los temas que más emergen. Es decir, la conciencia de género es un tema que está en agenda de esta generación de jóvenes. Y creo que esto es una virtud. Pero también pienso que, en rasgos generales, las mujeres que más sufren son las mujeres pobres, a pesar de que todas las mujeres corren con desventajas. Entonces, si no resolvemos la desigualdad económica primero, va a ser muy difícil poder abocarnos a la igualdad de género.

-Carolina, ¿de qué se trata la Agenda de las Mujeres que proponés llevar a la Legislatura?

CB: Nosotros proponemos crear un Centro Integral de la Mujer en cada comuna, que ya existe la ley pero no se cumple. El Gobierno de la Ciudad no ejerce ningún tipo de protección integral de la mujer, no hay política pública que esté destinada a cuidar la vida de las mujeres antes de que ocurran las situaciones de violencia.

Queremos que exista un Consejo de la Mujer autónomo y que no dependa del Ministerio de Desarrollo Social. Pero creemos que debería haber un ámbito propio de la Ciudad con presupuesto para la política específica de protección integral de la mujer y que pueda haber un Consejo de la Salud Integral de la mujer. También debería haber un cuerpo de licencias por violencia de género para el sector docente, facilidades como subsidios económicos y habitacionales para mujeres víctimas de violencia machista, etc. Hay que pensar una batería de dispositivos, porque este tipo de violencia afecta a la mujer en todos sus ámbitos: salud, laboral, a sus hijos y familiares, etc.

Y hay que erradicar esos dispositivos que sostienen la desigualdad y posibilitan la violencia, por ejemplo el desempleo en CABA es un 10% para las mujeres y un 6% para los hombres.

 

-¿Están a favor del aborto legal y gratuito?

JMV: Yo estoy a favor de que el Estado despenalice el aborto. En términos personales, tengo una formación cristiana, soy de familia católica y por eso el aborto me genera muchísimas contradicciones. Pero no voy a anteponer mis convicciones personales/religiosas a una tarea del Estado que tiene que ser equilibrar las desigualdades. No me parece bien que por las creencias de algunos condenemos a mujeres a morir en condiciones de baja salubridad. En toda democracia siempre hay conflictos de derechos, pero creo que los que hoy deberían primar son los de las más vulneradas. En nuestro espacio no hay un consenso total con esta temática.

CB: Sí. Creo que las mujeres deberíamos tener soberanía sobre nuestro cuerpo, de planificar nuestros embarazos, de tener la suficiente información y métodos anticonceptivos a nuestro alcance.

-¿La educación debe ser laica?

CB: Sí, porque como propuesta del Estado tiene que ser uniforme para todos. Las distintas creencias religiosas tienen que ser más del ámbito de lo privado, o de lo público pero no en el ámbito de la escuela. Es muy importante incluso para que pueda desarrollarse la Ley de Educación Sexual Integral que podría ser una perfecta política pública para educar sin estereotipos y de géneros para educar a hombres sensibles y a mujeres en condiciones de igualdad. En muchas provincias no se implementa por el peso que tiene la iglesia en el sistema educativo.

JMV: El laicismo no tiene que ser algo obligatorio. La educación estatal debe ser laica y gratuita, lo que no quiere decir que los distintos credos no puedan tener sus escuelas. Y diría, que muchas veces por falencias del Estado son las escuelas católicas las que llegan a los sectores populares. Las cuotas que se cobran, muchas veces, son muy accesibles. Contrariamente a la idea de que la escuela privada es elitista, gracias a que existen escuelas católicas muchos chicos de las villas u otros lugares tienen acceso a la escuela. Yo creo que la iglesia, de la mano de las escuelas, llegan donde por ahí a veces no llega el Estado.

 

-¿La educación religiosa en la instancia de la escuela agranda la brecha de diferencias entre hombres y mujeres, aporta al concepto patriarcal?

CB: Reproduce una sociedad patriarcal, porque reproduce un solo tipo de familia, establece la heterosexualidad como un único destino posible y la subordinación de la mujer. Yo soy cristiana también, pero salvo algunos puntos, como el Papa que a nivel mundial está diciendo un montón de cosas importantes y también disruptivas. Podemos decir que tenemos un Papa “joven” y muy humano. Esto me emociona.

 

-Carolina, como secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades en UTE, ¿cómo es el rol de la mujer en el sindicalismo?

CB: Son sindicatos son estructuras bastante conservadoras. Nuestro sindicato en particular representa docentes que son 87% mujeres a nivel nacional y sin embargo tenemos en la comisión directiva un cupo femenino del 30%, por lo que creo que es importante que demos el debate para que un mayor número de compañeras tengan un rol de representación sindical y política y que haya una renovación más juvenil. Es cierto que muchos compañeros que ya traen experiencia y su valor radica en eso pero las bases a las que pretendemos representar son mayoritariamente jóvenes.

 

-Hay un debate aún entre la diferencia de “política” y “partidismo”, ¿cómo lo concebís vos?

CB: Sí, son dos cosas distintas. Una cosa es una respuesta con un posicionamiento político gremial de los estudiantes respecto a un proyecto del Gobierno y otra cosa muy distinta es si lo hicieran para abonar una estrategia partidaria electora, que no es lo que ocurre.

Y creo que se genera esta confusión entre conceptos cuando el Pro dice que no hace política, es algo muy hipócrita, es claro que hacen política.

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