Los legisladores de la Comisión de Cultura firmaron el dictamen convalidando el proyecto presentado por el diputado Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) para que la estación de la línea H del subterráneo, ubicada en el cruce de las avenidas Santa Fe y Pueyrredón, lleve el nombre de Carlos Jáuregui.
En el momento de las manifestaciones Marcelo Suntheim, secretario de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), agradeció a todos los bloques el acompañamiento de la iniciativa y resaltó la figura de Carlos Jáuregui mencionando que se trata de la primera persona que “con su cara y su pareja, en la portada de la revista Gente, dio visibilidad a la lucha de la lucha” del movimiento gay.
Suntheim dimensionó la importancia de este hecho en la idea que resulta “impensable cualquier revolución cultural sin los revolucionarios y la revolucionarias”. Un gesto que posibilitó el “dejar de ocultarnos”, reuniéndonos en “sótanos, como la discoteca Contramano, ubicada en la avenida Santa Fe y la calle Montevideo, donde nació la Comunidad Homosexual Argentina en el año 1984, ya que el espacio público nos estaba vedado”.
En representación del Ejecutivo David Cohen, director General de Convivencia en la Diversidad del Gobierno de la Ciudad, se hizo presente para manifestar el acompañamiento a la iniciativa, aprovechando la oportunidad para recordar a Jáuregui como uno de los luchadores para la concreción del artículo 11º de la Constitución porteña.
Un artículo en donde el Estado “reconoce y garantiza el derecho a ser diferente, no admitiéndose discriminaciones que tiendan a la segregación por razones o con pretexto de raza, etnia, género, orientación sexual, edad, religión, ideología, opinión, nacionalidad, caracteres físicos, condición psicofísica, social, económica o cualquier circunstancia que implique distinción, exclusión, restricción o menoscabo”.
Promoviendo, además, “la remoción de los obstáculos de cualquier orden que, limitando de hecho la igualdad y la libertad, impidan el pleno desarrollo de la persona y la efectiva participación en la vida política, económica o social de la comunidad”.
Se resaltó en la reunión el hecho que este reconocimiento, con el nombre a la estación de la línea H, significa para la propia Ciudad una retribución a quien fuera el dirigente homosexual más importante de la Argentina, quien con su lucha puso en agenda la lucha por los derechos de un colectivo que hasta ese momento estaban siendo negados.
Se trata del primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina, una organización pionera en denunciar los abusos de los edictos policiales y la Ley de Averiguación de Antecedentes, a partir de lo cual las fuerzas de seguridad perseguían y detenían a personas por su condición sexual.
En los fundamentos del proyecto Ferraro reconoce que “la esquina del cruce entre las Avenidas Santa Fe y Pueyrredón (donde se sitúa la estación) reunía a decenas de personas que hacían una parada para comenzar la noche del fin de semana”.
Donde los “llamados ‘tarjeteros’ repartían entradas con descuento o pases libres para las diferentes discos que circundaban la avenida. Algunas organizaciones también aprovechaban la parada para volantear y difundir sus actividades”. Se había concretado una especie de “recorrido gay por la Av. Santa Fe (que) se extendía desde Coronel Díaz hasta Cerrito, pero el punto cúlmine se desarrollaba desde Callao a Ecuador”, expresa Ferraro.
El mencionado artículo 11º fue, muchos lo entienden así, el antecedente jurídico que permitió la Ley de Unión Civil, la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género. Viendo en Carlos Jáuregui el impulsor de todos estos derechos que él mismo no pudo ver concretado, ya que murió el 20 de agosto de 1996, 40 días antes de la sanción de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires.