Principio de acuerdo

Principio de acuerdo

Este jueves es el día señalado para terminar de zanjar las diferencias entre el Gobierno y Metrovías con metrodelegados. El viernes funcionaría el servicio de manera regular.


Aunque todavía sin acuerdo, este jueves podría volver a ser el día señalado para poner fin a la cuestión.Después de cinco maratónicas reuniones, los metrodelegados, el Gobierno porteño y la concesionaria Metrovías seguían sin terminar de solucionar el conflicto que impide que se puedan poner en funcionamiento las dos nuevas estaciones de la línea B de subtes, Echeverría y Rosas. Sin embargo, ese acuerdo podría conseguirse y las dos estaciones empezarían a operar a partir de este viernes.

Hasta hace unas horas se habían acercado posiciones respecto de los problemas de inseguridad por filtraciones y riesgo de electrocución en las estaciones y túneles, y además las partes habían conversado sobre un esquema provisorio de horarios de trabajo: que los conductores y guardas dieran cuatro vueltas y media entre ambas cabeceras de la B, para así no alterar tanto sus tiempos de trabajo y descanso.

Después de que este miércoles arrancara la quinta reunión poco tiempo después empezó a trascender que el acuerdo nuevamente se había empantanado porque continuaban las diferencias respecto del cronograma de trabajo. Pese a ello, y según indicaron a distintos medios varios de los participantes llegarían a buen puerto respecto al esquema de las cuatro vueltas y media.

Los metrodelegados aseguraban que las dos nuevas estaciones no estaban aptas para funcionar por falta de medidas de seguridad, y porque no había un buen sistema de comunicaciones bajo tierra. El Gobierno porteño lo negó, y acusó a los trabajadores de estar bloqueando el funcionamiento de las paradas por cuestiones políticas. Incluso la Justicia desestimó dos amparos, uno de los metrodelegados y otro del legislador Alejandro Bodart.

Una vez zanjadas las diferencias por la seguridad, empezó a cobrar fuerza la disputa por el cronograma de trabajo: hasta ahora los trabajadores cumplían una jornada laboral de 6 horas, en las cuales daban cinco vueltas entre Leandro N. Alem y Los Incas. Eso les llevaba 4.30 horas, y el resto quedaba como descanso. Pero al sumarse 1,6 kilómetros de recorrido los obligaba a circular 5.08 horas, con lo cual perdían tiempo de descanso, aunque no se excedían del estipulado en los convenios.

Un punto no menor fueron las acusaciones de parte del Gobierno porteño a varios de los metrodelegados, entre ellos Claudio Dellecarbonara que es candidato a senador por el FIT.

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