Pierini festejó sus 10 años frente a la Defensoría del Pueblo

Pierini festejó sus 10 años frente a la Defensoría del Pueblo

Con un encuentro realizado en el Salón Dorado de la Legislatura porteña, la defensora Alicia Pierini festejó y repasó sus 10 años al frente del organismo. Hubo una amplia concurrencia de la política.


Alicia Pierini, defensora del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, festejó sus 10 años frente a dicha institución. Con el salón colmado de políticos de distintos partidos y ámbitos, funcionarios pertenecientes a la Justicia, trabajadores de la Defensoría, amigos y allegados, el encuentro comenzó con un panel integrado por la defensora Alicia Pierini, Carlos Bonicatto –defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires-, Eugenio Zaffaroni –juez de la Corte Suprema de la Nación-, el padre Carlos Accaputo –titular de la Pastoral Social- y Carlos Constenla –presidente del Instituto Latinoamericano del Ombudsman-.

Pierini explicó sobre el evento que “la idea es que termine siendo una fiesta de los hombres y mujeres que cumplimos 10 años de tareas juntos. Todos integramos la institución, que me doy cuenta que es respetada y querida y de la cual yo soy una más. Esto es un acto de agradecimiento, una especie de acción de gracias laico, festivo”.

“La defensoría es unipersonal, pero nadie hace nada solo, somos con otros, y este es el momento de agradecer a esos otros, con quienes hemos festejado juntos, reídos juntos, peleado y también llorado cuando perdimos a amigos. Llegamos a construir una pequeña comunidad”, continuó la actual defensora del Pueblo porteño.

Pierini analizó luego que pudo ejercer dicha función durante 10 años “en calma y con paz interior, y si ese estado cambió siempre se encontró el lugar de diálogo para superarlo”. “Una institución como la nuestra es una institución de Derechos Humanos en la que no se manda, sino que se conduce, y pudimos hacerlo con docencia, y en ello la Pastoral Social fue un ámbito de encuentro. Esos encuentros con otros son necesarios para calibrar la aguja y trazar los distintos programas que luego son acciones”, relató.

“La Defensoría es una institución con las puertas abiertas, sólida en las palabras. No tenemos autos con choferes ni mozos, y eso no es una norma. Si estamos al servicio de los pobres, debe ser con austeridad”, agregó luego.

Pierini también agradeció a quienes la antecedieron en el cargo, Alicia Olivera y Alejandro Nató, “porque dejaron una institución digna y sólida, sobre la que construimos la que es hoy”. También recordó que “el piso estaba puesto”, por lo que agradeció al anterior ombudsman y explicó que “esta continuidad permite que la institución se construya por acumulación y no que cuando llega alguien se borra todo lo anterior”.

Sobre la labor que llevó adelante estos 10 años, Pierini recalcó que “la tarea del defensor es difícil, porque trabajamos sobre las patologías del sistema”, y explicó que a ningún funcionario le gusta el “espejo crítico”, y agradeció a quienes ocuparon el cargo de jefe de Gobierno durante su gestión, Aníbal Ibarra, Jorge Telerman y Mauricio Macri: “Nuestros diálogos no siempre fueron fáciles pero si respetuosos; pero de la crítica se aprende”, declaró.

Sobre quien ocupará desde el año que viene la titularidad de la Defensoría, Pierini sostuvo que “yo encontré bases, no límites; y voy a dejar más bases y ningún límite”.

Previo a las palabras de Pierini, Constenla recalcó que “fue importante el papel de Alicia Pierini, no sólo por el desempeño que tuvo sino también por el aporte intelectual de esta figura. Pierini fue un sostén fundamental de un concepto de lo que es una organización de estas características”.

Bonicatto, por su parte, dijo que el reconocimiento a Pierini es “absolutamente merecido”, y que el paso de la actual defensora por dicho ente tiene como resultado “una institución responsable que perdura en el tiempo, ese es el legado maravilloso que deja”. “Alicia tomó el sueño de luchar por los demás y lo convirtió en la Defensoría”, resaltó.

Por su parte, Zaffaroni recordó distintos ámbitos que compartió con la actual defensora antes de que ambos ocupen los actuales cargos. “Se que no perdemos a Alicia Pierini, porque otros espacios se van a abrir. Quiero agradecer como vecino de Flores y como ciudadano de Buenos Aires todo lo que hayas hecho sobre todo para los que más lo necesitan en la Ciudad.

El padre Accaputo relató la parábola del buen samaritano y definió a la Defensoría como un “lugar de proximidad”, “donde la Ciudad se hace amigable de todos los ciudadanos y los más necesitados y quienes no siempre pueden hacer valer sus derechos”.

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