Perder: la costumbre de Malcorra que pagamos todos. ¿Se queda?

Perder: la costumbre de Malcorra que pagamos todos. ¿Se queda?

La canciller argentina en un error de manual cuestionó a Donald Trump en la previa de manera muy explícita. Comprometió al país con la primera potencia del mundo. ONU y ahora esto. ¿Lo resiste?


La jefa de la diplomacia argentina, Susana Malcorra, en un discurso ofrecido el martes ante estudiantes de la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires, advirtió que si el candidato republicano Donald Trump ganaba las elecciones presidenciales de USA, podrían producirse grandes cambios en las relaciones del país del norte con Latinoamérica.

“Todos los signos indican que ganaría (la demócrata) Hillary Clinton, lo que sería más cómodo para mantener una relación, pero sigo siendo muy cautelosa porque las encuestas no están siendo capaces de captar con finura al electorado”, había subrayado la canciller, al especular que podía existir un “voto vergüenza” ajeno a las encuestas.

Sobre la posibilidad de la victoria electoral de Trump, Malcorra había puesto de manifiesto la preferencia del Gobierno argentino por la “nueva etapa abierta con USA, que podría tener un gran parate”, si el magnate inmobiliario salía ganador de los comicios.

Según la ministra argentina, el giro que podía tomar el Ejecutivo en la Casa Blanca afectaría a todo el mundo: “Si hubiera una decisión por parte del electorado del pueblo norteamericano de votar hacia un modelo más cerrado, más aislacionista, xenofóbico, va a tener un impacto en el mundo”.

Sin nombrarlos, Malcorra insinuó que los candidatos tenían “dos visiones muy distintas en cuanto a cómo debiera ser el mundo hacia adelante”.

Antes de conocerse los resultados, había manifestado su preocupación: “Depende de los resultados puede haber grandes cambios”.

La aspirante demócrata a la Casa Blanca mantenía el liderazgo en la mayoría de encuestas y encabezaba con más del 80  por ciento, las probabilidades de ser elegida como nueva mandataria del país, frente a menos del 20 por ciento de su rival republicano Donald Trump pero la realidad terminó siendo otra y el nuevo presidente electo fue quien menos se pensaba: el líder del partido republicano.

Finalmente, con los números en la mesa, a la canciller no le quedó otra alternativa que saludar y felicitar al norteamericano por su triunfo, un triunfo que ninguna encuesta supo o quiso adelantar.

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