El jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró este sábado que habla “todos los días” con el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y señaló que el referente del Pro “nunca” le planteó “un enojo” para justificar su decisión de no querer renovar su mandato como legislador nacional.
“Hablo todos los días con Emilio, nunca me ha planteado un tema de un enojo, sino de una decisión personal de dónde seguir colaborando a partir de diciembre de 2019”, sostuvo el funcionario en declaraciones a Radio Mitre.
El Gobierno “no tiene más que palabras de afecto y aprecio” hacia Monzó “por lo que ha hecho en el equipo. Y añadió: “Ojalá que lo pueda seguir haciendo por muchos años más, sea cual sea su función”.
Consultado sobre la posibilidad de que Monzó sea designado embajador en España, Peña pidió “no entrar en especulaciones” sobre cuál podría ser el nuevo rol del referente del Pro, ya que remarcó que “falta mucho” para que finalice su mandato como diputado nacional.
“Me siento liberado”
“Me siento liberado”, dicen que dijo Emilio Monzó tras el anuncio de su salida de Diputados. Aunque dejó de integrar la mesa chica del Pro hace rato, todavía le quedan amigos. Monzó armó una estrategia con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien colocó como su viceministro político a Sebastián García de Luca. Juntos animan la relación con los gobernadores.
Otro de los aliados estratégicos de Monzó, durante largos años, fue Nicolás Caputo, el íntimo amigo de Macri. El empresario conoce muy bien al diputado.
