Luego del viaje de Mauricio Macri a Davos, el oficialismo se prepara para aceitar las negociaciones con la oposición ante el comienzo de las sesiones en el Congreso, en apenas un mes. Con el objetivo de sumar adhesiones ante la falta de quorum propio, en Cambiemos celebran la decisión del Presidente de haber llevado a Sergio Massa al Foro Económico.
“Fue un hecho de inteligencia política”, consideró el diputado macrista Eduardo Amadeo, quien supo estar en las filas del Frente Renovador años atrás. En diálogo con NU, el legislador admitió la falta de número propio para conseguir leyes pero aseguró que el gobierno de Cambiemos “está abierto a dialogar con todos” y aseguró que “no se recortará ningún tipo de derecho”.
La única excepción en ese diálogo parece ser el kirchnerismo, que protagonizó con el Pro una insólita pelea por el despacho que ocuparía Máximo Kirchner. “Ellos prefieren la violencia al diálogo”, le endilgó Amadeo al FpV, aunque dijo que el hijo de Cristina Kirchner “es bienvenido a la discusión”.
También habló de la interna del peronismo y le envió un mensaje a los gobernadores del PJ que reclaman más fondos de la coparticipación: “Tienen que ser pacientes”.
–Usted calificó la visita de Macri a Davos como “un viaje promisorio”. ¿Le sirvió más a Macri o al país que el Presidente vaya al Foro Económico?
–El viaje de Macri a Davos fue exitoso por varias razones. Primero, porque significó una presencia política y mediática importante en un lugar adonde no iba un presidente argentino en más de diez años. Segundo, porque se vio con las personas más importantes del mundo. Y tercero, porque abrió espacios de conversación que favorecerán a la Argentina, como con los Estados Unidos, que ya levantó su bloqueo a los créditos que pueden acceder el país.
–Varios empresarios prometieron inversiones millonarias. ¿Se concretarán o fueron meramente anuncios?
–Las promesas de inversiones están asociadas a la presencia de Macri. Eso lleva un tiempo en concretarse, la verdad. Pero la cuestión es volver a estar en el tablero. La Argentina había desaparecido de ahí. Del tercer país en recibir inversiones extranjeras en la región, pasó al noveno lugar en los últimos años. Eso implicó mucha pérdida de oportunidades para el país.
–¿Tiene algún costo para la Argentina “volver a estar en el tablero”, como usted dice? El kirchnerismo fue muy crítico ante la aceptación de las revisiones del FMI.
–En el tema de la revisión del FMI basta ver la calidad de los países que no se dejan supervisar. Si nos queremos parecer a Sudán, Corea del Norte o Venezuela, entonces está bien que no dejemos al FMI revisar nuestros números. Pero no queremos ser como esos países, sino todo lo contrario. La revisión del FMI no implica la imposición de políticas, sino la facilidad para acceder a créditos o inversiones. Y sin créditos no hay crecimiento.
–El viaje de Macri también dejó un hecho político: invitó a Massa y lo postuló como líder del peronismo. ¿Hace bien el Presidente en meterse en la interna del PJ?
–El acompañamiento de Massa fue un hecho de inteligencia política de los dos, pero creo que fue una cuestión personal del Presidente decir eso. Lo importante es que la presencia de Massa demostró realmente la vocación de este Gobierno, que es el diálogo con todos los sectores, incluidos los opositores.
–¿Cree que la referencia a Massa fue meramente personal? Macri no es cualquier persona, es el Presidente.
–El Presidente tomó una posición política, pero eso no debería tener influencia en la interna del peronismo.
–Usted, como hombre del peronismo…
–(Interrumpe) Yo hace mucho tiempo que no milito en el PJ.
–No milita formalmente pero es de extracción peronista. ¿Cómo ve la interna del PJ?
–Ojalá que la interna del peronismo se haga democráticamente y que el PJ se convierta en un partido republicano. Entre otras cosas, que defienda la transparencia y combata la corrupción.
–Usted estaba al lado de Massa hace unos años. ¿Lo ve como líder futuro del peronismo?
–Massa es un líder inteligente, joven y que ha sabido armar equipos. Yo lo único que espero es que tengamos con él un buen diálogo político.
–En medio de esta interna peronista, los gobernadores del PJ también se juntaron para reclamar más fondos a Macri. ¿Debería estar preocupado el Presidente?
–Los gobernadores tienen el derecho de reunirse y reclamar lo que quieran, pero tienen que tener en cuenta la situación desastrosa en la que está el Estado porque el kirchnerismo lo malgastó. Entonces, los gobernadores tienen que ser pacientes y estoy convencido de que Frigerio hará una excelente gestión ante ellos.
–Como diputado, ¿puede adelantar cuáles serán los primeros temas a discutir en el Congreso?
–Todavía estamos esperando a que el Ejecutivo nos envíe sus proyectos de ley.
–¿Pero cuáles serán las prioridades?
–Las reformas que quiere Mauricio y que mencionó en su asunción: seguridad, educación, reforma política.
–¿La firma de decretos por parte del Presidente fue para mostrar autoridad? ¿No tendría que haber convocado a extraordinarias?
–Es una actitud de fortaleza y demuestra la vocación de gobernar que tiene Macri, pero hay que reconocer que los decretos son una facultad del Presidente.
–Los gobernadores parecen ser la llave para conseguir apoyo en el Congreso. ¿La falta de quorum propio los obliga a buscar consenso?
–El diálogo existe porque hay una falta de número, pero el diálogo está en nuestro espíritu. Queremos que los legisladores de todos los sectores nos acompañen y que acepten todas las leyes que vamos a presentar en el Congreso. Lo más importante es que la relación se construya con base en el diálogo.
–¿Van a dialogar con el kirchnerismo entonces?
–Vamos a dialogar con todos, pero los que vinieron a confrontar fueron ellos. El kirchnerismo es un sector de fundamentalistas. Las leyes las hacemos para todos y nosotros no vamos a recortar ningún tipo de derecho.
–A juzgar por la pelea por el despacho de Máximo, parece que con el kirchnerismo el diálogo no viene bien.
–Eso fue una muestra ridícula respecto del nivel de confrontación que quiere el kirchnerismo. Ellos prefieren la violencia al diálogo. En Diputados, los despachos no son propiedades familiares, hay reglas que respetar.
–¿Se imagina discutiendo abiertamente con Máximo Kirchner en la Cámara?
–Espero que él trabaje mucho. Máximo es bienvenido a la discusión.