¿Cómo surgió su vínculo con Matías Lammens?
Yo soy amigo de Matías desde que nací. Tenemos una relación casi de carácter familiar. Él tiene dos años más que yo y es el mejor amigo de mi hermana desde que son chicos. Yo empecé a laburar en política antes que él. Empecé con Carlos Tomada en el Ministerio de Trabajo. En paralelo, Matías hizo su carrera como dirigente deportivo. Pero siempre tuvo vocación política. Y hace como cinco años, nos juntamos para armar el espacio político que busca liderar la Ciudad de Buenos Aires. Más que su mano derecha, soy su compañero en la aventura de la política. En el 2019, fui su Jefe de Campaña y en ese contexto, yo asumí como legislador.
¿Sigue en pie la coalición con Leandro Santoro?
Nosotros tenemos un acuerdo político y programático con Leandro. La idea es que tenemos que armar una fuerza política bien porteña. Es decir, bien anclada en lo distrital. Por porteños y para porteños. Es algo que estamos viendo en todos los distritos en donde se enfocan en lo municipal y arman una propuesta política en base a ello. Esto lo vemos desde en Tucumán hasta en Tierra del Fuego. Esta idea de reivindicar lo distrital. Y este fue siempre el planteo de Matías. Nosotros notábamos que nuestra fuerza política pensaba más en clave nacional y, como consecuencia, desatendía el diálogo esencial que hay que tener con la población local del municipio que uno busca representar.
¿Y qué sería hoy un proyecto político por y para los porteños?
Una propuesta que le transmita a la sociedad un proyecto alternativo de Ciudad. Vemos que, actualmente, el debate es bastante asimétrico. El macrismo tiene un proyecto dirigido a la Capital Federal y el Frente de Todos (FdT) muchas veces sigue hablando en términos nacionales. Y eso choca. Tenemos que mostrar que nosotros tenemos un proyecto que es también para la Ciudad, pero que es alternativo al que ya existe. Cuando nos perdemos en temas más nacionales, me da la impresión de que los porteños y las porteñas deciden no votarnos. Y esto hace que no seamos lo suficientemente competitivos.
¿En qué se basa este proyecto alternativo?
Nosotros tenemos que ofrecer un paquete de soluciones a las problemáticas de los porteños. Un tema que sentimos que preocupa mucho a los vecinos de la Ciudad es la crisis habitacional. El problema de la vivienda representa una angustia a un 50% de las familias de la Capital Federal. Ya sea porque viven en villas o porque alquilan en un mercado totalmente desregulado e injusto. Tenemos que pensar políticas de Estado que puedan dar respuesta a estos conflictos. Pero esto es solo una parte. Después, hay temáticas vinculadas a la Educación, Salud y Espacio Público. Y nosotros tenemos que tener una propuesta concreta.
Sobre la cuestión habitacional, usted se refirió a la necesidad de crear un Banco de Viviendas. ¿En qué consistiría?
Nosotros decimos que el modelo de desarrollo urbano imperante en la Ciudad de Buenos Aires hace quince años no produce viviendas. Lo que produce son metros cuadros dolarizados. Hay un estímulo constante a la construcción, pero sin solucionar el problema habitacional. Se construyen viviendas que quedan vacías o que son de lujo. Nosotros queremos revertir completamente ese modelo para poder generar un nuevo plan que satisfaga la demanda de vivienda. El Estado de la Ciudad de Buenos Aires ya tiene las herramientas para armar un Banco Público de Viviendas y poder crear un sistema de alquiler protegido.
¿Y de dónde provendrían los fondos?
Tenemos identificados varios instrumentos que pueden ir alimentando un Banco Público de Viviendas. Por ejemplo, las herencias vacantes, es decir, propiedades de personas que fallecen y no tienen herederos. Este instrumento hoy está dirigido a subastar y rematar en pesos. Si cambiamos esto, podemos utilizar estos espacios para nutrir el Banco Público de Viviendas. Por otro lado, queremos cambiar la ley de plusvalía. El desarrollador inmobiliario que hoy construye más de lo que tiene permitido, debe pagar una plusvalía en pesos. Nosotros proponemos que cambie esto por la construcción de metros cuadrados habitables. Es decir, que este desarrollador le entregue al Gobierno de la Ciudad viviendas que sean el equivalente en pesos de la plusvalía que hoy pagan y así, crear una nueva fuente que nutra al Banco de Viviendas. Otra fuente serían los convenios urbanísticos. Al igual que la plusvalía que hoy se paga en pesos, proponemos que se pague con metros cuadrados habitables. Esto sería un conjunto de herramientas que alimentaría al Banco Público de Viviendas. Con este Banco, el Estado puede montar un sistema de alquileres protegidos y así fijar precios de referencia en diferentes barrios de Buenos Aires. Este modelo está presente en ciudades como Madrid, Lisboa, Nueva York y París. En todas las grandes ciudades, el gobierno local logró contribuir a estabilizar la curva de precios del mercado de alquileres. De eso se trata pensar en clave local.
Recientemente, se votó la iniciativa de llevar a cabo un parque público en Costa Salguero. ¿Por qué cree que el oficialismo votó en contra?
Justamente, ellos tiene un modelo de desarrollo urbano pensado para generar negocios inmobiliarios. ¿Cómo piensa la planificación urbana el gobierno macrista? Agarra un mapa de la Ciudad y ve donde hay una oportunidad de negocio que solo produce renta urbana. Ellos vieron una oportunidad para desarrollar viviendas de lujo en Costa Salguero. Esto no tiene ningún sentido en un contexto donde se busca satisfacer la demanda de vivienda. Contrariamente, nosotros vemos ahí la oportunidad de crear un gran espacio público. Esto es considerando otra problemática que atañe a la Ciudad que es la ambiental. Lo de Costa Salguero es perfecto para mostrar la diferencia entre una mirada y la otra. Ellos ven un negocio y nosotros, una forma de resolver la carencia de espacios públicos.
¿Cómo ve la situación de los espacios públicos en la Ciudad?
Hoy vemos que está muy tensionada. Esto es producto, por supuesto, de la salida de la pandemia. Se generaron hábitos de apropiación privada del espacio público. El caso más claro es el de las mesas en las calles y veredas de los restaurantes. Este avance de la sociedad sobre el espacio público no es en lógica comunitaria. Lo de Costa Salguero es una oportunidad para ir y montar una nueva lógica. La idea es crear un parque colectivo que pueda incluso tener equipamiento para que sea un centro deportivo o de recreación. No queremos que sea un lugar que solo lo puedan aprovechar unos pocos.
En caso de que Lammens sea el candidato oficial del FdT, ¿cómo cree que puede capitalizar su experiencia en el Ministerio de Turismo en las elecciones como Jefe de Gobierno de la Capital?
Matías agarró el Ministerio en la peor crisis de la historia del turismo que fue la pandemia. El sector tenía facturación cero. ¿Qué hizo Lammens? Le puso cabeza y creatividad e inventó el Pre Viaje. Nosotros queremos transpolar ese pragmatismo para resolver los problemas de la Ciudad de Buenos Aires. Matías demostró una enorme capacidad de gestión en un contexto completamente adverso.
¿Y cómo buscan convencer a los ciudadanos que nunca los votaron?
Nosotros le decimos a ese porteña o esa porteña que la Ciudad está para mucho más. Está en condiciones de ser una de las diez mejores ciudades para vivir. Que puede ser la Capital de la innovación, ciencia, tecnología y la cultura. Que el problema ahora es que está administrada por gente que la ve como un pequeño municipio y no la gran Ciudad que es. Lo que ven es que lo único que pueden hacer es embellecer las plazas. La Ciudad de Buenos Aires es una provincia más que tiene las herramientas para tener una política de desarrollo productivo, de empleo, de sistema de viviendas mucho más agresiva que pueda resolver la crisis habitacional, y de transporte. Hoy, está gobernada con muy poca creatividad y como si fuese un pequeño municipio sin plata. Y no es así. Nosotros vemos que tiene un enorme presupuesto y recursos humanos que están a la altura de las mejores ciudades del mundo. No hay motivos presupuestarios para que la Ciudad tenga los problemas que tiene. Ya probamos dieciséis años con el macrismo y no funcionó porque no se resolvió ninguno de los problemas estructurales. Hay que probar algo nuevo.
¿Cuál va a ser su rol en estas elecciones?
A mí lo que me interesa es formar parte de un colectivo que se anime a plantear una agenda local transformadora. Mi rol es algo secundario. Yo tengo un rol pedagógico hacia adentro que consiste en convencer a mis compañeros y compañeras que vale la pena hacer esta apuesta con Matías, Leandro, Juan Manuel Olmos, La Cámpora y el resto de los compañeros del FdT. Nosotros nos sentimos muy a gusto trabajando y ojalá podamos armar algo potente.
