Marcelo Depierro: “La gestión de Larreta es tímida”

Marcelo Depierro: “La gestión de Larreta es tímida”

En una entrevista con NU, el legislador de Confanza Pública le hizo críticas al Gobierno, pero señaló como aciertos las decisiones de traspasar la Policía, la Justicia y el puerto a la Ciudad.


Marcelo Depierro, legislador de Confianza Pública, se muestra como un opositor moderado. Cuestiona, incluso con vehemencia, ciertas medidas del oficialismo, pero reconoce otras como positivas. En su rol de vicepresidente de la Comisión de Defensa al Consumidor, denuncia que el Pro frena los proyectos a favor de los usuarios para defender los intereses de bancos, empresas de cable y telefónicas. Y como ex abogado del PAMI y ex delegado de ATE, expresa su descontento por los recortes a los medicamentos impulsados en la obra social de los jubilados. Pero Depierro, que ingresó en la Legislatura en 2013 como secretario parlamentario del bloque que conduce Graciela Ocaña y fue electo diputado en 2015, coincide con el Pro en el desalojo de los manteros y señala como “un acierto” la decisión de traspasar la Policía, aunque no la manera en la que la transferencia se llevó a cabo. Su conclusión es que a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta le “falta fortaleza” en la ejecución de sus medidas.

“Sinceramente, pensé que iba a tener una dinámica distinta, sobre todo por esto que se instaló de que Larreta era el que estaba en el día a día de la gestión. Pero me pareció un poco lenta durante este año que pasó. Con educación no hubo grandes trabajos de infraestructura. Con el tema salud tampoco. Veo una gestión tímida. Pensé que iba a tener una mayor presencia, pero hoy, más allá de algunas charlas con vecinos, no se sabe cuál es la actividad diaria”, afirma Depierro.

–¿Está de acuerdo con el traspaso de la Policía?

–Calculo que fue un acierto. Era un reclamo histórico de la sociedad. Como van a ser históricos los traspasos de la Justicia y del puerto. Pero tenemos que ver las condiciones en las que recibimos las cosas. En lo que se equivocó el Gobierno de la Ciudad es en que durante muchos años estuvimos creando una Policía con una estructura, una dinámica diferente de la de la Policía Federal. Tratamos de diferenciarnos de la Federal, de los vicios que se le achacaban, las zonas liberadas, los permisos para la prostitución, para el juego clandestino, los talleres. Y lo que hicimos al momento de tomar la decisión de traspasar la Policía fue federalizar a la Metropolitana. O sea, en lugar de incorporar la Federal en la estructura de mando, control y procesos de la Metropolitana, hicieron al revés: pasaron la Metropolitana a la Federal. Esto fue una oportunidad perdida. Y los problemas que estaban latentes en la comisaría no los solucionás cambiando la cabeza. Es lo mismo con la Justicia. Está buenísimo que se pase. Pero ahora se está hablando, por ejemplo en la Justicia civil, de que van a pasar los fueros vacantes. Pero la Justicia la tenés que pasar toda. No podés pasar 40 juzgados de 109. Porque después, ¿cómo hacés? ¿Cómo hacés los sorteos de causas? ¿Cómo siguen las apelaciones a Cámara? En algún momento van a tener que tomar la decisión política, por más que los jueces o los empleados judiciales estén en contra, si el traspaso existe, de hacerlo en su totalidad. Pero no veo al Ejecutivo dispuesto a dar esas peleas. Ante la menor presión o rechazo de lo que sería el sector traspasado, enseguida afloja. Es una gestión tímida.

–¿La oposición apoya estas medidas?

–El apoyo lo tiene, porque desde la oposición le votamos las cosas. Lo que no le veo es la fortaleza de aguantar una discusión en serio. Vos ves los problemas con estos sectores y lo que tenés que plantear, si tenés una decisión política clara, es cuáles son las reglas del juego. Cuál es la nueva Policía que vas a crear, y cuáles los términos en que se va a hacer el traspaso. Y después que cada policía decida dónde quedarse. Pero no podés ceder a todas las demandas sectoriales. Ya te van tomando el tiempo de que vos cedés.

–¿Hay zonas liberadas en la Ciudad?

–Eso hay, no es de ahora. Siempre se habló de la connivencia entre policías y delincuentes. Es una cuestión tal vez ni siquiera de negocios, sino también de que suban las estadísticas de crimen en algún lado como para que la policía reciba más recursos, o que sirva de presión política. Aparte lo ves diariamente, no solamente con el delito. También con la actividad comercial, con los manteros, el estacionamiento de autos, camiones estacionados en cualquier lado. Existe en distintos niveles la zona liberada.

–¿Está de acuerdo con las políticas para erradicar a los manteros?

–Sí, el espacio público hay que liberarlo. Muchas veces, cuando se habla de manteros, como de trapitos, se dice que hay que defender las fuentes de trabajo. Y lo que se está haciendo es banalizar las fuentes de trabajo. Un mantero que trabaja para una organización que le da mercadería y lo hace estar en un lugar y le quita la recaudación o un trapito que te cobra por estacionar en la puerta de tu casa no hacen un trabajo digno. Lo que tenemos que hacer es generar fuentes de trabajo, capacitación. El problema es que no ayuda la economía del país. Porque en un país normal esa gente sería absorbida por el mercado formal de trabajo. Acá te encontrás con una situación de recesión, con gente que no se puede incorporar en el mercado de trabajo.

–Usted fue gerente del PAMI, ¿cómo evalúa la actual gestión de Regazzoni?

–Empezó con mucha fuerza, tratando de desarmar la gestión de Di Césare, pero hasta donde lo tengo visto se quedó a mitad de camino. Ingresó con su gente, ocupó los niveles gerenciales. Pero después, abajo, las subgerencias quedaron con mucha gente de la gestión anterior, que ya venía muy cuestionada. Y tomó algunas decisiones poco felices. La de los medicamentos es una. No llegó a visualizarse el cambio que prometía de entrada. Arrancó con muy buenas intenciones pero con gente muy nueva que desconoce la operatoria del PAMI. El hecho de que un funcionario pueda poner una vara a partir de la cual una persona pueda acceder a un subsidio de jubilación me parece absurdo. No se puede privar de la medicación a una persona que aportó toda su vida. Sobre todo, porque tenés para recortar en otros lugares, como en la parte del turismo social, de ingreso a espectáculos. Eso se puede llegar a entender. Pero no cortarle la medicación a un jubilado que gana una vez y media la mínima, que son 8.500 pesos, o que tiene un auto de menos de diez años de antigüedad, sin importar el valor del vehículo.

–¿Cómo está trabajando la Comisión de Defensa al Consumidor?

–Este año, la mayoría de las comisiones tiene gente del Pro, por eso hay muchos proyectos que se traban y no ven la luz. Se nos complicó avanzar con proyectos de Defensa al Consumidor con sectores que son muy concentrados. Particularmente, con el sector bancario. Hubo un proyecto muy interesante de Hernán Arce, presidente de la comisión, que sabe mucho de derecho al consumidor, para que los bancos te dijeran en los cajeros si las transacciones tienen costos. No pudimos avanzar porque, supuestamente, era un trabajo contra la autonomía del Banco Central. Una pavada. Yo había presentado un proyecto para digitalizar los resúmenes de tarjeta de crédito, que no se mandaran en papel sino que pudieras optar por recibirlo por internet. Lo que planteé es que el banco bonificara los gastos administrativos. Otra vez no. Nos está pasando eso: el Pro se está cerrando a trabajar con temas de defensa al consumidor, sobre todo cuando tocan a sectores muy concentrados, como bancos, telefónicas, empresas de cable o cadenas de electrodomésticos. Por eso, el traspaso del fuero de Defensa al Consumidor, si se trabaja bien y es ágil y gratuito, calculo que le va a dar una dinámica distinta, porque la gente va a tener dónde reclamar. El acceso a la Justicia es un beneficio.

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