Los custodios, bajo la lupa

Los custodios, bajo la lupa

Los diez efectivos de la Policía Federal que integraban la custodia de Nisman no habrían cumplido el protocolo indicado en casos de extremo riesgo. ¿Por qué tardaron tanto en actuar?


En el caso Nisman hay pocas certezas. Lo que cada vez queda más claro, es que el fiscal no se habría suicidado por voluntad propia. Entonces, la hipótesis más firme es que fue inducido al suicidio. Esto pone la lupa en lo que sucedió el fin de semana y en particular en las personas más cercanas a Nisman. Y esto lleva a posar la mirada en la custodia y en la persona que le acercó el arma con la cual se terminó matando.

El funcionamiento de la custodia, integrada por diez efectivos de la Policía Federal, tiene muchos puntos débiles. Los expertos consultados por Noticias Urbanas, aseguraron que en un caso de extrema peligrosidad como en la que se encontraba Nisman –que estaba a punto de presentar una denuncia en la Cámara de Diputados contra la Presidenta de la Nación- la custodia entra una etapa de mayor atención y se refuerza el control sobre el custodiado.

“En los casos de custodia lo que debe prevalecer es el peligro de potencial por sobre los deseos del custodiado. Sus órdenes sólo pueden ser consideradas sino fragilizan el sistema de vigilancia. En casos extremos, el jefe de la custodia no deberá acatar ninguna medida que ponga en peligro al custodiado y comunicar en forma inmediata a su superior tal circunstancia”, le dijo a Noticias Urbanas el licenciado en seguridad y comisario inspector retirado de la Policía Bonaerense, Luis Vicat.

Vicat, que estuvo de varias custodias importantes, aseguró que por más que el custodiado no quiera, la custodia debe extremar las medidas en un caso de tanta magnitud como en el que se encontraba Nisman.

“Ese fin de semana, no era un fin de semana más para la custodia del fiscal, ellos estaban en alerta rojo, lo que quiere decir que tenían que reforzar la protección del custodiado porque Nisman se encontraba viviendo jornadas de alto riesgo”, le dijo a este medio un comisario de la Federal.

Entonces, en base a estos datos, el accionar de la custodia se pone en tela de juicio. Se mantuvieron fuera del edificio sin permanecer cerca de Nisman. Aunque este no quisiera la custodia debía estar cerca. Luego se dejó entrar como pancho por su casa y sin siquiera ser revisado al colaborador que le llevó el arma con la cual se terminó quitando la vida.

Tampoco, se sabe que sucedió entre este colaborador y Nisman. Pudieron haberse peleado o discutido, inclusive hasta llegar a recibir un mensaje de una tercera persona, a través de ese colaborador, ya que el único que dice que el fiscal le pidió la pistola es él. Porque, obviamente, el fiscal está muerto. Entonces, la situación se complica, ya que hay que creer en lo que dice el colaborador. Aunque nadie sepa si eso es verdad.

La otra cuestión se centra en la tardanza con la que actuó la custodia para entrar al departamento. Las horas que pasaron sin tener noticias del fiscal son claves en la investigación. ¿Por qué dieron tantas vueltas, llamando a la madre y al cerrajero y no optaron por tirar la puerta? Esto no tiene lógica, tomando en cuenta las horas que hacía que no se sabía nada del fiscal.

Y por último, ¿por qué el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, llegó tan rápido al lugar? Incluso antes que el juez y la fiscal. ¿Quién le aviso? Todo indica que fue la custodia de la Federal.

En todo caso policial es aconsejable no perder de vista la cuestión principal: la escena donde se encontró la víctima. Y las últimas personas que tuvieron contacto con la víctima. Si esa escena es alterada, la verdad es mucho más difícil de encontrar. Y el culpable no está lejos de quienes alteraron la escena.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...