El Gobierno porteño llevó a cabo un operativo de limpieza en la peatonal Florida y removió 90 mil chicles. Esta campaña busca evitar que los vecinos continúen tirando gomas de mascar, ya que pueden llegar a contener hasta 70 mil bacterias y hongos.
La iniciativa creada por la Ciudad, busca poner en marcha la concientización de los habitantes para evitar que continúen tirando estas golosinas en las veredas. Además, un chicle en el suelo se torna una mancha negra y gris, que parecieran asemejarse a restos de asfalto.
Para llevar a cabo este operativo, el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, dirigido por Eduardo Macchiavelli, informó que se recurrió a un método de limpieza criogénica: huelo seco suave con un aditivo especialmente desarrollado para la tarea. “La temperatura helada (-79º) provoca la contracción desigual de la capa residual y la superficie subyacente, lo que debilita la adherencia entre ambos”, indicaron desde la cartera.
“Cuando el hielo seco sublima, es decir que pasa directamente del estado sólido al de vapor, el aumento violento de volumen termina de desprender el recubrimiento”, detallaron.
A su vez, indicaron que se decidió usar este método ya que no se generan residuos secundarios. “Además, la limpieza criogénica no requiere el uso de solventes ni químicos. Y el principal insumo es reciclado de otros procesos industriales”, destacaron desde el ministerio.
Por su parte, el director de limpieza de la Ciudad, Renzo Morosi, indicó que este plan se puso en marcha hace unos meses en las calles porteñas, sobre todo en el área del Microcentro. “Una vez que logramos ordenar y sistematizar estas tareas, incorporamos también el hidrolavado. Con la limpieza de las veredas, los chicles empezaron a verse cada vez más, pero al mismo tiempo era imposible removerlos. Por otro lado, detectamos que Florida era la calle más afectada por los chicles y colillas de cigarros, afirmó Morosi.
Para efectuar el saneamiento con esta técnica criogénica, la dirección emplea una máquina, similar a una pistola, que libera el hielo seco a alta velocidad; fue fabricada en Argentina y la manipula un operario. La limpieza de la peatonal demandó un mes de trabajos nocturnos, para que luego la dirección comenzara una campaña de concientización entre los peatones, señalizando los cestos y comercios de la zona.
Cabe destacar que las gomas de mascar son peligrosas para las mascotas y para las aves. Les atrae el azúcar, los picotean y se les pegan en el pico; pero también en las patas, cuando intentan sacárselo que, si fallan, mueren sofocadas.
Los chicles son un problema en la mayoría de las grandes ciudades. En Manhattan, las veredas características de cemento mejorado, están llenas de chicles. En Singapur escupir chicles es una falta, penada con multas. En Londres, el artista plástico Ben Wilson los aprovecha y los transforma en obras de arte. En Barcelona, las veredas de La Rambla son las más afectadas. En Grecia, las autoridades del Teatro Odeón de Herodes Atticus, ubicado en la Acrópolis de Atenas y construido en el año 161, realizan campañas periódicas para advertir a la gente sobre los daños que provocan los chicles en la estructura; los controles se intensificaron a partir de 2006, el año en que el Odeón debió cerrar sus puertas por culpa de 27 kilos de chicles pegados por todos lados.