La canasta básica aumentó 12,2% y se necesitan $319.422 para no ser pobre

La canasta básica aumentó 12,2% y se necesitan $319.422 para no ser pobre

La cifra corresponde a septiembre y fue informada por el INDEC.


El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que, en septiembre, la canasta básica total se incrementó en un 12,2%, por lo que una familia compuesta por dos adultos y dos menores necesitó $319.422 para no ser considerada pobre. En consecuencia, el índice creció un 109,4% en 2023 y tuvo una aceleración de 149,1% interanual.

Además, para no caer debajo de la línea de indigencia, el mismo modelo familiar precisó ingresos por $147.881, lo que evidencia un aumento del 13,2% respecto a agosto.

Así, el umbral marcado por la canasta básica alimentaria acumuló una suba de 120,1% en los últimos nueves meses y un 160,7% interanual.

En comparación con el Índice de precios al Consumidor, la canasta alimentaria quedó un 0,5% por encima.

De manera individual, una persona requirió de $103.373 para no caer bajo la pobreza y un mínimo de $47.858 para no ser indigente.

De la misma forma, una familia de tres integrantes necesitó de $254.297 y $117.730, respectivamente.

En grupos de cinco miembros, los montos fueron de $335.962 para no ser pobre y de $155.538 para no caer en la indigencia.

Además, el INDEC difundió la valorización mensual de la canasta de crianza: en septiembre fue de $141.320 para menores de 12 meses y $166.877 para aquellos que tienen hasta tres años. Este indicador releva por un lado los costos mensuales de los bienes y servicios esenciales para la protección de la primera infancia, la niñez y la adolescencia.

Presión sobre los salarios

El aumento acelerado de los precios de los productos de primera necesidad ejercen presión sobre los niveles de pobreza e indigencia, más aún teniendo en cuenta la dificultad de los salarios para seguir el ritmo de incrementos.

Aún no se publica la evolución del índice de salarios del Indec correspondiente al noveno mes del año, pero los últimos datos publicados muestran que hasta julio los sueldos de los trabajadores privados formales estaban perdiendo la carrera contra los precios. Hasta ese momento los asalariados registrados habían tenido un ajuste promedio del 63,2%, un valor que igualaba a la CBT acumulada a ese mes, pero que quedaba por debajo de la canasta alimentaria, que en los primeros siete meses registró una suba del 66,2%.

Fue peor el escenario de los asalariados informales, que en los primeros siete meses tuvieron un ajuste de sus ingresos de 50,9%, contra el 63,2% de la CBT y el 66,2% de la CBA.

Los únicos que hasta ese momento habían superado el nivel de incremento de los productos de primera necesidad fueron los asalariados del sector público, que acumulaban un ajuste del 70,2% en ese período.

El jueves 28 de octubre el Indec publicará el resultado del índice salarial de agosto, mes en el que los precios aumentaron a un ritmo récord, impulsados por la devaluación post elecciones.

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