La Asignación Universal por Hijo hizo descender la pobreza

La Asignación Universal por Hijo hizo descender la pobreza

Una investigación de la Universidad Católica Argentina revela que la contribución además logró que disminuyera la deserción escolar y en consecuencia, el riesgo de que los chicos tengan que trabajar.


Según datos dados a conocer recientemente, la Asignación Universal por Hijo (AUH) , programa que desde 2009 lleva adelante el Gobierno Nacional, consiguió tener un impacto en materia de bienestar económico en los hogares y contribuyó a salvar a los chicos de vivir con “inseguridad alimentaria” (tener episodios de hambre).

Los resultados se desprenden de un estudio realizado por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que también muestra que mejoró en forma significativa el nivel de inserción de los niños y adolescentes en el sistema educativo.

Según el estudio, basado en la encuesta que anualmente realiza la UCA, entre los menores de entre 5 y 17 años que son beneficiarios de la AUH (se tomó una muestra de más de 3500 casos) trabajaba el 14,3% en el promedio de los tres años considerados (2010 a 2012).

Entre los chicos del “grupo de comparación” el índice resultó de 16,7%. En este segundo grupo se incluyó a menores que viven en una situación vulnerable, comparable a la de los asistidos por el plan, pero que no lo cobran.

En base a los índices la AUH se redujo en un 14% el riesgo de que los chicos trabajen por motivos económicos y entre el 2010 y 2012 hubo una caída de la tasa de trabajo infantil.

Al programa se le atribuye un resultado más significativo en el aumento de la tasa de escolaridad. El índice de no asistencia a la escuela fue, en el promedio de los tres años considerados, de 3,6% entre los beneficiarios, mientras que en el grupo de comparación ese déficit afectó al 9,5 por ciento. “Se redujo en más de 60% el riesgo de no asistencia escolar”, afirma el estudio.

El mayor impacto se dio donde se registraron entornos emocionales favorables y en hogares donde la madre es mayor de 25 años. Entre los que no lo cobran, la situación empeoró año tras año y afecta más a los varones. El problema se concentra en los jóvenes de 13 a 17 años, es decir, aquellos que deberían asistir al secundario.

Entre sus condiciones, la AUH contempla la obligatoriedad de certificar la asistencia a la escuela. La transferencia, que se paga desde fines de 2009 y que abarca a unos 3,4 millones de menores de 18 años, tiene un mecanismo por el cual mes a mes se paga el 80% del monto vigente (hoy, $ 664) y el resto se percibe si se demuestran la escolaridad y la atención sanitaria.

En cuanto a los efectos sobre los ingresos per cápita de los hogares, el informe establece que la AUH redujo en un 35% la posibilidad de estar en situación de pobreza extrema. Se tomó como referencia una canasta básica alimentaria de $ 450 por persona (dato para 2012) y se concluyó que en las familias con asignación el 13% de los chicos de hasta 17 años está por debajo de ese ingreso, en tanto que entre los que no cobran el índice llega a 19,9%. Si se duplica el valor de la canasta (900 pesos por persona), los que quedan por debajo de la cifra (dado el nivel de ingresos de sus familias) son el 62,5 y el 65,6%, respectivamente. En este caso, se concluye que el plan reduce en un 4,8% la posibilidad de caer en situación de pobreza (no extrema).

Te puede interesar

Qué se dice del tema...