La AGTSyP pide no abrir nuevas estaciones de la Línea B

La AGTSyP pide no abrir nuevas estaciones de la Línea B

Los sindicalistas detectaron una larga serie de defectos en las instalaciones de las estaciones Rosas y Echeverría, que están cercanas a inaugurarse. Piden que no se haga esto hasta repararlos.


Los directivos de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), denunciaron que “existen serios riesgos en las estaciones Juan Manuel de Rosas y Esteban Echeverría en cuanto a seguridad para los pasajeros”, por lo que solicitaron que se reparen antes de abrir esas estaciones al público.

En una denuncia que ya fue presentada ante Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase), que depende del gobierno porteño, los gremialistas señalaron que ambas estaciones de la Línea B -cuyas instalaciones permanecieron varios años sin ser completadas- “están en pésimas condiciones de seguridad”.

“En ese estado no es posible prestar servicio o trabajar, por eso denunciamos ante las autoridades correspondientes la situación y lo advertimos a la opinión pública, para que nadie pueda hacerse el desentendido”, dijo el secretario adjunto de AGTSyP, Néstor Segovia.

El sindicalista manifestó que “las filtraciones son peligrosísimas, cuando caen dos gotas las estaciones se llenan de agua y se acercan demasiado al tercer riel que está electrificado”, para denunciar que también “hay agujeros propios de la obra que todavía están abiertos y rajaduras en las paredes por donde filtra agua todo el tiempo”, concluyó.

Un informe muy preciso

En el informe que realizaron los miembros de la Secretaría de Higiene y Seguridad de la AGTSyP, éstos puntualizaron una serie de fallas en la seguridad de la Estación Rosas, que afectarían la labor de los empleados para el caso de que no fueran reparadas.

Bajo el título de Riesgo eléctrico, los miembros del equipo detectaron que hay flitraciones en paredes y techos del Vestíbulo Roosevelt, que afecta los tableros eléctricos.

Paralelamente, relevaron “flitraciones en el Vetíbulo Monroe. En la lluvia del dos de abril, el agua ingesó en torrentes a la estación, llegando al nivel de los tomacorrientes y dañando el piso de la boletería”.

Los sindicalistas anunciaron también que los sistemas de achique deben funcionar permanentemente al nivel del andén, que es el nivel más bajo. A veces el achique no da abasto -dicen-, por lo que se encharcan la sala de máquinas de la escaler y la zona de ascenso y descenso de pasajeros.

Además, prosiguen, “en un nivel más bajo, en el extremo que da hacia la calle Echeverría, están la sala de ventilación forzada y la sala de bombas. Es un sector altamente anegable, que implica riesgo para los trabajadores. En la sala de bombas hay un declive defectuoso y en la sala de ventilación aún está la marca de la inundación, a 40 centímetros de altura”.

En el ítem riesgo ergonómico, los sindicalistas detectaron que en las boleterías tienen apoyapiés a una altura inadecuada porque se bajó la altura del escritorio, por lo cual, cuando se abre el cajón, se golpean las rodillas si no se para el empleado antes de abrirlo.

En las instalaciones para el personal, existen filtraciones en el vestuario de las mujeres, por lo que hay luminarias deterioradas. Además, el depósito de uno de los inodoros no funciona. En el vestuario de hombres existen problemas similares en el rubro de las luminarias y las filtraciones. Además existe un cartel de salida que debería ser cambiado de lugar porque la anuncia adonde no está.

La sala de descamso de los conductores, por su parte, es un recinto de 3 metros por un metro y medio, sin ventanas. La sala del jefe de tráfico mide un metro y medio por uno ochenta y resulta demasiado pequeña porque da cabida a sólo dos personas para trabajar en el lugar. La sala de descanso de los señalistas mide tres metros por uno y medio y no hay ventilación. Allí existe una bomba de achique, pero a su lado están los comandos de señales, que poseen un sistema extintos a base de dióxido de carbono, que es altamente tóxico si no hay ventilación adecuada, lo que es altamente probable en una instalación subterránea. Finalmente, el vestuario de los maniobristas es unisex, por lo que damas y caballeros deberían cambiarse juntos en el miso lugar. Un despropósito, a no ser que Sbase esté promoviendo la promiscuidad y el aumento de la natalidad.

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