En la provincia de Buenos Aires, un solo voto de más alcanza para ser gobernador o gobernadora. La ausencia de segunda vuelta en la legislación electoral provincial es el punto que más preocupa a los aspirantes para la gobernación de Juntos por el Cambio (JxC).
Al menos seis nombres surgen dentro del Pro para competir por la sucesión de Axel Kicillof: Diego Santilli, Cristian Ritondo, Néstor Grindetti, Joaquín de la Torre, Diego Valenzuela y Javier Iguacel. Otros dos, en tanto, se postulan como posibles candidatos del radicalismo: Martín Tetaz y Gustavo Posse. Aunque también se podría agregar, en caso de que haya un acuerdo electoral, a José Luis Espert ya Cynthia Hotton.
De esa decena de nombres, hay uno que marca una ventaja clara sobre el resto, al menos en las encuestas que vienen midiendo la intención de voto. Trabajando en su candidatura desde el día después de que fue electo diputado nacional bonaerense en noviembre de 2021, Diego Santilli duplica o triplica, según el caso, al resto de sus rivales dentro de la interna de Juntos por el Cambio (JxC).
Con el respaldo de Horacio Rodríguez Larreta como principal bastón político, el “Colo” también viene construyendo buenos lazos con intendentes del interior y del conurbano, pero sobre todo aventaja al resto en la construcción de un vínculo estrecho con el radicalismo provincial, que tiene a Maximiliano Abad como titular, y especialmente con Elisa Carrió, recientemente lanzada como precandidata a presidenta por la Coalición Cívica.
Además, si bien no lo promueven, tiene sintonía fina en la relación con Macri, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal, los otros postulantes nacionales dentro del Pro.
Esos factores parecen darle un plus sobre el resto, que hasta ahora se refleja en las encuestas. La más nueva es una de Federico González, que en un paquete total de ocho precandidatos cambiarmistas lo ubican con 11,2% de intención de voto, siete puntos arriba de Ritondo (4,2%) y muy por encima del resto de los posibles contendientes en las primarias. Entre todos redondean un 27,6% que no alcanza para llegar a los 32,2 puntos que, en principio, suman Kicillof y Martín Insaurralde, los dos que sondean del Frente de Todos (FdT).
En otro escenario a gobernador de Zuban Córdoba, la diferencia que saca es más notoria. Alcanza los 28,4 puntos contra 7,5 de Ritondo, que queda por debajo de Espert, quien trepa a 7,6%.
Si se sumara a los tres, en caso de que el economista finalmente se incorporara a Juntos por el Cambio (JxC), llegarían a un 43,5% y superarían por buen margen al kirchnerismo, que tiene en la muestra a Kicillof con 33, 9% ya Insaurralde con 5,8%, un global de 39,7%.
Un tercer informe de febrero, de Circuitos, sitúa a Kicillof con 24,6%, Santilli con 16,7%, Ritondo con 9,4% e Insaurralde con 5,8%. La sorpresa ahí vuelve a ser Espert, con un 8,3% de votos posibles.
Esa última encuesta, tal vez como ninguna otra, refleja que Juntos por el Cambio (JxC) está casi obligado a presentar una pata liberal/libertaria en la boleta para gobernador, si quiere debilitar a Javier Milei, el presidente que cotiza entre 10 y 15 puntos desde antes de empezar la campaña y que todavía no definió a su candidato a gobernador.
En las legislativas de 2021 Espert sacó 7,5 puntos porcentuales y se convirtió en diputados nacionales desde su frente Avanza Libertad, mientras que otro 2,9% fue para Hotton, hoy funcionaria porteña, pero con expectativas de competir de nuevo por la gobernación como referencia del voto evangelico ascendente. Entre ambos superaron el millón de votos, cifra nada despreciable que puede volcar la elección de un lado u otro.
Santilli, que prepara para estos días su ya decantado lanzamiento, está convencido de que tiene que sumar a ambos para fortalecer la oferta electoral. Pero desde el Pro se imagina como candidato único, más allá de que Bullrich recuperó limpiamente al tándem Grindetti-De La Torre-Iguacel, y de que Macri respalde al intendente de Lanús ya Ritondo.
El objetivo desplazar a Kicillof
Dentro de Juntos por el Cambio (JxC), aún con matices, hay una coincidencia, resumida en la siguiente frase: “Si somos Gobierno, va a ser muy difícil transformar el país si tenemos al peronismo adentro en la provincia de Buenos Aires”.
Más que una convicción, parece un pronóstico de lo que puede pasar a partir del 10 de diciembre. Un escenario diferente al de 2015, cuando Vidal le ganó un candidato creado en ese momento porque Daniel Scioli no tenía posibilidad de ser reelecto.
Kicillof, en cambio, no sólo puede ir por otros cuatro años, sino que al menos desde lo que muestran las encuestas, aparece con poco daño de imagen de gestión en comparación con Alberto Fernández o la propia Cristina Kirchner. Si el gobernador se mantiene como un candidato diferenciado a la Vice, difícil de bajar, asegura en off será un encuestador de primera línea.
Por eso, sobre todo, Santilli apunta en sus críticas al actual mandatario provincial. “Polarizamos y confrontamos todo el tiempo con Axel. Nosotros nunca atacamos a nadie en la interna y siempre estuvimos focalizados en diferenciarnos de la gestión de Kicillof”, resumen suyo sobre la estrategia a seguir en los próximos meses.