Jaque mate: Felipe Solá revisará las designaciones de embajadores de Faurie

Jaque mate: Felipe Solá revisará las designaciones de embajadores de Faurie

El Gobierno pretende dar de baja las designaciones del excanciller, al marcar que no eran funciones que le correspondieran.


Como si de un juego de ajedrez se tratara, el saliente canciller Jorge Faurie y el recién asumido Felipe Solá se sacan chispas para ubicar sus mejores fichas en cada embajada.

El Gobierno revisó algunas de las últimas designaciones que ordenó Faurie en el exterior durante las semanas previas a dejar el cargo. También decidió mantener en observación otros nombramientos, entre los que figuran puestos de primera línea.

El ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, decidió que los flamantes cónsules de Nueva York, Gabriel Suárez Salvia; de Madrid, Eduardo Angeloz; de Hong Kong, Francisco Sahores; de Toronto, Gustavo Infante, y de Milán, Luis María Sobrón, deberán volver a la Argentina.

Si bien oficialmente todavía no se suspendieron los nombramientos, en el Gobierno creen que el extitular de la Cancillería se extralimitó en sus funciones al designar a personal y funcionarios cercanos poco antes de dejar el poder, lo que podría condicionar directa o indirectamente la tarea de su sucesor, Felipe Solá.

Uno de los cargos clave y con fuerte impacto en la política exterior del nuevo Gobierno es la representación argentina ante la Organización de Estados Americanos, lugar donde Faurie designó a Daniel Raimondi, quien fuera su vice en la Cancillería y mantiene entre otras cosas una posición de condena permanente al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, al que Alberto Fernández le reconoce legalidad y legitimidad.

El resto de los nombramientos son menos sensibles, pero ocupan cargos que de todas maneras la nueva gestión quiere revisar. Se trata de 22 secretarios nombrados en diferentes dependencias y 16 traslados luego de dos años de trabajo en destinos supuestamente “insalubres” o “peligrosos”, argumentos que también serás revisados por Solá.

En su momento, el presidente electo, Alberto Fernández, había manifestado su rechazo a los nombramientos y Faurie los defendió explicando que en todos los casos se trataba de personal con experiencia en el área de relaciones internacionales y que además cubrieron las vacantes que se habían producido por el recambio del personal y la partida de algunos funcionarios.

La realidad es que algunas de las designaciones que Solá quiere revisar representan un problema político como el cargo de representante en la OEA y los embajadores en Austria y Países Bajos, pero otras son simplemente cuestiones técnicas, en las que se quiere revisar si las promociones y nombramientos se ajustaron a algún criterio o fueron discrecionales.

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