Larreta y Bullrich apuestan a nuevos “gurúes” de campaña

Larreta y Bullrich apuestan a nuevos “gurúes” de campaña

El jefe de gobierno porteño apuesta a Federico Di Benedetto; la exministra incorporó al consultor Derek Hampton.


La disputa entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se libra en todos los planos, sobre todo en aquellos donde se ajustan sus estrategias políticas y de comunicación para seducir al electorado.

La transición de liderazgos que arrancó en Pro con la derrota de 2019 también se reflejó en el terreno de la comunicación política. Desde que Macri dejó la Casa Rosada, Jaime Durán Barba y Marcos Peña no se encargan de marcar los lineamientos de las campañas proselitistas ni de unificar el relato o “narrativa” del principal partido opositor.

En la sede porteña de Uspallata reconocen que Larreta mantiene el vínculo con Durán Barba, pero niegan que el consultor tenga una participación activa en el esquema comunicacional de la Ciudad.

Quien se ocupa de intercambiar visiones con el tándem Durán Barba-Nieto es Di Benedetto, una pieza clave en el esquema larretista.

En ese marco, la estrategia del alcalde porteño está a cargo de Di Benedetto, quien se dedicó casi full time de la campaña en la provincia de Buenos Aires, donde compitió Diego Santilli en las legislativas pasadas.

En tanto, Julia Pomares, jefa de asesores de la Ciudad, se ocupa de la “narrativa” del proyecto presidencial de Larreta y de coordinar con las fundaciones de JxC el diseño del plan 2023.

Días atrás, Larreta amplió el radio de acción de Pomares: tras la salida de Juan José Méndez del gobierno porteño -se irá al exterior-, la exdirectora ejecutiva de Cippec se encargará de la vinculación política con los socios de la coalición y el relacionamiento con el establishment, entre otras áreas.

Los “gurúes” de Larreta también detectan niveles alarmantes de mal humor social y una fuerte incertidumbre por la situación económica. “Es un tiempo complejo. Hay mucho dolor en la sociedad y un descontento generalizado”, aseguran. Inquietos por la crisis y la conflictividad social, los asesores del alcalde entienden que el país muestra signos de “anomia”.

Los extremos hablan más fuerte, pero eso no supone que ganen volumen. Los polos no crecen: son más intensos y ruidosos, pero más finitos”, dicen cerca de Larreta. La “grieta”, señalan, es entre la política y el electorado. Por eso, visualizan que pueden capitalizar a la porción de la sociedad que luce desinteresada de la política y rechaza la pelea entre los dirigentes.

“Hay más gente desconectada de la realidad, lejos de la grieta política, que pide más moderación y que le resuelvan sus problemas”, explican. Por eso, más allá de la gestión, Larreta reforzará tres ejes temáticos en sus discursos: inflación, empleo y seguridad.

La estrategia de Bullrich

Decidida a competir por la presidencia y enfrentar a Larreta en las PASO, Bullrich también se movió para profesionalizar sus equipos y su modelo de comunicación. Desde el año pasado, la exministra exploraba el mercado de la consultoría para encontrar un asesor o estratega. Después de entrevistar y desechar algunos candidatos, la titular de Pro cerró hace unos dos meses con Derek Hampton, de la consultora Move.

Especialista en comunicación política estratégica, Hampton mantiene reuniones periódicas con Bullrich y se ocupa de analizar los datos que se desprenden de los focus groups. Estudió en la Universidad Católica Argentina y se graduó en gerencia política en la George Washington University, donde Durán Barba es docente. Hampton cultiva un bajo perfil y se especializa en investigación. Pasó por la consultora Greenberg Quinlan Rosner y trabajó para políticos, gobiernos, ONGs y empresas en la Argentina, México, Perú, Guatemala y Nicaragua.

Hampton tiene una larga relación con Pro. De hecho, trabajó en la campaña de Gabriela Michetti en 2015, cuando la entonces senadora enfrentó a Larreta en la interna por la sucesión de Macri. En ese momento fue Federico Pinedo quien lo acercó a Michetti.

Bullrich decidió contratar hace dos meses Hampton para profesionalizar su campaña con miras a 2023. Los honorarios del consultor se cubren, dicen los laderos de la exministra, con los fondos que recauda en los almuerzos de los miércoles con empresarios.

“Somos austeros”, se jactan. Y se quejan de la diferencia de recursos entre la exministra y Larreta, quien controla la caudalosa caja porteña.

Bullrich y Hampton se reúnen una vez por semana para analizar los datos de focus groups, los indicadores del clima social y encuestas. En paralelo, repasan los ejes de la semana y los temas de coyuntura. Es más, el asesor ya comparte un grupo de WhatsApp con Bullrich e interviene en los “asuntos más sensibles”. Por caso, sugirió que la exministra apelara a un tono irónico o apostara por una respuesta con altura después de que Cristina Kirchner sugiriera que Bullrich estaba alcoholizada cuando se refirió al pedido de condena contra la vicepresidenta en la causa vialidad.

Al igual que la mayoría de los consultores, Hampton alertó a Bullrich sobre un clima social inquietante de cara a los próximos comicios. Percibe un creciente desinterés en la política y un profundo pesimismo sobre el futuro en la opinión pública. Según fuentes de su entorno, el consultor de Bullrich está convencido de que la polarización se acentúa y que “hay una demanda de cambio” del statu quo.

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