El escrutinio definitivo que dio a conocer la Junta Electoral de la provincia de Buenos Aires ratificó los resultados del conteo provisorio para el tercer y cuarto lugar y refrescó el recuerdo de sabor a poco con el que se quedaron los candidatos a senadores Sergio Massa (1País) y Florencio Randazzo (Frente Justicialista Cumplir).
En la lista para la Cámara alta, el cristinismo y Cambiemos casi empataron en 34 por ciento (con la levísima ventaja de 0,21% para la expresidenta), en tercer lugar se ubicó el candidato de 1País, con 1.451.688 votos (15,26%), mientras que el cuarto puesto fue para Florencio Randazzo, con 559.516 (5,88%). El quinto más votado fue Néstor Pitrola, del FIT, que obtuvo 317.555 votos (3,34%), dejando tras él un tendal de partidos minoritarios que no consiguieron superar el umbral del 1,5 por ciento.
El escrutinio definitivo le reconoció más de 60 mil votos extra al líder del Frente Renovador, pero sin embargo le achicó la porción de la torta que le había asignado el provisorio aquella noche, con 15,53%. La única buena noticia fue que se ratificó su escueto triunfo en Tigre tanto a nivel nacional como municipal (aunque por poco más de mil sufragios).
El panorama en el massismo es desalentador. Todavía les cuesta digerir no haber alcanzado el mágico número 20, con el que querían demostrar que la polarización no era tal y que había margen para las terceras opciones. Ellos se sabían terceros, pero no tan lejos.
Por lo pronto, y luego de varios días de análisis y de cruzamiento de datos, el GPS massista empieza a indicar nuevas rutas de cara a octubre. El desafío principal es mantener el porcentaje obtenido y, si la centrifugadora de la grieta no los devora, crecer algún punto porcentual. Por supuesto, los votantes de Randazzo son el bocado a degustar.
Massa tiene decidido retomar sus recorridas por el territorio bonaerense en los próximos días, haciendo foco en los distritos de la Primera Sección y del norte del interior provincial, en los que su equipo considera haber hecho una buena elección. El caballito de batalla será “agradecer” a quienes eligieron su boleta, que acompaña Margarita Stolbizer, y un llamamiento a “luchar por los valores” del espacio que conformaron, según señalan desde 1País.
Además, está decidido que se potenciará el contacto cercano con los bonaerenses y un discurso general de campaña matizado: menos eje en las propuestas (lo de “Bajemos los precios” entraría a cuarteles de invierno) para pasar a una retórica que apele más a la emocionalidad de ese casi tercio del electorado que nunca votaría ni a Cristina ni al Presidente.
Como es costumbre desde 2015, el Frente Renovador abrió sin aviso el libro de pases en momentos de inestabilidad de la conducción del partido. Esta vez fue de ida y vuelta: por un lado, el diputado bonaerense Marcelo Di Pascuale oficializó su salida del bloque massista de la Legislatura provincial para conformar un monobloque. Pero, por otro lado, el tigrense sumó a su tropa a Ezequiel Auspitz, quien fuera el líder de la agrupación juvenil La Florería, la primera marca electoral que impulsó la fallida precandidatura presidencial del exministro de Cristina. Auspitz figuraba en el puesto 13º de la boleta para diputados nacionales del PJ Cumplir y anunció su renuncia con críticas a Randazzo y elogios a Massa.
Esta fuga provocó una reacción en el sector del hombre de Chivilcoy, que pidió a un grupo de candidatos a concejales y referentes de su espacio que dieran a conocer una carta pública en la que recuerdan que La Florería “dejó de funcionar a fines de 2015” y que el tránsfuga devenido en massista pecó de “especulación individual”.
“Los compañeros de decenas de distritos seguiremos militando junto a miles que siguen levantado las banderas del peronismo bajo la conducción de Florencio Randazzo”, dijeron en la misiva. Sin embargo, el exministro sabe que, hoy por hoy, Massa –aunque alicaído– cuenta con un poder de fuego mucho mayor para ofrecer agua en el desierto en que se convirtió la Provincia para el peronismo no kirchnerista.
Randazzo también apela al corazón del antimacrista que reniega de la grieta y quiere jubilar a la expresidenta, y planea insistir con el lema “Que nadie elija por vos”, como ya lo exhibió en sus redes sociales. “Los votantes nuestros son votos duros, votaron ya sabiendo que no ganábamos y que salíamos cuartos, y por eso no creemos que los perdamos”, explica uno de los operadores randazzistas.
Todavía reflexionando su estrategia con los números en la mano, el equipo randazzista es consciente de que tanto Cambiemos, el kirchnerismo y 1País quieren desplumarle los sufragios a merced del voto útil. Sin embargo, ellos creen que aún pueden mejorar en algunas localidades de la Primera Sección y en el interior.
En el microcosmos peronista todos saben que Randazzo y Massa se tienen un notable desprecio personal que viene desde los tiempos en que compartían puestos en el gabinete de Cristina. Hoy siguen en veredas enfrentadas, aunque emparentados por la supervivencia. Pero sobre fin de año será otra la dama que los lleve a enfrentarse. No son pocos los que, cerca de Vidal, ya piensan en cómo dividir y reinar entre los futuros legisladores bonaerenses de 1País y el PJ Cumplir para garantizarse la aprobación de las leyes con menos costo que en este último año y medio. Porque aunque aún resta la parte más feroz de la campaña, todos saben que en diciembre comienza una nueva historia.
