De otro planeta

De otro planeta

Con dosis idénticas de estética kitsch, humor chabacano y fusión musical, la banda hace base en Buenos Aires. Conozca a estos superhéroes del amor.


Cuenta la historia oficial de Los Coholins que hace muchos pero muchos años, en el planeta Angol, de la galaxia Kator, reinaban la paz y la alegría. Pero un día, como suele pasar en las novelas, sucedió lo impensado: un ser maligno interrumpió el júbilo de los angolios, decidiendo apoderarse del planeta. Entonces, los reyes eligieron a nueve niños para salvar Angol, enviándolos al espacio en cápsulas térmicas de 20 gigawatts. Al tiempo, esas cápsulas cayeron dispersas por toda la Tierra, pero la fuerza cósmica de todos modos reunió a aquellos por entonces futuros héroes. En eso estaban, conociéndose, cuando Wilson Firulais, un viejo científico ?internetiano?, como él mismo se define, ni más ni menos que el creador del wifi, de voz estridente, dio inicio a un foro de ?personas con poderes? para contactar a Los Coholins. Porque, claro, varias de sus investigaciones habían arrojado el mismo resultado: había que apadrinar a esos muchachos superpoderosos. Y los contactó. Así fue como Mistery Nose, Sergio Corazón Love, Tato Perfume, Toti Tutú, El Ingeniero del Amor, Karateca del Espacio, El Joven Manos de Cintura, Darö Larousse y Shico Fatiga Mc se juntaron, hace algunos años ya, en San Luis, bajo el ala protectora de Firulais, que dirigía la batuta. A partir de ahí, se entrenaron, aceitaron sus poderes y se trasladaron a Mendoza, donde, relatan, había muchos problemas por resolver. Y ahí fue cuando Wilson les presentó un desafío mayor. Los mismos Coholins recuerdan lo que les dijo: ?Muchachos, tienen que ir a Buenos Aires para poder aprender nuevas técnicas musicales y de lucha?. Así, fundaron El Palacio del Amor, a escasos metros de la más histórica de las plazas. Sí, Plaza de Mayo.

Ahora bien, narra la historia, la historia a secas, que esta banda surgida en los pasillos de la Universidad Nacional de San Luis, formada por estudiantes de Producción Musical, hoy tiene a muchachos que tocaron en la última Fiesta Nacional de la Vendimia, en la Fiesta Clandestina de Groove y en la Fiesta del Payaso, por el oeste del conurbano, e hicieron, por ejemplo, la cortina del programa radial de Diego Korol, Al ataque, casi tan bizarro como su paralelo televisivo, Sin codificar. No, no es una casualidad, sino pura causalidad: si hay una banda bizarra, señoras y señores, ésa es Los Coholins.

Por momentos, puede sonar a Los Decadentes o incluso a Los Caligaris, que son una suerte de Decadentes pero cordobeses. Sin embargo, no, son otra cosa. Entonces, ¿se trata de una especie de Sultanes hétero? ¡Tampoco! Cumbia, cuarteto, rock, reggaeton y balada son los géneros en los que se mueven Los Coholins. Sí, como muchas bandas en la actualidad. Está bien, pero una cosa es decirlo y otra, muy distinta, es oír a estos personajes portadores de destrezas olímpicas, resistentes a las bajas temperaturas, voladores y con capacidad de comunicarse con los animales: aquí están, éstos son algunos de los poderes Coholins.

¿De qué forma Los Coholins delinean su estilo? Con letras de una fuerte dosis de doble sentido (en un cuarteto, por caso, se preguntan quién mordió la chagar ?de nuevo, la cha-gar? que está ?en la heladera?), de comicidad chabacana (uno de sus himnos, ?Cuando te veo?, reza, justamente: ?Cuando te veo me meo, me meo, me meeeoooo?), de connotaciones paródicas (?por eso te esperaba con la orejita cortada?, desafinan en ?La oreja de Van Damme?, emulando a una Amaia Montero más chillona que de costumbre: desopilante) y, también, un tanto inocentona, como la balada ?Amigo?. ¿El resto? Toques de estética Tim Burton y también flogger, una coctelera y? ¡ya está! Eso son Los Coholins: gente de otro planeta.

Pero hay más: reminiscencias que anclan en la época de Johnny Tolengo en ?Fiesta tremenda?, una canción que remata con el ?gooooool? de Gianna Nannini, del más emotivo de los temas oficiales de los mundiales de fútbol, ?Notti Magiche?, de Italia 90. Otra perla, que ya mencionamos, es la balada pretendidamente melosa pero ostentosamente grosera, ?Cuando te veo?, en la voz de Sergio Corazón Love, pura emoción desgarrada propia de un cantante pop de los 80, por poco fuera de ritmo. Ahora bien, el que no se mueve, ni un poquito, con la versión tropical mix de esta canción (cuyo video ya cuenta con más de 20 mil visualizaciones en YouTube, en el que participaron bandas y artistas amigos, como Edu Schmidt y Te Vi Saltando el Tapial, y famosos, como el mismísimo Diego Korol), no es humano. Así de simple.

Y otra cosa, por supuesto, es ver a Los Coholins. Dobok, casco de constructor, tutú, boa de plumas, capas y patas de rana, la estética y el humor se combinan en partes iguales en esta banda que está preparando el disco sucesor de La liga del amor (2010). ?Para nosotros fue muy importante haber podido venir a Buenos Aires y hacer base aquí?, cuenta El Joven Manos de Cintura, con rastas de estreno. Y Mistery Nose agrega: ?Acá siempre hay más posibilidades de todo, de hacer presentaciones, de seguir aprendiendo?. Y sí, la lógica le indica a toda banda novel que el circuito de rebote, del efecto multiplicador necesario para tocar en primera y tener hits rotando en las FM nacionales, va de la gran city al interior. ?Lo bueno es que tenemos público de todas las edades, desde chicos hasta abuelos?, comenta Sergio Corazón Love, mientras juguetea con un cigarrillo. ?A veces les cuesta entendernos, pero confiamos en que a la larga se va a comprender nuestro mensaje y el espíritu de nuestros shows?, precisa Tato Perfume. ?Cuanta más gente podamos convocar, mejor. Por eso, también, recurrimos a la fusión?, reconoce, con tonada mendocina un poco lavada. En definitiva, Los Coholins se entusiasman con la idea de revolucionar la música, bajo las influencias de Sergio Denis y Sepultura, envueltos en esa imagen tan kitsch, tan kitsch. Con amor, siempre con amor.

Gran Coholin

Como si le faltase algún condimento al combo de esta banda, además, los jueves a las 21, por www.loscoholins.com, se puede ver su reality.

Con una apertura a lo Alf, en la que Wilson Firulais, de nuevo, comandando, hace las veces del extraterrestre nacido en Melmac, la propuesta contempla reversiones en vivo de temas propios, la posibilidad de dialogar con el público a través del chat y el desafío de afrontar riesgosas pruebas, elegidas precisamente por fanáticos, que los héroes oriundos de Angol deberán superar. ?Una de las más locas fue la vez que nos pidieron que hiciéramos la pirámide humana?, recuerda Mistery Nose, aún sorprendido. Es que a Los Coholins, les gusta jugar con fuego.

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