En el FdT comienzan a abrirse canales internos para recomponer la coalición

En el FdT comienzan a abrirse canales internos para recomponer la coalición

Sin diálogo directo entre Alberto y Cristina, distintos sectores buscan mantener la unidad.


En el oficialismos comenzaron a aparecer pedidos concretos para que Alberto Fernández y Cristina Kirchner vuelvan a sentarse frente a frente y encausen el vínculo político que une, al Frente de Todos.

El problema es que, por el momento, ninguno de los dos quiere entablar la comunicación. En la coalición, los que consideran que aún es viable sellar la paz, entienden que la única forma de hacerlo es a través de un acuerdo entre el Presidente y la Vicepresidenta.

Dentro del Frente de Todos hay ministros y funcionarios que intentan acercar posturas para evitar la ruptura total de la alianza política. El problema es que dentro de la misma coalición convive otra idea muy concreta: la alianza ya se rompió en el momento que La Cámpora decidió votar en contra del acuerdo con el FMI.

Uno de los que busca gestionar el acercamiento de los dos mundos que conviven en el Gobierno es el secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando “Chino” Navarro. Con despacho en la Casa Rosada, el líder del Movimiento Evita es uno de los dirigentes que reporta a Fernández pero que intenta que la unidad no termine de explotar.

En los últimos días tuvo dos reuniones para buscar acercar las partes y llegar a un acuerdo para construir un nuevo funcionamiento político en el Frente de Todos. Si bien Navarro negó el encuentro, Infobae pudo confirmar que el jueves pasado mantuvo una reunión con Máximo Kirchner en el Congreso.

El dirigente social está indignado por filtraciones del kirchnerismo duro apuntando a militantes del espacio que lidera como responsables del ataque al despacho de Cristina Kirchner. En ese contexto, y con la voluntad de entablar negociaciones para rencausar el diálogo político, visitó la oficina del líder camporista.

Pero no fue el único encuentro que protagonizó. Además se reunió con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, en la planta baja de la Casa Rosada con el mismo sentido. Acercar las partes y poner las cartas sobre la mesa. Navarro habla seguido con el Presidente y viene insistiendo, en público y en privado, que hay que encaminar el diálogo interno.

Por otro lado, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, optó por correrse a un costado en medio del conflicto. En su entorno aseguraron que el último fin de semana dejó en claro su postura y que ahora es momento de que el resto de los socios den un paso adelante.

Massa pidió entablar nuevamente el diálogo, hacerlo en privado y tratar de sostener la unidad para poder continuar con la gestión. Fue su mensaje político. No hay que romper. “Es el tiempo de que Alberto y Cristina muevan sus fichas”, indicaron cerca del líder del Frente Renovador. Él ya jugó. Ahora es el momento de los otros socios.

En las filas albertistas siguen esperando que el Presidente dé una muestra de poder y tome alguna decisión que marque su vocación por conducir el Gobierno con mayor firmeza. Una decisión que le deje en claro a La Cámpora que no está dispuesto a dejar pasar los reiterados desaires que sufrió en el último tiempo.

Un importante funcionario del Gobierno le dijo a Infobae: “Hablar con La Cámpora es como una negociación entre Rusia y Ucrania. Decimos que vamos a buscar la paz pero, mientras tanto, los misiles siguen cayendo y generando daños”.

Por su lado, Cristina Kirchner sigue en silencio absoluto. En los pasillos del Ejecutivo esperan una nueva carta con algún posicionamiento concreto sobre la ruptura interna. Acostumbrados a los dardos de la Vicepresidenta, se preguntan cuál será el próximo paso y en qué sentido lo dará. En el Senado afirman que, por el momento, no habrá ningún tipo de comunicación.

En el seno del kirchnerismo duro mantienen la idea de no romper la coalición. No sacan los pies del plato. Aseguran que no se irán y que el único diálogo para generar un armisticio lo tienen que protagonizar Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Sin embargo, hay señales políticas que ayudan muy poco a que ese pacto sea posible. La última fue la carta abierta publicada por intelectuales kirchneristas en la que hablan de “moderación o pueblo” y lanzan duras críticas contra la Casa Rosada y la gestión de Fernández.

“La política gubernamental ha llegado a su punto más trágico: la preparación de escenarios de anuncios donde no se realizan anuncios. Es la práctica fallida de anticipar políticas que no se concretan: el mismo gobierno genera las expectativas y la defraudación de las expectativas. Es el instante cruel donde la moderación se transforma en impotencia”, indicaron en uno de los fragmentos más duros.

El mensaje apunta a remarcar el fallido anuncio de la “guerra” contra la inflación que hizo el Jefe de Estado el último viernes. Una muestra más de la confusión que reina en la gestión y las torpezas presidenciales que derivan en preguntas sin respuestas, en anuncios sin anuncios.

La carta marca las diferencias políticas de fondo entre el kirchnerismo y el albertismo. Dos formas peronistas sobre cómo llevar adelante un plan económico y político. Diferencias que, por estas horas, y pese a todos los esfuerzos, parecen irreconciliables.

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