El Gobierno analiza emitir un nuevo billete de $5.000

El Gobierno analiza emitir un nuevo billete de $5.000

Es para abaratar los costos de imprimir dinero, ya que se pusieron en jaque los tiempos de la Casa de Moneda.


Con el objetivo de racionalizar los tiempos de la emisión monetaria, el Gobierno tiene en mente poner en marcha la creación de un nuevo billete de $5.000. El motivo principal es que desde el comienzo de la cuarentena, se aceleraron los tiempos para cumplir con los compromisos de asistencia anunciados a empresas y trabajadores.

Debido a la tardanza, se pone en jaque la capacidad productiva de la Casa de la Moneda y genera todo tipo de complicaciones a bancos y transportadoras de caudales. De hecho, la propia institución monetaria no pudo sostener el ritmo de la emisión monetaria y a la parte de esa expansión que se transfoma en billetes físicos.

Esto hizo que entre el 30 de marzo y el 15 de abril sin ir más lejos, la base monetaria -equivalente a todo el dinero en efectivo en poder del público más el depositado en bancos y en la cuenta corriente de las entidades financieras en el Banco Central- creciera unos $413.500 millones, poco más del 20%, hasta alcanzar los $2.438.830 millones.

Desde que comenzó el año, la cantidad de billetes en circulación creció apenas un 2%, pero con realidades muy distintas de acuerdo a cada tipo de billete. Por ejemplo, mientras que al cierre de abril existían 118 millones de billetes de $ 100 menos en circulación, en lo que va del año se sumaron a la calle 170 millones de unidades de billetes de $ 1.000 y 111 millones de billetes de $ 500.

En los mismos cuatro meses de 2019 la cantidad de billetes en circulación había caído en 509 millones de unidades, en la medida en que el Banco Central sacaba de circulación papeles de las denominaciones más bajas e incorporaba gradualmente de $ 500 y $ 1.000. Entre diciembre y abril del año pasado se sumaron 12,1 millones de unidades de billetes de $ 1.000 y 6,4 millones de unidades de billetes de $ 100.

La inyección de billetes a la calle no era para menos. El efectivo en poder del público crece 69% interanual, un fenómeno que fue profundizado por la cuarentena y la tendencia a mayores retiros de billetes desde bancos y cajeros por parte de personas y empresas, que se stockearon de papel moneda tanto como de otros productos básicos.

En ese contexto, el recientemente nombrado presidente de la Casa de la Moneda, el ex gobernador mendocino Rodolfo Gabrielli, heredó el problema de su antecesor, Fernando Pereyro, quien estaba a cargo del organismo desde enero de 2019 y que no había sido reemplazado todavía a pesar de ser un funcionario de la administración de Mauricio Macri. Falta de papel suficiente, la Casa de la Moneda debió volver a importar para poder hacer frente a las necesidades de billetes. Pero el momento no es propicio a nivel global.

Por otro lado, y dado que la emisión monetaria masiva todavía no aceleró el avance de la inflación dada la caída en la actividad económica que generó la pandemia, la propuesta de imprimir billetes de mayor denominación no tiene grandes objeciones dentro del Gobierno por el momento.

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