Alejandro Paker: “Como artista, soy curioso”

Alejandro Paker: “Como artista, soy curioso”

En lo que podría ser un seleccionado de comedia musical local, "Casi normales" desestructuró el género con una excelente propuesta en la que conviven el amor, la esquizofrenia y la familia. Aquí, su protagonista cuenta cómo fue gestar esta obra que le permitió dejar atrás su rol de presentador en Cabaret.


"Hacer Casi normales surge por un casting. No conocía la obra. Le pregunté a mi profesora de canto de qué se trataba y me pasó un video de la puesta. Pensé: ?Uh, debe ser una americanizada tremenda?. La vi y dije: ?¡Está buena!?. Me habían llamado para ver si podía hacer de Dan, el padre. Me presenté, me dieron el material y fui quedando. Ellos fueron bastante concretos en lo que querían. Me refiero tanto al Indio (NdR: Luis Romero) como a Gaby Goldman, los directores de la obra. En el caso de Dan, este personaje tenía algo ?no quiero ponerme ni místico ni mágico? que uno siente que va entrando en el cuerpo en la medida que trabaja las diferentes áreas. Investigamos el tema de las enfermedades psiquiátricas en general y la bipolaridad pero no me interesaba saber solo eso sino cómo afecta a una familia, siempre teniendo en cuenta que mi personaje es el padre. Dan es un tipo que contiene y cree que está todo bien y sabe que no es así. Está en un estado de desesperación contenida, y había que trabajar con eso. Además, investigué una situación familiar en la que el marido de mi madre ?al que conozco de toda la vida? había estado relacionado con una mujer esquizofrénica. Siempre admiré de ese hombre el entrañable amor que tenía por esa mujer hasta que no pudo soportar más y puso un límite".

"La obra plantea también el tema del amor y la enfermedad, el amor y la locura. También hablé con varios terapeutas para saber qué es lo que les pasa a los que acompañan. Otra cosa que teníamos que trabajar era la constante sensación de que el otro se va a sanar, pero que no va a ser así. Es la ambivalencia constante, y toda la familia empieza a tener este tipo de problemas. Cuando hay una enfermedad de este tipo, termina afectando a todos. En la obra original no se quiebran nunca. Raro, ¿no? El americano tiene otra idiosincrasia. No se toca. Nada de besos, pero no podés creer que el marido no la abrace cuando relatan la muerte del hijo. Estuvimos una semana sin poder hacer la escena con la cajita de música. Empezaba la melodía, teníamos que decir el texto ¡y se nos quebraba la voz! El Indio nos decía: ?Bueno, ¡vamos a correr por el escenario!?. Tuvimos la suerte de hablar con Brian Yorkey, el autor, que vino a Buenos Aires y nos dio mucha libertad. Decía: ?Elegí lo que quieras, lo que te sirva?. Él sabe que la dramaturgia es contundente, que no tiene fisuras. El cuento va para un lado y los intérpretes vamos relatando en la medida ?y nos lo decía él? en que ?seamos honestos?. Nos dijo: ?Van a agarrar un relato; que ese relato tenga una emoción verdadera, que va a ser lo que verá y tomará el público. Si se quiebran, quiébrense. Si no se quiebran, no se quiebren?.

Impasse 1: Llegamos a la casa de Alejandro casi al mediodía. Siempre es un gusto hablar con alguien que no se pone el casete y dice lo que piensa. Café y humoradas de por medio, hablamos de la obra que, según su visión, le brinda un personaje que lo aleja del presentador de Cabaret.

"A la salida del teatro hay de todo. El jueves pasado una chica tuvo un ataque de asma y tuvo que venir una ambulancia. Hay gente que se ha ido en el primer acto o en el entreacto porque se sintió mal, porque no podía bancarla. ?Esto me supera, tengo una situación familiar parecida.? Hubo gente que nos ha esperado a la salida y me ha llegado a decir: ?Me ayudaste a entender a mi padre?. Hay gente que vino más de tres veces. ?Prefiero venir a ver la obra antes que pagar terapia.? Lo que me ha sorprendido de esta obra es que los hombres vienen a charlar ?sobre todo hombres grandes, padres algunos? y me han dicho: ?Ahora espero que mi mujer me entienda?. He visto tipos tapándose las caras cuando se encienden las luces y estamos cantando en el final. Me dijeron: ?Te quiero saludar pero no puedo decir nada. No puedo hablar?. La obra empieza tipo ?otra comedia musical, todo bien, todos felices? y pensás que te va a llevar por ese lugar. Craso error. Lo interesante de este espectáculo es que muestra lo que no hablamos, lo que se oculta".

"Vino Juan Taratuto y me dijo: ?No me gusta el género musical pero esto no es una comedia musical?. Pero sí lo es. Está entendido que el actor se está desestructurando a lo largo de la obra. ?Ahora canta?, ?ahora baila? y después ?actúa?. No hay una integración, por llamarlo de alguna manera. Me molesta en general ?y me lo exijo mucho? que la voz cantada no sea igual a la hablada. Al espectador le hace ruido cuando se habla de una manera y se canta con otra voz. Los directores de cine no lo podían definir. ¿Es teatro cantado?, ¿será una ópera moderna, una ópera rock? También hay tragedia cantada. Lo bueno es que esta obra desestructuró el molde allá y acá, está haciendo lo suyo. Viene gente a la que no le gusta el teatro musical. O sea, generó algo. Taratuto me contó que a los diez minutos se olvidó que estábamos cantando. Le preguntamos al autor por qué estos personajes cantan y no hablan si la obra tiene partes habladas. Nos decía que los personajes están tan desbordados emocionalmente que necesitan cantar".

Impasse 2: Alejandro dice que, después de julio, Casi normales se va de gira. ?Sería por Rosario, Mendoza, Córdoba, Tucumán, San Luis y Mar del Plata. Falta confirmar otras ciudades. Además, no va a ser una gira que vamos solo por un día. Se monta el escenario y lo hacemos viernes, sábados y domingos.?

"Me sigo peleando un poco con ser un ?actor de musical?. Soy un actor y siento que voy al género de visita. Voy porque me gusta el proyecto, está bueno el personaje, me meto y lo hago, pero ahora también estoy haciendo un infantil donde canto una sola canción y el resto es de texto. Como artista, soy curioso. Me gusta buscar estilos diferentes de teatro. Mi próximo proyecto es un gran desafío, El hombre elefante, que sería para mitad de 2013. Una obra emblemática que se hizo treinta años y después no se hizo más. Además, no voy a estar solamente como actor sino también como productor. Ahora comprendo más a los productores ?un poco, nada más? y voy a querer que digan que soy ?productor?. Es la curiosidad que uno tiene como artista. Aunque estamos trabajando con el texto original y el de la peli, vamos a llevarla más hacia el lado de la película".

"El Dan de Casi normales me alivia un poco de lo de Cabaret, como hito personal, como personaje. También fue el reconfirmarme en la medida en que tuvo aceptación este personaje. He recibido devoluciones en las que me decían: ?Después de Cabaret, este chico va a quedar estigmatizado a este personaje y va a ser difícil que le llegue otro para superarlo?. Y vino Dan. Pero bueno, eso tiene que ver con el crecimiento. Me han dicho que vieron cómo he crecido como actor. También digo que cinco años atrás podría haber hecho a Dan pero no tuve la oportunidad. Entonces, ¿por qué vamos a decir que no lo podía hacer? En Cabaret me dieron la oportunidad de hacerla. Es como que se juzga a partir de algo que no se ha dado. Si no lo vimos en otra situación?".

Casi normales. Teatro Apolo. Martes a viernes, a las 21. Sábados, a las 20 y a las 23. Domingos, a las 20.

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