Diarios y Malas Noticias

Diarios y Malas Noticias

A pesar de que fueron los beneficiarios principales de la pauta oficial en los últimos dos años, Clarín y La Nación decidieron cerrar DyN.


La infausta decisión de los diarios Clarín y La Nación, que estaría a punto de provocar la desaparición de la agencia Diarios y Noticias (DyN), marcará un antes y un después en la historia del periodismo de este tiempo.

Ambos medios desarrollaron sus plataformas digitales y visuales al máximo, evitando invertir en DyN y condenando de esta manera a la agencia al atraso salarial y tecnológico. La Nación posee un nuevo canal de cable (La Nación+). La intención de la empresa de obligar a trabajar a los periodistas del diario sin adicionales salariales motivó que varios lo abandonaran.

Clarín, por su parte, invirtió millones para asociarse o directamente absorber a grandes empresas, como Nextel y Telefónica.

Los dos diarios de mayor tirada en la Argentina echaron la culpa por la crisis a sus socios minoritarios, entre los que se cuentan los diarios Río Negro y La Gaceta, de Tucumán. Los acusan de no depositar el dinero que están obligados a aportar a la agencia de noticias, cargando el peso de su sostenimiento sobre Clarín y La Nación (a su vez, los diarios chicos alegan que sus costos se elevan permanentemente, mientras que la publicidad escasea).

Este es un argumento absurdo, si se tienen en cuenta las inversiones que se describen en los párrafos anteriores, que no configuran, de todos modos, la totalidad de sus planes de expansión.

En el vientre de la ballena

Santiago Magrone, uno de los delegados de los trabajadores de DyN, afirmó ante Noticias Urbanas que el presidente del directorio, Rodolfo Vedoya, fue designado para asumir esa función hace cuatro meses, cuando ya existían fundados rumores acerca del posible cierre de DyN.

“Vedoya es uno de los principales abogados laborales de Clarín, por lo que su sola designación presagiaba problemas. Cuando fue nombrado, solo corrían rumores de achicamiento en DyN, pero hace dos meses él mismo se encargó de advertirnos que se iba a encargar de hacer un profundo diagnóstico del estado de la empresa y que luego lo iba a elevar a los accionistas, que tomarían la decisión final. Vedoya, como se puede ver, tiene un estilo crudo para anunciar el futuro”, subrayó, no sin ironía, el sindicalista.

“La situación detonó la semana pasada, cuando se acordó la reunión que se produjo este lunes 6 de noviembre –declaró el periodista especializado en economía–, porque el mismo día se publicó el edicto por el que el presidente del directorio convocó a la asamblea de accionistas que se realizaría el 23, en cuyo orden del día figura la disolución de la sociedad y la designación de un liquidador”.

Santiago Magrone. El representante de los trabajadores aseguró: “No nos resignaremos”.

“Todo esto ocurre –prosiguió Magrone, que es el secretario de Relaciones Sindicales del único gremio de periodistas que existe en la Ciudad– en el marco de la pérdida de 2.500 puestos de trabajo en las empresas periodísticas, que se dieron en todo el país en los últimos dos años. De estos, la mitad se dieron en Buenos Aires y el Gran Buenos Aires. Ahora, a todo esto hay que agregarle a los 100 despedidos que sumaría DyN si el cierre finalmente se concreta.”

“En la empresa –argumenta Magrone– fundamentan su decisión en las pérdidas acumuladas y en el incumplimiento de los accionistas minoritarios. Mientras tanto, en los grandes medios no se publica una sola línea sobre este conflicto, que solo impactó en las redes sociales y en los medios chicos. Ellos apuestan a que todo termine el 23 de noviembre, cuando se reúna la asamblea de accionistas, que daría paso luego al envío de los telegramas de despido.”

De todos modos, los trabajadores no se quedarán con sus brazos cruzados. “No nos resignaremos –apunta el sindicalista–, vamos a seguir exigiendo la continuidad de DyN, pero si se diera el final de la agencia, vamos a exigir la reubicación de los periodistas en los numerosos medios que manejan los socios.”

El próximo viernes 10 de noviembre, los trabajadores convocaron a una asamblea, que se realizará en diagonal Julio Roca 636, la sede de la empresa. Al mismo tiempo, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) convocó a un plenario de delegados allí mismo, para que los representantes de sus afiliados decidan los pasos a seguir.

Existe el antecedente de que la empresa no permitirá el ingreso al octavo piso del edificio a nadie que no sea trabajador de DyN, lo que provocaría que ambas reuniones deban realizarse en la calle. El martes, un equipo del noticiero de un canal porteño intentó ingresar en la redacción para filmar a los trabajadores, pero la seguridad no les permitió que pasaran. Incluso, una gestión encarada por los delegados de DyN obligó a sus autoridades a llamar “para arriba”, obteniendo una nueva negativa. En buen romance, la decisión de blindar la redacción se tomó en la sede del Grupo Clarín.

Las gestiones actuales de los delegados de los trabajadores se centrarán en la campaña de visibilización del conflicto y en gestionar ante los funcionarios de máximo nivel –intentarán hablar con el jefe del Gabinete de Ministros, Marcos Peña, y con el secretario de Comunicación Pública, Jorge Greco– una entrevista para explorar la posibilidad de que persuadan a los empresarios a seguir adelante. Al fin y al cabo, los anunciantes siempre influyen sobre el accionar de las empresas periodísticas, dicen las lenguas bífidas.

Para el final –un final abierto, todavía– queda la calurosa afirmación del presidente del Directorio de Diarios y Noticias, Rodolfo Vedoya, que afirmó, según relató Magrone, que “no cuestionaban el profesionalismo de los periodistas que trabajan en la empresa, puesto que en los últimos días varios diarios –entre ellos, Clarín y La Nación– hicieron tapa con las fotos obtenidas por reporteros gráficos de DyN”.

Un detalle de color es que hasta la fecha las reuniones con los delegados del personal se realizaron –por iniciativa de Vedoya– en el Edificio de la Prensa Argentina, antigua sede de DyN, que está ubicado en Chacabuco 314.

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