La decisión de Alberto Fernández de visitar a Milagro Sala provocó un tsunami en el Frente Renovador que lidera el diputado nacional Sergio Massa.
Tras las críticas internas, Fernández aseguró que el líder del Frente Renovador le dijo que no estaba de acuerdo con su postura, pero la respetó; “podemos convivir en esa diferencia”, afirmó.
El exjefe de Gabinete de Néstor Kirchner salió al cruce de los cuestionamientos de la jefa del bloque de diputados del Frente Renovador, Graciela Camaño , y del vicegobernador de Jujuy, Carlos Haquim.
“Lo que hice es avisarle a Sergio que iba y me dijo ‘está bien, te respeto, no estoy de acuerdo con lo que estás haciendo, pero si vos crees que hay que hacerlo, hacelo a título personal’. Y así lo hice, no invoqué al Frente Renovador”, explicó Fernández.
Pero Alberto fue muy duro con Haquim, quien sostuvo que Fernández no había consultado al exintendente de Tigre antes de reunirse con Sala en la cárcel.
“La payasada de decir que nunca había hablado con Massa… Hablé y le transmití lo que era mi decisión. No le pedí permiso. Él me expresó su posición, que no es igual a la mía, pero nos respetamos, podemos convivir en esa diferencia”, señaló.
Sin embargo, días atrás, había dicho que el líder del Frente Renovador no tuvo “ningún tipo de problema” con que visitara a la líder de la Tupac Amaru.No solo Camaño y Haquim desautorizaran el gesto político de Fernández hacia Sala. La líder de GEN, Margarita Stolbizer , con quien Massa pretende conformar un frente electoral en las elecciones legislativas, dejó en claro su rechazo: “Me hace ruido la actitud de Alberto Fernández y no desde lo humano, sino desde lo político”.
Fernández defendió su viaje diciendo a la cárcel jujeña donde se encuentra Milagro Sala diciendo: “No hablo de la inocencia o la culpabilidad de Milagro Sala porque no lo sé, de lo que hablo es que no hay argumento para que mientras dure el proceso ella esté detenida, lo mismo que han dicho la ONU y la OEA”.
