Crimen de Lucas González: comienza el juicio a 14 policías acusados

Crimen de Lucas González: comienza el juicio a 14 policías acusados

Tres efectivos participaron directamente del asesinato y otros 11 intentaron encubrir el hecho.


Este jueves comienza el juicio por el crimen de Lucas González, el joven de 17 años asesinado por la policía en el barrio porteño de Barracas en 2021. Serán 14 los efectivos que se sentarán en el banquillo de los acusados, 3 de ellos por el asesinato a balazos y los restantes 11 por las torturas cometidas contra tres amigos de la víctima y el encubrimiento del hecho.

El debate oral se llevará adelante en la Sala Amia de los Tribunales Federales de Comodoro Py 2002, la sede judicial donde se resolvió llevar a cabo el juicio. El proceso estará a cargo del Tribunal Oral en lo Penal (TOC) 25, integrado por los jueces Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero.

El cronograma previsto consta de 11 audiencias, a razón de una semana, por lo que se estima que se extenderá hasta julio, según información de esta agencia fuentes judiciales. La acusación contra los policías estará a cargo del fiscal Guillermo Pérez de la Fuente.

La defensa de la familia estará a cargo de Gregorio Dalbón, que también representará a los tres amigos que acompañaban a Lucas arriba del auto y que sufrieron las amenazas de los efectivos y serán querellantes en la causa. Se trata de Joaquín Zúñiga, Julián Salas y Niven Huanca, que estaban a bordo del Volkswagen Suran que fue atacado a tiros por la policía que luego los hizo pasar como delincuentes.

Para la jornada inicial, está prevista la lectura de requerimiento de elevación de juicio y las indagatorias de los imputados, quienes podrán declarar en ese momento o en cualquier otro a lo largo del debate. Después de esto, será el turno de las primeras declaraciones de las otras tres víctimas del hecho. podría ser el turno del papá de Lucas Mañana.

Para la primera audiencia se aguarda la presencia de amigos y vecinos del adolescente asesinado , además de autoridades de distintos clubes del fútbol argentino, ya que Lucas era jugador de Barracas Central pero también formó parte de equipos juveniles de Racing Club y Defensa y Justicia, pertenecientes a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Quienes son los policias imputados

Los tres efectivos que están imputados como autores del homicidio son el inspector Gabriel Alejandro Issasi (41), el oficial mayor Fabián Andrés López (48) y el oficial Juan José Nieva (37), quienes integraban la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policia de la Ciudad y ahora estan detenidos.

A los tres se les adjudica la coautoría del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”.

Además, los tres enfrentarán cargos por las “tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”, en el caso de los amigos de Lucas.

En tanto, otros 11 policías de la Ciudad, también detenidos, serán juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas las que fueron sometidos los otros chicos.

Se trata del comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 Daniel Alberto Santana (50); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (51); el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48) y el comisario Juan Horacio Romero (51) y el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), ambos de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4.

También llegan a juicio el principal de la Comuna 4D, Héctor Claudio Cuevas (50); y los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Sebastián Jorge Baidón (28), Jonathan Alexis Martínez (34), Ángel Darío Arévalos (34) y Daniel Rubén Espinosa (33).

Todos están acusados por “falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas” y, en el caso de Cuevas e Inca también por “falso testimonio agravado por haber sido cometido en una causa penal y en perjuicio de los imputados”.

Dalbón: “No vamos a imponer condenas mediáticas”

En un claro intento por diferenciarse de la épica que le dio al caso Báez Sosa su colega Fernando Burlando, Dalbón intentó despegarse de eso y en la antesala del juicio aclaró: “No queremos una Justicia ejemplificadora, le expliqué a los padres que debe ser justa, no debe ser de más ni de menos. Respetamos a los imputados, su principio de inocencia y por supuesto que vamos a respetar la decisión de la Justicia sin imponer condenas mediáticas”.

Por otra parte, recordó ante la consulta del medio mencionado que los jóvenes “venían simplemente de entrenar en un club y los policías dijeron que venían haciendo movimientos con el auto, lo que no es cierto”.

“Las pericias balísticas hablan por si solas, indicaron que tiraron en zonas vitales: a Lucas dos balas le pegaron en la cabeza. Un hecho que en 40 años de Democracia nunca había visto”, señaló Dalbón.

El abogado, conocido por su intervención en causas judiciales vinculadas a la vicepresidenta Cristina Kirchner, afirmó que los efectivos acusados consideraron a las víctimas sospechosos por su color de piel. Por eso, añadió, “proponemos el agravante de homicidio por odio racial”.

Por último, señaló que el padre de Lucas será uno de los primeros en declarar como testigo para poder presenciar el resto de las audiencias. En tanto, Cintia, su madre, se encuentra internada porque “no puede superar la situación y tuvo varios intentos de suicidio”.

El juicio estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25, integrado por los jueces Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero.

Cómo fue el crimen

La mañana del miércoles 17 de noviembre del 2021, Lucas junto a tres de sus amigos, volvían en auto a sus casas luego de entrenar en el Club de Barracas Central. En ese momento, un grupo de policías de civil de la Ciudad de Buenos Aires (que se trasladaban a bordo de un auto sin patente) interceptaron al Volkswagen Suran de los jóvenes.

Los jugadores, creídos que se trataba de un robo, intentaron escapar. Es lógica la reacción, ya que, el auto de los policías no tenía ninguna identificación y ellos tampoco estaban uniformados. Las autoridades comenzaron a dispararles y es en ese momento que Lucas recibió dos disparos en la cabeza.

El joven que manejaba recién se detuvo cuando visualizó a dos policías uniformados y desesperados le contaron lo sucedido. Estos, sin siquiera escucharlos, los detuvieron y no buscaron la atención médica que Lucas González necesitaba con urgencia.

Al enterarse la familia, se movilizaron junto a amigos, vecinos, organizaciones políticas y de derechos humanos que empezaron a desarmar la versión policial del “enfrentamiento”. Además, desbarataron el “hallazgo” de un arma en el lugar de los hechos, que luego de la investigación reveló que había sido “plantada” por los policías para demostrar que “eran delincuentes” y justificar los disparos.

Gracias a la presión ejercida, los amigos de Lucas fueron liberados ya él lo llevaron con urgencia al Hospital Penna primero y luego lo trasladaron al Hospital “El Cruce” de Florencio Varela, por tratarse de un caso de mayor complejidad.

El joven murio al dia siguiente, el jueves 18 de noviembre, por la tarde.

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