Coronavirus: ni siquiera el amor está exento de su infección

Coronavirus: ni siquiera el amor está exento de su infección

Por Horacio Ríos

El malvado organismo obligó a la Humanidad a encerrarse, mató a casi tres millones de terrícolas y ahora se introdujo en el territorio de Eros.


En este año que vivimos sumergidos en un peligro que no deja de acecharnos, la única esperanza que mitiga el pavor son, por ahora, las vacunas. Esto, a pesar de que muchos ponen en cuestión al paliativo inoculatorio, alegando que aún no existe la absoluta seguridad de que los pinchazos sean tan efectivos contra el Covid-19 como afirman las autoridades.

Del mismo modo, las autoridades estatales son las más cuestionadas en estos tiempos aciagos, tanto por la opinión pública como por el fuego cruzado a que son sometidas por los partidos opositores y por los medios de comunicación. De todos modos, justa o no, esta situación se mantendrá hasta tanto no exista una cura definitiva para el mal que mató ya a 2.810.000 personas en el mundo hasta este miércoles 31 de marzo de 2021. El miedo es un asesino sin puntería y jamás apunta con justicia o con precisión cuando selecciona a los culpables –supuestos o ciertos- que lo generaron.

Cerrar o no cerrar, ésa es la cuestión

Este apotegma shakespereano resume la principal incertidumbre de estos días. Lo primordial pasa por precisar las medidas para afrontar la segunda ola del Covid-19, que en Europa –nuestro diario del lunes- está haciendo estragos.

Este miércoles 31 de marzo, sin ir más lejos, el presidente francés Emanuelle Macron cerró las escuelas por tres o cuatro semanas, prohibió el desplazamiento entre regiones y obligó a cerrar a los comercios no esenciales. Hasta las tradicionales vacaciones de primavera fueron unificadas para que comiencen en todo el país el diez de abril, mientras que se prohibió la venta de alcohol en la calle para soslayar aglomeraciones etílicas, las más peligrosas y divertidas.

En Argentina, entretanto, el Gobierno duda en volver a las restricciones, aunque quizás deba implementarlas próximamente si, como se evalúa, el virus se expandiera descontroladamente. La politización de las medidas, que son permanentemente cuestionadas por la oposición, ha sumido a la Casa Rosada en la prudencia, por lo que los anuncios los últimos tiempos se volvieron sugerencias y no directivas.

En estos momentos, en Argentina las fronteras están cerradas, los empleados públicos realizarán teletrabajo hasta el Viernes Santo y en Ezeiza se testeará a todos los que lleguen desde el exterior, todas ellas medidas correctas, aunque quizás sean insuficientes. Sigue habiendo clases presenciales, que son una de las causas del rebrote de esta semana y no se restringió la circulación, que es otra de las razones que empujan la curva de la crisis hacia arriba.

Por de pronto, el 31 de marzo se reportaron 16.056 nuevos contagios por Coronavirus, que desde el inicio de la pandemia suman ya 2.348.821 casos. El mismo día de informó que había habido 154 muertes, que suman en total 55.858 desde el 20 de marzo pasado, cuando comenzaron a contabilizarse los fallecimientos por efecto del Covid-19.

Toda esta situación ha llevado a que se evalúe que después de la Semana Santa podrían cerrarse algunas actividades comerciales a partir de las tres de la tarde, entre otras medidas que sólo se han demorado por temor a un supuesto malhumor social, pero que inevitablemente serían anunciadas. La única demora posible para esto sería una dramática baja en los contagios.

De todos modos, los números son desalentadores. En el AMBA, aumentó un 46 por ciento la cantidad de casos en los últimos 14 días, comparados con los 14 días previos.

En todo el territorio provincial, aumentaron un 100 por 100 los casos de los últimos dos días, comparados con los dos días de la semana anterior.

En los últimos diez días, la ocupación de plazas en las Unidades de Terapia Intensiva aumentó un cinco por ciento.

Analizando los casos, se comprobó que el grupo etáreo de cero a nueve años creció un 100 por 100 desde el 20 de febrero hasta el fin de semana.

Además, para preocupar aún más a las autoridades, en esta nueva ola el 45 por ciento de los casos se concentra en el rango etáreo que va de cero a 39 años.

Ya hay circulación de las cepas de Manaos, Londres y California. En Brasil, la cepa de Manaos generó en esta ola el doble de internaciones entre los jóvenes sub 40 y su letalidad fue de 2,7 más que la anterior para el grupo de 20 a 39 años. Para finalizar, esta cepa proveniente del norte de Brasil mató en los últimos tres meses a la misma cantidad de personas que en todo el año 2020.

Estos números resultan aún más dramáticos si se tiene en cuenta que en algunas ciudades de Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile las UTI se encuentran cercanas al colapso y que, aunque las fronteras estén cerradas, tradicionalmente existe un tránsito fluido y constante, que sirve en ocasiones para realizar compras de abastecimiento doméstico.

De pura cepa viral

El Coronavirus se difunde a través de las vías respiratorias, según se sabe. Penetra cuando las gotas respiratorias se depositan en las membranas mucosas que existen en la parte interna de la nariz, en los lacrimales y en la boca. También esas gotas pueden quedar sobre superficies y objetos que luego son tocados o tomados por otras personas, que se pueden infectar de esta manera.

Desde allí, el virus ataca al sistema respiratorio, en especial a los alvéolos pulmonares.

Las personas vacunadas tardan entre 21 y 28 días para generar los anticuerpos necesarios para destruir el virus, mientras que la segunda dosis refuerza la capacidad del cuerpo para identificarlo y aniquilarlo. En este período, hay personas que podrían infectarse, a causa de que aún no habrían desarrollado sus defensas. De éstas, las que tienen defensas más altas, aún recontagiados sólo desarrollarán síntomas leves, que en ocasiones evitarán la internación. Dentro de este grupo, hay una baja proporción de individuos que podrían contagiarse o contagiar a otros, pero sería en ocasiones excepcionales.

Dentro de este panorama, ante la escasez de vacunas el Gobierno decidió dilatar hasta 90 días el plazo que media entre la primera y la segunda dosis. En las primeras cuatro semanas, la primera dosis otorga un 60 al 80 por ciento de protección, que luego completa la segunda. La vacuna rusa Sputnik V tiene un 80 por ciento de eficacia. Por esta razón, la segunda dosis se postergó para concentrar los recursos en inmunizar a la mayor cantidad posible de personas. Se espera evitar así el colapso de las Unidades de Terapia Intensiva (UTI), que se encuentran en estos momentos ocupadas en un 56 por ciento en todo el país, aunque en el Área Metropolitana Buenos Aires el nivel de ocupación alcanzó el 61 por ciento, una cifra que aún no alarma, aunque es observada con atención por las autoridades sanitarias.

Guerra comercial: AstraZeneca modifica el nombre de su vacuna 

En medio de fuertes operaciones de guerra comercial, la Big Pharma anglo-sueca AstraZeneca decidió cambiar el nombre de su vacuna, que de ahora en más se denominará Vaxzevria.

Antes, trece países europeos –Alemania, Francia, Italia, España, Dinamarca, Islandia, Noruega, Bulgaria, Irlanda, Holanda, Portugal, Eslovenia, Letonia, Lituania, Chipre y Suecia- habían suspendido sus campañas de inoculación con el producto de AstraZeneca, ante una serie de denuncias que la relacionaban con la aparición de casos de trombosis (coágulos cerebrales).

Finalmente, la European Medicines Agency (EMA) informó que la vacuna era “segura y eficaz” y que sólo se habían producido unos 40 casos de trombosis cerebrales dentro de un universo de 17 millones de vacunados con el medicamento ahora denominado Vaxzevria.

De todos modos, la EMA anunció que no existieron cambios en la fórmula de la vacuna, pero es posible que se modifiquen el etiquetado y el empaquetado.

Sobre llovido, mojado

Un juicioso estudio científico realizado por la Universidad de Roma concluyó –como si hicieran falta más sufrimientos- que los hombres que sobreviven a la infección por Covid-19 tienen el triple de posibilidades de sufrir de disfunción eréctil, si se los compara con los pacientes que no debieron soportar la enfermedad.

Los científicos de esa casa de estudios pusieron la lupa sobre 100 hombres que sufrían problemas para sostener relaciones sexuales. De ellos, el nueve por ciento de los hombres que no habían tenido Coronavirus tuvo problemas de erección, pero la cifra trepó hasta el 28 por ciento cuando los varones estudiados habían sido atacados anteriormente por la traicionera bacteria.

Los investigadores saben que el virus inflama el endotelio, que es el revestimiento de los vasos sanguíneos, por lo que dedujeron que si las arterias que irrigan los genitales, son tan pequeñas y estrechas, serán afectadas por la inflamación que provoca el Coronavirus, que interrumpe el flujo sanguíneo a través de ellas.

Pero, de todos modos, la endocrinóloga Channa Jayasena fue la más gráfica de quienes estudiaron la cuestión. “Una de las formas tortuosas en que el virus ingresa al cuerpo es mediante la unión de su proteína en punta con un receptor que se encuentra en concentraciones bastante altas, no sólo en los pulmones, sino también en los órganos reproductivos”, informó la científica del Hospital Hammersmith de Londres.

De esta manera el virus afectó las vidas de los pueblos. Ni siquiera la actividad más popular que muchos practican en el encierro se libró de la invasión del malvado microorganismo.

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