Con la mira en 2019, Urtubey se acerca al peronismo bonaerense

Con la mira en 2019, Urtubey se acerca al peronismo bonaerense

El gobernador de Salta está abocado a tejer un entramado en la Provincia junto a Julián Dominguez, Diego Bossio y todos los intendentes que no encolumnados ni con Cristina ni el massismo.


Esa regla no escrita de la política que dice que un presidente no será tal si no hace pie en la provincia de Buenos Aires la sabe muy bien el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey. Desde principio del año pasado levantó el perfil nacional luego de ganar su reelección provincial, fue el vocero crítico de Daniel Scioli contra el kirchnerismo duro en la campaña, pero ahora se desmarcó del ex gobernador tras la derrota.

Ahora, Urtubey está abocado a instalar su figura a nivel nacional. Uno de sus principales operadores políticos aseguran que creció de 25 a casi 60% su nivel de conocimiento entre el electorado. La meta será, a futuro, disputar el liderazgo del espectro peronista con Sergio Massa y, posiblemente, con Cristina Kirchner, para ser el candidato opositor mejor posicionado contra Macri.

Para esa gigante tarea, el salteño, devoto católico y de buen lazo con el papa Francisco, comenzó a tejer en la Provincia. Su vínculo más próximo, aunque aún muy discreto, es con el ex presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. Aunque un ex operador mediático del hombre de Chacabuco explicó a Noticias Urbanas que Domínguez “decidió alejarse un poco porque nunca romperá con el PJ, y no está de acuerdo con que Urtubey haya estado a favor de quebrar el bloque en la Cámara”.

Desde el riñón de Urtubey, relatan a NU la situación en territorio bonaerense: “Ya está comenzando a armar. Piensa en Domínguez y en Diego Bossio. Su campo de acción son todos los intendentes que no estén ni en el massismo ni el cristinismo duro, con ellos está tratando de construir”. El Frente Renovador ostenta sólo 10 intendentes (de los 22 que supo tener) y el ultrakirchnerismo, en los hechos, no más de cinco (encabezados Patricio Mussi, de Berazategui).

Bossio conduce el bloque Peronista de diputados nacionales, integrado por quienes rompieron con la conducción cristinista. Esta quincena de dirigentes Urtubey la considera propia. Tiene dos bonaerenses: además de Bossio, el gremialista de la CGT más vinculada al kirchnerismo, Oscar Romero. Si bien hasta ahora tiene gusto a poco, faltan más de tres años para el cierre de listas de la próxima presidencial.

Pero la disputa más fuerte que avizora con Urtubey en la Provincia no es con el PJ sino con el massismo, que en su léxico comparte el discurso peronista tradicional pero tiene una estrategia de conformar un espacio más amplio, fuera del corset pejotista. Hacer un Cambiemos pero vertebrarlo en el peronismo en vez del liberalismo y la UCR.

Algo similar quiere Urtubey. Si bien en el bastión del Norte puede pelearle mano a mano a Massa, en la Provincia se le puede complicar. El tigrense, a un año de su peor tormenta política y del trimestre fatídico (marzo, abril y mayo) en el que se le fueron la mitad de sus dirigentes importantes, está consolidado en el Top 5 de los políticos con mejor imagen del país, ni hablar en la Provincia.

Con el jefe del Frente Renovador, posiblemente hoy por hoy el dirigente con más votos potenciales en la Provincia junto a la actual gobernadora, ya hubo chispazos: el salteño dijo en clara alusión al diputado que los gobernadores no necesitan interlocutores con el gobierno nacional, luego de que Massa se apropiara de la idea del nuevo decreto sobre la coparticipación. La pelea más fuerte que le tocará al salteño tal vez no sea contra el Presidente, sino contra su principal escollo en la Provincias.

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