El cruce de semáforos en rojo o la circulación a alta velocidad son apenas un par de las numerosas infracciones que se ven a diario en la Ciudad de Buenos Aires. Ante las reiteradas faltas que se registran, el Gobierno porteño busca reforzar el control mediante la instalación de cámaras fijas de fotomultas.
En los últimos nueve meses, la administración sumó 45 cámaras a las 95 que ya existían. El plan de Horacio Rodríguez Larreta es colocar 30 más antes de que arranque 2017. De este modo, a fines de este año se habrán instalado un 80 por ciento más de estos equipos.
Los dispositivos se verán en distintos tramos de las autopistas y sobre avenidas como Córdoba, Del Libertador, Lugones, Cantilo, Santa Fe y Corrientes, entre otras.
Hasta agosto pasado, el Gobierno labró 1.860.480 de multas de tránsito, casi un 30 por ciento más que en el mismo período de 2015.
Durante el primer semestre, el exceso de velocidad motivó un 43.74 por ciento de las sanciones. En este lapso, se registraron más de 74 accidentes con heridos, la mayoría durante los fines de semana.
“Asumimos el compromiso de reducir un 30 por ciento el número de víctimas fatales en siniestros viales para 2019; entendemos que el único valor aceptable es cero. Estamos trabajando en simultáneo en tres ejes: educación, infraestructura e incorporación de nueva tecnología en los controles”, explicó Juan José Méndez, secretario de Transporte porteño.
Hoy el 69 por ciento de las cámaras se encuentran en avenidas; un 26 por ciento, en las autopistas, y 5 por ciento, en las vías rápidas. Próximamente, por primera vez la Ciudad haría público el listado completo de la ubicación de las cámaras en el distrito.