El ministro de Agricultura, Luis Basterra, se refirió al conflicto con el campo y criticó a la Mesa de Enlace este miércoles. En declaraciones radiales, el funcionario indicó que “nunca estuvo proclive a dialogar” acerca del inconveniente que se desató tras la suspensión por dos meses de exportaciones de maíz .
En diálogo con El Destape, Basterra destacó el nivel de acuerdo alcanzado con el Consejo Agroindustrial Argentino. “El análisis amerita hacer una primera escisión sobre con quién uno dialoga y con quién llega a los acuerdos. La Mesa de Enlace en ningún momento estuvo proclive al diálogo. Y ni siquiera tuvo consenso interno para definir una medida (de fuerza)”, señaló el funcionario nacional.
Al referirse sobre la decisión que tuvo Coninagro de no participar del paro que impulsaron la Sociedad Rural (SRA), la Federación Agraria (FAA) y Confederaciones Rurales (CRA), Basterra manifestó: “Coninagro, representante gremial de los intereses del nucleamiento cooperativo más importante de la Argentina, no adhirió al paro. Se habló como una medida del campo, como algo global, pero no fue”.
El formoseño dijo también que el impacto de la medida fue “nimio” por lo que el Gobierno “ni siquiera tuvo que ceder ante un riesgo inminente de la ruptura de la paz social ni mucho menos”, sino que sólo hubo “algunos desubicados” que atacaron a camioneros que trasladaban granos.
En tanto, el titular de la cartera de Agricultura consideró que la medida de la Mesa de Enlace fue “insignificante” porque “en ningún momento comprometió ni presionó a que uno tenga que modificar su esquema y su forma de intervenir sobre la realidad”. Pero el gobierno dio marcha atrás con la medida, y el martes por la tarde se reunió con el Consejo Agroindustrial Argentino para alcanzar un acuerdo. Así, todo indica que el gobierno corre de escena a la Mesa de Enlace, relativizando su poder de convocatoria, y al mismo tiempo le otorga mayor entidad al CAA con quien mantiene diálogo fluido.
Otro de los puntos que desarrolló el ministro con El Destape, fue que a fines de 2020 hubo sectores de la producción de proteínas animales que expresaron su preocupación porque se estaba llegando a la interzafra y había un nivel de 4 millones de toneladas de maíz en stock. En ese sentido, el funcionario señaló que había riesgos en ese contexto de una disparada de precios y exportaciones y recordó que tras la derrota de Mauricio Macri en 2019 el registro de declaraciones juradas de venta al exterior “explotó” y en muy pocos días se vendió toda la cosecha argentina.
“No es que no tenemos historia ni recuerdo de quedar al filo del desabastecimiento”, manifestó Basterra y defendió la decisión que había tomado por ello de suspender la exportaciones por dos meses, hasta marzo. Eso generó un mayor nivel de diálogo con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que “representa intereses (particulares) y no posiciones” políticas, a diferencia de la Mesa de Enlace agropecuaria.
A partir de ahí, nació una propuesta de la mesa intersectorial del maíz para garantizar el abastecimiento interno del maíz para la industria alimenticia y de producción de proteína animal, lo que terminó desbloqueando el conflicto. “Acordamos entre todos los actores que no se ponga en riesgo la disponibilidad del maíz en la Argentina y convenimos el desacople de los precios del mercado internacional respecto de mercado local”, cerró Basterra.