Este domingo se presentó en sociedad el nuevo Partido Socialista que surgió de la unificación de los partidos Socialista Democrático y Socialista Popular. En un acto realizado en el estadio de basquet del Club Boca Juniors, conocido como "La Bombonerita", ante unos 800 fervorosos militantes y simpatizantes, el presidente del partido, Raúl Puy, el secretario general, Roy Cortina y el candidato a jefe de Gobierno, Norberto La Porta, definieron los nuevos lineamientos del partido y de la campaña electoral que se avecina.
Pero, más allá del fervor que reinó en todo momento, fue llamativa la ausencia en el acto de los principales referentes nacionales del Partido Socialista. No estuvieron ni Alfredo Bravo -que en la última interna, realizada el 10 de noviembre, pegó un portazo y se negó a encabezar la lista de diputados nacionales-, ni Oscar González, ni Jorge Rivas, ni Rubén Giustinianni, ni Hermes Binner. Solamente estos dos últimos enviaron sus adhesiones mediante sendas misivas, que fueron leídas por el locutor del acto. Sólo recibieron la solitaria visita de la dirigente del gremio de las azafatas, Alicia Castro, que será candidata a presidenta de la Nación por el Frente para el Cambio.
Antes del acto de lanzamiento de la candidatura de La Porta, se realizó un congreso -había doscientos congresales presentes- en el que se designaron las autoridades del partido y a los responsables de la Juventud Socialista -el elegido fue Marcelo Coloma-; de la Unión de Mujeres Socialistas -la responsable será Viviana Saidón-; del Movimiento Nacional Reformista y de algunos otros estamentos, como el Tribunal de Ética, la Comisión Revisora de Cuentas y la Escuela de Formación Política.
En media hora, y por unanimidad en todos los casos -todas las designaciones habían sido "cocinadas" previamente en la Mesa de Enlace, y en "La Bombonerita" sólo se las convalidó- el congreso terminó. A las 17:30, Roy Cortina subió al estrado a decir su discurso.
Cortina no se privó de nada. Culpó a dirigentes como "Lilita" Carrió -sin nombrarla expresamente- de provenir "no de quioscos, sino de grandes supermercados, que son los grandes partidos tradicionales". Al justicialismo y al radicalismo los culpó de los males del país. Recordó "cuando la gente cantaba, en las jornadas del 19 y 20 de diciembre del año pasado, que ‘sin radicales, sin peronistas, vamos a vivir mejor". Calificó también a ambos partidos, que dominaron la escena política en los últimos 60 años, "como reflejos de épocas pasadas, que están en estado de putrefacción".
De todos modos, Cortina reconoció que la centroizquierda ha ido en la Argentina "de fracaso en fracaso" y que el sujeto social de este sector es la clase media, "divorciada de los pobres y del mundo del trabajo".
Luego, haciendo gala de una moderación de la que careció su antecesor, el nuevo presidente del Partido Socialista, Raúl Puy, habló, haciendo gala de un tono más propio de un conferencista que de un orador, frente a tres bulliciosas tribunas repletas de militantes. Con un discurso eminentemente evocativo, Puy definió los lineamientos políticos de su agrupación y propuso incrementar la participación de las mujeres y de los trabajadores en la conducción del partido.
En las tribunas se destacaban dos barras: la que respondía a Cortina, situada frente al estrado y compuesta mayoritariamente por la militancia del MNR, y la de los Socialistas del Sur, que portaban bombos y redoblantes -algo poco común en los actos de los socialistas- y que agitaban la única bandera que rezaba: "La Porta jefe de Gobierno".
Finalmente, pasadas las 18:30, La Porta comenzó su discurso. Recordó en primer lugar a Guillermo Estévez Boero, a Ernesto Jaimovich y a Francisco Pasini y reivindicó el desarrollo de la zona sur, a la que denominó "el patio del fondo de la ciudad".
Ratificó su compromiso de "construir una ciudad democrática, participativa y solidaria" y expresó que "los socialistas somos la alternativa frente a las propuestas de la derecha, porque no tenemos compromisos con los dueños del poder". Además destacó la necesidad de sancionar la Ley de Comunas, aunque aclarando que las actuales autoridades "le tienen miedo a estas nuevas formas de participación".
En su discurso dejó la puerta abierta para una eventual coalición de centroizquierda, aunque -aclaró- "nos aterroriza la idea de repetir la experiencia de la Alianza. Sólo lo vamos a hacer si hay un programa común e internas abiertas para elegir a nuestros representantes. Finalmente -habló durante una hora- definió que "lo que nosotros queremos es un gobierno decente para los porteños".
