El 3 de diciembre, el día de la jura de los legisladores electos, el bloque porteño de Luis Zamora ya había sufrido dos bajas: los hermanos Rubén y Tomás Devoto habían abandonado Autoderteminación y Libertad (AyL) para fomar su propio espacio, Memoria para un Pueblo Libre. La crisis hizo que el bloque trotskista perdiera su condición de tercera minoría y pasara a tener seis representantes, y no ocho como había surgido inicialmente de la elección porteña.
La crisis se originó por cuestionamientos políticos entre los grupos trotskistas.
"No estamos de acuerdo con ser un partido testimonial, queremos construir una alternativa política en todo el país a las opciones tradicionales", argumentan los legisladores rebeldes, en la intimidad de las reuniones políticas.
El sector enfrentado a Zamora disiente con la forma de hacer política del jefe partidario. Le cuestiona su "personalismo" y su decisión de rechazar y bajarse de las candidaturas a jefe de Gobierno y a Presidente.
Fuentes ligadas a los legisladores que rompieron con AyL explicaron que el grupo disidente quiso plantear sus desacuerdos, pero Zamora y su esposa, Noemí Oliveto, llamaron a un plenario que resolvió expulsarlos.
El grupo crítico cuestiona que el "abstencionismo", tal como lo plantea AyL como forma construcción política. "De esa manera sólo es posible construir un partido chico y testimonial, centralizado en un núcleo: Zamora y su mujer", apuntan.
Preocupados por quienes los critican por haber esperado a obtener sus bancas para producir la ruptura, los hermanos Devoto responden a quienes les preguntan: "nos echaron, nosotros no decidimos irnos".
El nuevo bloque, integrado por ambos, tendrá como jefe a Tomás Devoto.
