“Hasta diciembre de 2019 tengo el compromiso de conducir Boca Juniors. Hoy le dedico el 75 por ciento al fútbol y 25 a la política”, dijo en una nota en La Nación.
“Si en 2019, cuando termine en Boca, hay un consenso, asumiría el desafío de aportar a mi partido y presidir la UCR porteña. Es un partido de más de cien años, hay que darle herramientas para volver a entusiasmar a los más jóvenes, hacer un partido moderno, pero sobre todo hacer trabajo social, estar cerca de los que necesitan, la causa de los desposeídos.”, agregó el Tano.
“Lo conozco a Coti desde el 82, he militado en la Coordinadora, me ha dado oportunidades, le tengo un gran respeto. Era mi jefe y el de muchos más. Si hablás con los radicales, todos le tienen un gran respeto a lo largo y ancho del país, es un militante de 24 horas para el partido. Con Carrió coincidí cuando ella era delegada por Chaco, aunque yo me dediqué más al trabajo hasta que me convocó Mauricio Macri. Y nunca dejé el radicalismo”, explicó.
Aunque dejó la puerta abierta para un posible encuentro con Carrió. “No tengo problemas en juntarme con nadie. Estoy muy tranquilo de cómo me criaron mis padres, el esfuerzo que hice para terminar la escuela secundaria, estudiando de noche y trabajando de día. Nunca tuve una casa de juego ilegal, hoy ganaría más plata con el ilegal que con la legal”, dijo.
Y al referirse al tema del juego se puso serio cuando le preguntaron por la posición que tiene la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal sobre el cierre de ese tipo de negocios. “Debería cerrarlo. Si estoy convencido de que algo es malo, no lo dejo. Fui el primero que abrió salas de juego en la provincia, y sé que donde no hay juego legal, hay juego clandestino. No se puede tapar el sol con la mano. Tiene que estar muy regulado por el Estado, y que esos ingresos vayan a educación, salud, seguridad. Pero no se puede prohibir”, concluyó.
Volvió a negar que fuera el operador judicial del macrismo. “Me da la sensación de que el Gobierno, desde que está Mauricio, no necesita de eso” y agregó sobre el tema: “Los jueces son seres humanos: hay buenos y debe haber malos. Tendría que haber una gran reforma judicial, en la que la política tenga menos intervención a la hora de nombrar jueces. No niego que he tenido algunos compañeros cuando estudiaba abogacía que han llegado a jueces. Conozco muchos jueces y fiscales, también gobernadores, senadores, embajadores, presidentes de otros países. Pero no tengo intereses, no ejerzo la profesión, no me habrán visto más de cuatro veces en Tribunales en los últimos veinte años. He ido en calidad de testigo, nunca estuve imputado”.
Por último defendió el plan económico del gobierno y concluyó con que Macri debe ir por la reelección. “Es el camino correcto, tal vez uno pensaba que a lo mejor la transición iba a ser más fácil o más corta. Esperemos que en marzo o abril del año que viene se empiece a ver un cambio en el bolsillo de la gente”, explicó.
Y concluyó sobre el 2019: “Espero que sí, los procesos hay que terminarlos, y éste a lo mejor necesita más tiempo de lo que a uno le hubiera gustado. Le tengo mucha confianza más allá de los afectos personales, sé de sus intenciones. Ningún hincha de Boca desconoce lo que hizo en el club. Le está faltando que lo recuerden por las transformaciones que hizo en el país”.