Sin lugar a dudas, el hecho pudo haber sido una tragedia. Si se tiene en cuenta el explosivo utilizado para amedrentar al funcionario y su capacidad de daño, su detonación hubiera provocado varias víctimas fatales. Sin embargo. esta no era la idea de los autores de la amenaza.
Los hechos: dejaron una bomba con una amenaza a un funcionario del Ministerio de Defensa. La Policía desactivó el artefacto que tenía un mensaje para José Luis Vila que estaba ubicado en un domicilio en el que el funcionario ya no vive.
La División Explosivos de la Policía Federal llegó este viernes por la noche a un edificio de Callao al 1200 alertada por un llamado y encontró un artefacto explosivo con una amenaza para un funcionario del Ministerio de Defensa.
El artefacto estaba adentro de una caja, tenía medio kilo trotyl, cables y un celular. También había un papel armado con letras de recortes de diario que decía: “José Luis Vila ladrón”. Sin embargo, desde hace un tiempo el funcionario ya no vive en ese domicilio.
El dispositivo fue neutralizado por los especialistas mediante cañón de agua que rompió el iniciador. Luego fue secuestrado el material y comenzó el relevo de las cámaras de seguridad de la zona.
Al respecto, la comisaría segunda de la Policía de la Ciudad inició actuaciones por intimidación pública, que fueron remitidas al Juzgado Federal 2, a cargo de Sebastián Ramos.
Vila es un radical de estrecha relación con Enrique “Coti” Nosiglia que entró a la SIDE en los ochenta. Al fin del mandato de Cristina Fernández de Kirchner fue echado de la SI y el radical Oscar Aguad lo rescató y se lo llevó al ministerio de Defensa.
Según pudo saber Noticias Urbanas, hay dos hipótesis sobre la bomba: una interna de los servicios o tiene que ver con el malestar de los militares luego de los recortes presupuestarios.