"Creo que se abre un camino nuevo por la presencia de la Ley de Medios. Puede haber fallas, pero esto es inevitable. Por otro lado, todas las nuevas versiones de la televisión nos llevan a repensarla entre todos. No sólo los actores, sino también los productores, los directores y los autores, porque todo empieza por el libro. Tenemos que empezar a reunirnos para hablar de lograr una televisión al servicio de la Argentina, sabiendo que la televisión es parte de la formación de un ciudadano. Esto no lo podemos obviar. La pregunta es si tenemos compromiso con el ciudadano o no. ¿El compromiso es entretenerlo a cualquier precio o le ponemos precio al compromiso? Si en la educación hay un criterio que gobierna al país ¿por qué la televisión no puede ser parte de eso, si es un medio maravilloso? Tal vez sea de lo más importante que se haya inventado en el siglo último. Lo que tenemos que discutir es cómo se emplea."
"Hoy, un canal no me garantiza libertad de pensamiento. Me garantiza el pensamiento, la ideología de ese canal. Me la manda muy disfrazada. Una cosa es un tipo que me dice ?soy comunista? o ?soy de Quebracho? y me la manda de frente. Pero acá se disfrazan de objetivos pero hay una ideología. No hay ninguna duda de que hay una ideología que no aparece nunca muy clara pero está. Con la Ley de Medios, teóricamente, tendría que haber una mayor pluralidad. ‘Hagamos monopolios y no avivemos giles. Si los avivamos, sonamos, por eso?tengamos a la gilada!’. Es contra todas estas cosas que yo combato. Recuerdo ?tengo que hablar de lo antiguo so pena de parecer nostálgico? cuando Romay tenía un canal o Mestre tenía el suyo? Mestre no tenía ninguna duda de dejar expresar en el canal, sabiendo que no corría ningún riesgo con el edificio y la estructura que había armado. Romay permitió que estuviera escribiendo Dragún, Gorostiza, Lizarraga, Talesnik, Abel Santa Cruz. ¿Por qué eso no está hoy? Dirán que no se puede pagar. Tomemos este punto para ver cómo podemos hacer esto sin gastar lo que se dice que se tiene que gastar."
Impasse: Hablar con Pepe Soriano es como hablar con la historia del teatro y el cine argentinos. Infinidad de películas desfilan frente a nuestros ojos mientras él habla con pasión de los pormenores de la televisión actual.
"Hay que revisar el tema del rating. El rating es perverso. ¿Cuantas mediciones hacen? ¿Ochocientas? ¿Y estas ochocientas miden un país? Además, es una entidad que no es auditada, lo cual es problemático. Ya hubo inconvenientes al respecto. Si yo no puedo ir a registrar mi rating, me lo dicen y me lo tengo que comer. Esto, creo, está por desaparecer también. Parece que hay intenciones de cambio y estos cambios que tanto alarman, en general, obedecen a situaciones de crisis, y de las crisis también se puede salir fortalecido."
"Creo que a la televisión pública hay que mejorarla. Tiene que pasar a ser definitivamente estatal y no gubernamental, como ha sido siempre. Estuvo al servicio de los radicales, después al servicio de los peronistas. La idea es que sea un lugar del Estado y, como tal, debe albergar todo tipo de opiniones si es que realmente queremos que nuestro país crezca y sea respetado. Tenemos que deponer situaciones personales. Si me emperro en postularme porque vengo de la izquierda en que la única verdad la tengo yo, no es cierto. ¿Que quiero? Que la gente viva mejor. ¿Usted no? Sí, entonces ahí ya encontramos un punto de alianza. Después vemos."
"Agradezco mucho haber sido declarado Ciudadano Ilustre por la Legislatura porteña. Es una decisión colectiva. Se me explicó bien y fue votado por unanimidad. Me alegró mucho esto: que fuera unánime y no de un sector que piense ‘Pepe es de los nuestros’. Pepe acierta y se equivoca y está siempre con la gente que quiere hacer cosas. No estoy en un lado solo, clavado, gritando ‘de acá no me muevo’. ¿Qué propones? A ver, vamos a ver. Ahora me toca ser presidente de Sagai (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes) y lo asumo con total responsabilidad con mis compañeros. La entidad está abierta a todos los compañeros, piensen como piensen. Si son actores militantes de una política determinada, está bien. ¿Quién soy yo para decirle que no a alguno de ellos? Cada uno de los compañeros tiene derecho a pensar lo que quiere. Puedo compartir o no lo que piensa. Un día, un compañero actor, ya muerto, fue a aplaudir a Videla a la calle Cabildo, en su casa. A mí me dio mucha pena porque era un actor al cual quería. Lo que puedo decir es que me parece aberrante su pensamiento, pero no tengo el derecho a matarlo por lo que él piensa. A lo sumo, lo descartaré de mi vida, pero nada más."
Nota: A Pepe Soriano se lo puede ver en El precio. Teatro Liceo. Avenida Rivadavia 1499. Miércoles, jueves y viernes, a las 20.30; sábados, a las 19.30 y 21.30; domingos, a las 19.30.
