7D: La opinión de Coco Blaustein

7D: La opinión de Coco Blaustein

Por Horacio Ríos


David “Coco” Blaustein es periodista, cineasta y hombre de la cultura. Actualmente, la Televisión Pública está mostrando una miniserie de ocho capítulos que él mismo produjo y que fue dirigida por Ari Lijalad, titulada Clarín, un invento argentino, que relata una historia del multimedio que no coincide con la versión oficial que este concede al público sobre sí mismo.

Miembro del colectivo kirchnerista Carta Abierta y del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que fundara Emilio Fermín Mignone en 1979, Blaustein asegura, en diálogo con Noticias Urbanas, que “el proceso político y cultural que culminó con la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual no empezó ahora. Viene desde muchos años atrás, cuando un gran grupo de gente de muy diversa extracción política, agrupada en sindicatos, universidades, organizaciones sociales y federaciones de radios comunitarias, empezó a trabajar, fundando en 2004 la Coalición por una Radiodifusión Democrática. Posteriormente, esta elaboró los 21 puntos que garantizaban lo que su propio nombre indicaba. Ellos fueron los que empezaron a desarrollar la idea. Por esta razón, podemos decir que el Gobierno tomó e impulsó un proyecto que nació por fuera de él”.

“La sanción de la ley, que se produjo el 10 de octubre de 2009, fue un nuevo comienzo, luego de varios intentos para sancionar normas similares que intentaron el peronismo y el radicalismo en varias ocasiones anteriores. Recuerdo los intentos para impulsarla del doctor Carlos Nino, que encabezaba el Consejo para la Consolidación de la Democracia, en tiempos del presidente Raúl Alfonsín. Al final, de este intento quedó solo un libro que publicó Eudeba, que se llamó: Radiodifusión, proyecto de ley y dictamen. Después, los diputados Osvaldo Álvarez Guerrero, que era un radical rionegrino, y Enrique Paz, peronista jujeño, volvieron a intentarlo y no lograron el consenso necesario para sancionar la ley. Posteriormente, los diputados Daniel Carbonetto y Margarita Stolbizer presentaron otro proyecto, que no fue tratado nunca”, enumera Blaustein.

Luego, el cineasta agregó, rememorando los intentos fallidos de dictar una norma que permitiera la aparición de más voces, limitando el discurso único de los multimedios, que “también hay que recordar que el actual subsecretario general de la Presidencia de la Nación, Gustavo López, envió, cuando era funcionario de la Presidencia en tiempos de De La Rúa, un proyecto al Congreso, que durmió la siesta legislativa. En todos estos intentos primaron los intereses de las grandes empresas”, remató el hombre de la cultura.

Blaustein dirigió, entre otros documentales, Porotos de soja (2009), sobre el conflicto con el sector agrario que no quería pagar impuestos, acaecido en 2008; Cazadores de utopías (1996), sobre la militancia montonera de los jóvenes en los 70; Botín de guerra (2000), sobre los 500 chicos apropiados por los dictadores, y La cocina (2011), sobre el proceso que culminó, precisamente, con la sanción de la Ley 26.522, de Servicios de Comunicación Audiovisual.

–¿El 7D va a caer un rayo sobre la Argentina y todo va a cambiar?
–Yo solo creo en los procesos históricos, porque las cosas no cambian en un segundo. En realidad, el viernes empieza un proceso, que a su vez es la continuación de otro, que empezó hace muchos años ya. El lunes, por otra parte, la Argentina va a seguir siendo la misma, aunque algo que habrá cambiado. Igual, para que los cambios en la Comunicación Audiovisual se noten, pasará un tiempo.

–¿El Grupo Clarín va a seguir negándose a adaptarse a la Ley?
–Acá va a seguir existiendo una fuerte presión del grupo para no adaptarse, que se va a oponer a la voluntad política del Gobierno de implementar la Ley. En este punto cabe recordar que ya se expidieron sobre el tema los tres poderes del Estado, que son el Poder Ejecutivo, que envió la Ley al Congreso; el Poder Legislativo, que dictó la Ley por la mayoría requerida, y el Poder Judicial, que puso como fecha límite a las medidas cautelares el 7 de diciembre. Todos los poderes del Estado aprobaron, en distintas instancias, la sanción de la Ley y eso no puede ser ignorado. El resto son chicanas judiciales o políticas y nada más. De todos modos, un sector de los accionistas de Cablevisión, que posee alrededor del 40 por ciento, planteó que quiere normalizar la situación de la empresa, contradiciendo en los hechos la actitud beligerante del Grupo Clarín.

–¿Cómo se están organizando los sectores que serán beneficiarios de la Ley, que a menudo no tienen experiencia sobre el manejo de los medios de comunicación audiovisual?
–El viernes, en coincidencia con la fecha del 7D, organizaciones ligadas a los pueblos originarios lanzarán un canal de televisión. Además, las cooperativas eléctricas y telefónicas entregan esos servicios, y hasta la provisión de internet, desde hace muchos años y ahora van a profundizar esa vía de trabajo. Incluso, ya hay universidades que están tramitando sus canales, y en todo el país los municipios y los gobiernos provinciales están elaborando sus proyectos para avanzar hacia la apertura de sus propios canales de televisión y sus radios. Todos están trabajando y abriendo caminos.

–¿Cómo será la situación política que se va a producir después de que la Ley esté consolidada?
–Es necesario destacar que, en materia cultural y de comunicación, la Argentina está viviendo un momento excepcional que la convierte en líder en América latina. Se viven momentos de avance sobre los monopolios y estos están reaccionando de acuerdo con sus intereses, que son opuestos a los de los pueblos de Latinoamérica.

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