Los tres Poderes hablaron sobre la justicia

Los tres Poderes hablaron sobre la justicia

En el marco de la Primera Jornada sobre Gestión Pública y Poder Judicial en la Ciudad de Buenos Aires, representantes de los tres poderes del Estado porteño expusieron -por primera vez en un ámbito académico- sus opiniones, proyectos y experiencias. El gran ausente fue Jorge Telerman; pero también se hicieron notar por su falta, el ministro de Hacienda Sergio Beros y el vicepresidente primero de la Legislatura, Santiago De Estrada


La Asociación de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, el Consejo de la Magistratura porteño y el Ministerio de Hacienda, fueron los organizadores de la primera jornada "Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Gestión Pública y Poder Judicial".

Con la positiva experiencia previa del encuentro del Poder Judicial en la Manzana de las Luces el pasado 25 de abril, los organizadores fueron por más y convocaron a representantes de los tres Poderes estatales a presentar sus posturas en un formal e importantísimo ámbito académico como es la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.

En el aula Magna de la casa de altos estudios legales, el acto inaugural comenzó con retrazo y con la ausencia del anunciado Ministro de Hacienda del Gobierno de la Ciudad, Sergio Beros. La falta fue rápidamente saldada con la presencia del secretario ejecutivo del Centro de Formación Judicial del Consejo de la Magistratura porteño, Eduardo Molina Quiroga.

El primero en tomar la palabra fue el presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de la Ciudad, Javier Buján; que luego de las formalidades de bienvenida, agradecimientos y presentaciones, hizo hincapié en "trabajar en el control, la eficacia y la economía de la gestión para mejorar el servicio al vecino". Le sucedió el subsecretario de Justicia, Ramiro Monner Sans, quien con mucha brevedad resaltó que "va a respaldar todas las iniciativas para las transferencias al Poder Judicial local". El procurador General de la Ciudad Autónoma, Agustín Zbar, siguiendo el eje de su antecesor, consideró la necesidad de "ampliar las instituciones de la Ciudad para lograr igualarlas a las de las provincias argentinas"; y la vicepresidenta del Consejo de la Magistratura, María Teresa Moya se comprometió en trabajar para ello y señaló que "se le va a dar una gran importancia al Ministerio Público, con la compra de inmuebles en Liniers, La Boca y Lugano", para acercar la justicia al vecino.

El primer panel, tenía como eje temático: "Control y Gestión Pública". El síndico General porteño, Ricardo Ragaglia, fue el primer expositor, el cual subrayó que "el control es una herramienta y no un obstáculo para la gestión". Lucio Ponsa Gandulfo, administrador General del Poder Judicial de la Ciudad, explicó cuales eran sus funciones creadas por la ley 1903 y resaltó que "el Poder Judicial porteño esta bien encaminado para dar un mejor servicio de justicia, mucho mejor que el nacional". Mucho más concreta y puntual fue la propuesta del auditor interno del Ministerio de Hacienda de la comuna, Pablo Casas, el cual mostró su satisfacción al comentar que "la Unidad de Auditoria Interna de Hacienda cumple con las normas IZO 9001-2000 que certifican la calidad en sus servicios", y describió someramente las herramientas de gestión que están desarrollando (un tablero de comando para la toma rápida de decisiones, el análisis FODA -fortaleza, oportunidades, debilidades y amenazas-, un sistema de premiación y los informes ejecutivos. El director General de Auditoria del Consejo, Luis Montenegro dejó en claro que su función no es "auditar a los superiores, sino los lineamientos por ellos dados y su ejecución". El último en exponer fue el subsecretario de Modernización Parlamentaria, Simón Bestani, el cual hizo hincapié en lo realizado para lograr la eficacia legislativa: "Se ordenó la planta de personal, se concursaron las jefaturas intermedias, se firmó con el IRAM un convenio sobre normas IZO 30700 de calidad legislativa, se hizo el voto electrónico y digitalizó el trámite parlamentario".

El segundo panel -conformado por el fiscal General Adjunto, Luis Cevasco, el fiscal de Cámara, Walter Fernández y los consejeros, Juan Pablo Mas Vélez y Ricardo Baldomar-, expuso sobre "Herramientas de Gestión del Sistema Penal". Los cuatro funcionarios judiciales coincidieron en que la mejor herramienta conseguida ha sido el recientemente sancionado y novedoso Código Procesal Penal (indispensable para el sistema acusatorio de la justicia local) y que una mejora en la simplicidad, efectividad y rapidez en la solución de conflictos, sería un aporte importante para mejorar la seguridad de la Ciudad (sin olvidar que para ello sería indispensable el traspaso de las competencias penales o, como aclaró Baldomar, "la devolución de esas competencias).

"Poder Judicial – Actualidad Legislativa", fue la temática del tercer y último panel. De los convocados, el diputado Juan Manuel Olmos (FpV) no participó y ocupó su silla el legislador Sebastián Gramajo (FpV). Representando a sus respectivos bloques estuvieron presentes: la presidenta de la comisión de Justicia, Ivana Centanaro (FpV), Helio Rebot (FpV), Alejandro Rabinovich (ARI) y Diego Santilli (CpC). Con la urgencia de concurrir a compromisos posteriores, iniciaron la exposición, Rebot y Rabinovich; el primero remarcó tres puntos en el trabajo legislativo, un régimen jubilatorio del Poder Judicial local que iguale a los magistrados nacionales, la implementación de los traspasos de competencias penales y las reformas a las leyes 7 y 1903. Por su parte Ravinovich señaló que, "en el area de justicia todos llevamos la misma agenda" y planteó su postura al considerar que "es necesario dotar al Ministerio Público de mayor autonomía y avanzar en el código procesal juvenil". Con un ayuda memoria bien detallado, Gramajo inició su descripción sumando la necesidad de plantear un debate serio sobre el tema de la Caja de Seguridad Social de Abogados (CASSABA), y luego coincidiendo con las líneas antes expuestas. Centanaro con rapidez y brevedad señaló el compromiso legislativo para ampliar los juzgados en lo Contencioso Administrativo y Tributario (por el gran número de ejecuciones fiscales) y los Contravencionales y de Faltas (por el aumento de competencias), y también la urgencia de crear los tribunales vecinales con competencia en derecho de consumo. Santilli, casi disculpándose por no ser gente del derecho, sino de la economía, se atrevió a verle el lado financiero a la problemática judicial y comentó: "Hay un conflicto jurisdiccional con la Nación, el traslado de competencias debe ir de la mano con las partidas presupuestarias".

Cuando todos esperaban que las puertas se abrieran y que ingresara el actual jefe de Gobierno porteño, solo dieron paso a varios fotógrafos y un gran número de concurrentes que eligieron salir a fumar en lugar de escuchar las propuestas legislativas.

"Tuvo que permanecer en su despacho y se disculpa por no poder asistir", explicó Zbar en su nombre.

Santiago De Estrada, tampoco estuvo presente y ningún legislador participó de la clausura debido a su rápida partida de la soberbia aula magna (tal vez incómodos por la posible presencia de Telerman… tal vez por compromisos contraidos).

La presidenta del Consejo de la Magistratura de la Ciudad, Carla Cavaliere, fue la primera oradora en el acto de cierre y recalcó que desde la institución que ella preside, están trabajando para lograr "un modelo de gestión, compuesto de una justicia con autonomía plena y transparente de cara a la ciudadanía". El broche de oro lo puso el presidente del Tribunal Superior de Justicia, José Casás, quien -poniéndose de pie debido a la incomodidad que su abultado vientre le provocaba, y con el micrófono en mano- hizo uso de su oratoria simple, entretenida y efectiva. "Nosotros somos porteños, porque vivimos en el puerto. Tuvimos ambiciones en el pasado de gobernar todo el país, y ahora lo único que pedimos es que nos dejen gobernarnos a nosotros mismos", dijo con firmeza. Y agregó: "La sociedad está percibiendo a la justicia como un sector privilegiado -con 45 días de vacaciones, jornadas reducidas y sueldos abultados-, debemos seducir al vecino para que reclame una justicia de los porteños para los porteños; no para servirnos, sino para servir", finalizó con el aplauso más sincero de la concurrencia, en su mayoría jueces, fiscales, defensores y asesores tutelares que esperaban con anhelo el final cuando ya pasaban de las ocho de la noche.

Y la espera valió la pena para todos aquellos que desde las tres de la tarde, y después de una jornada laboral, pasaron a compartir del denominado "Vino de Honor" entre la gente de las leyes, pero para el vulgo un bien servido copetín.

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