Con una deuda de alrededor de $100.000.000, la obra social del gremio municipal de la ciudad de Buenos Aires será intervenida por Aníbal Ibarra.
Una ley de la anterior Legislatura sancionada horas antes de que asumiera Ibarra la jefatura de gobierno, del 6 de agosto de 2000, permitió al ex IMOS, ahora Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires, licuar parte del rojo que mantenía en la caja, con un plazo de un año para normalizar la institución.
Los aportes de los 250.000 afiliados se aumentaron en un punto y otro punto paga el gobierno porteño, de acuerdo a la ley que además determinó la creación de un directorio con representación del gremio y del ejecutivo, pero caduca ahora la existencia de esa mesa y la deuda sigue manteniéndose.
La idea es que los directores presenten su renuncia y en su lugar asuma la conducción una comisión normalizadora de solo dos miembros: uno en representación del gremio y otro del gobierno de la ciudad.
Si bien la actual conducción colegiada logró normalizar la atención en oncología y la provisión de medicamentos para el SIDA, el pago de $2.500.000 mensuales al Banco de la Ciudad y al Francés, complica la contabilidad de la OSCBA.
