"Mi intención no era armar un escándalo", se defendió el vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Cristian Caram, refiriéndose a los incidentes generados por una denuncia que él mismo formuló este jueves durante la sesión parlamentaria, lo que malogró el tratamiento de los proyectos y sembró variadas controversias.
Mientras los legisladores se prestaban a votar una ley para establecer la obligatoriedad de la enseñanza media, promovida por el secretario de Educación porteño Daniel Filmus, Cristian Caram denunció que en la Auditoría General de la Ciudad fueron nombrados 280 empleados en planta permanente sin concurso previo. Esto generó el estallido -con insultos incluidos- de los empleados de la repartición denunciada, que se encontraban en el recinto observando la sesión. Una interna del radicalismo en la que se vió perjudicado Caram, dijeron fuentes partidarias, habría desatado la ira del diputado, quien terminó asediado por los cánticos de los trabajadores de la Auditoría.
"Aún no habíamos empezado a tratar la ley", alegó Caram este viernes en el programa radial que conduce Nancy Pazos por Rivadavia. "La íbamos a tratar enseguida, pero ahora quedó para el día martes", dijo el legislador, quien integra el Bloque de la UCR en la Legislatura.
El vicepresidente primero del Parlamento porteño volvió a denunciar que "en el conjunto del Colegio de Auditores, donde hay representantes de varios partidos, decidieron de un plumazo pasar a planta permanente a más de 270 personas". Caram fundamentó que "se trata de una decisión increíble desde el punto de vista ético y, además, absolutamente inconstitucional e ilegal desde el punto de vista jurídico".
Asimismo, el diputado reafirmó que "lo que de ningún modo puede ser, no porque lo diga yo, sino porque lo dice la Constitución, es que cualquier incorporación a la planta permanente requiere un proceso de concurso público y abierto", sostuvo.
Caram le atribuyó uno de los motivos del estupor vividos el jueves a que casi nadie sabía lo del nombramiento de los 280 empleados. "Lo tenían casi oculto", afirmó. Esto generó la reacción de los empleados presentes, agregó el legislador.
En la Auditoría hay siete auditores, de los cuales dos responden al radicalisamo, dos al justicialismo, dos al Frepaso y uno al belicismo. "Los 7 votaron esto, por unanimidad", sentenció Caram, quien agregó que en el contexto del "que se vayan todos" que se vive en el país, "dejar atornilladas para toda la vida a 270 personas en un organismo, así, de un plumazo, es inconcebible", disparó.
Por último, el vicepresidente primero de la Legislatura informó que ayer mismo presentó en ese cuerpo un proyecto para que sea tratado sobre tablas, "aunque, bueno, el escandalete desarmó la reunión, la dejó sin quórum", se sinceró Caram, quien confirmó que fue convocada una sesión especial para este martes "porque no queremos demorar un tema tan trascendente como el de la obligatoriedad para la enseñanza media".