“Con los chalecos patentados simulan que hacen algo”

“Con los chalecos patentados simulan que hacen algo”

A propósito de la potencial imposición del uso de chaleco y casco patentados a los motociclistas por decreto, NU habló con motociclistas y expertos de tránsito para comprender el meollo del problema.


El hartazgo por la delincuencia en la vía pública y el desconocimiento del mundo motociclista puede llevar a un mal juicio de la problemática.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich; el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y la gobernadora de la Provincia, María Eugenia Vidal salieron a explicar sus razones para modificar la Ley de Tránsito (24449). Por eso, Noticias Urbanas dialogó con motociclistas y expertos de tránsito.

Debido a la falta de apoyo que el oficialismo encontró en este proyecto que, en realidad, ya había sido implementado y fracasado durante la gestión de Daniel Scioli en la Provincia, el Gobierno podría dictar el Decreto 171 para su implementación obligatoria.

Los motociclistas no sólo apuntan a que este decreto es inconstitucional, sino que dan de baja este proyecto oficial que busca que los motociclistas usen casco y chaleco patentado y les prohíbe que dos hombres viajen en la misma moto, a fin de combatir a los “motochorros”.

Laura Moyano es motociclista y lucha por los derechos de su comunidad desde el 2014, cuando el kirchnerismo intentó ponerles las mismas condiciones y restricciones, y menciona que este Decreto que podría dictar la gobernadora Vidal es, en principio, “inconstitucional”. Y así, enumera sus argumentos: “Para empezar, el casco es un elemento de seguridad, homologado. Esto quiere decir que no puede ser alterado. Estudios y pruebas de distintos organismos reconocidos mundialmente así lo acreditan, tal como lo hace la Agencia Nacional de Seguridad Vial, creada por Ley 26363; o IRAM en su norma 3621 apartado 6 .1.2 inciso J lo dice claramente: no se pueden pintar o adherir nada”.

En cuanto al chaleco, Moyano argumentó que este ítem también desobedece a normas ya establecidas que marcan que la vestimenta de los motociclistas deben ir ajustadas al cuerpo. “La mayoría de todas las camperas que se fabrican en Argentina tienen reflectivos porque aducen que sino no se nos ve, por lo que un chaleco con reflectivo a las 10 de la mañana no sirve de nada. Este chaleco es un elemento que puede causar accidentes, porque lo lleva el acompañante. Éste flamea y se puede enganchar en un espejo o en una rama, tira al acompañante y automáticamente tira al conductor con la moto, por lo que en términos de seguridad vial no funciona. También tenemos otro método de seguridad que es el chaleco y camperas con airbag, pero desde ya que si le ponemos ese chaleco con la patente encima, no funciona”.

Según estadísticas extraoficiales, “de 7 millones y medio de usuarios de motovehículos aproximadamente, tenemos mil delincuentes en moto que en realidad por una cuestión de ineficiencia de los controles del Estado no pueden dar con ellos. Acá tenemos un problema a contrareloj, que es estos delincuentes quedan libres a las dos horas una vez que se les retira el motovehículo”. Y, en la Provincia, “del 100% de robos, el 23% es el que se realizaría en moto”. Por lo tanto, Moyano redondeó en que “esta medida del Gobierno es ineficaz, ineficiente, y estamos más convencidos cada día que es para hacer ver que se hace algo. Es imposible no poder detener a mil delincuentes en moto y querer etiquetar a 7 millones y medio. Por eso sostenemos que esto sin controles no funciona y con controles no sería necesario”.

Tratamiento en Legislatura porteña

Este lunes a las 15 se debatió en la Legislatura el proyecto 920 que le da un tratamiento diferenciado a la compactación de motos, lo cual Laura Moyano indicó que también es parte de su lucha, tildándolo como otro pretexto que se une a la causa: “Cuatro motos ocupan el lugar de un auto, ¿por qué no compactan los autos?”.
Asimismo, también se discutirá el Proyecto 921 (implementación de chalecos y cascos patentados y restricción de acompañante), impulsado por el legislador Daniel Presti (Pro).

Moyano explicó que para encontrar apoyo para enfrentar esta modificación de la Ley de Tránsito (24449) tocó “todas las puertas de todos los partidos”, aunque sólo encontró la respuesta de Sergio Abrevaya del Partido GEN, y la izquierda.

“A medida que en nuestras marchas fueron cada vez más multitudinarias se acercaron diferentes partidos políticos, entre ellos el radicalismo y el FpV, lo cual es una dicotomía porque fueron los que nos enchaquetaron en el 2014. Ellos probaron y vieron que no funcionó, y más allá de la conveniencia política que puede llegar o no a haber, si nos apoyan, son nuestros aliados, todos”, expuso Moyano y puntualizó en que encontraron un “hermetismo total” por parte del Pro porteño.

Inseguridad y sexismo

Entre otros puntos que causan la reticencia de los motociclistas se destacan otros puntos que también fueron parte del debate de esta jornada en el Palacio legislativo.

El primero fue enumerado por Bahía González, quien es motoquera desde hace años y comparte esa pasión en viajes con su familia.

“Lejos de combatir la inseguridad, el usar chalecos y cascos con el dominio del motovehículo no va a reducir el número de delitos, sino que nos expone. Hoy día nos matan para robarnos nuestras motos, sin importar cilindrada, profesión o estrato social, si a eso le agregamos que a partir de que entre en vigencia dichas reformas nos van a tener que sustraer también nuestros cascos  y chalecos, lo cual indica que habrá episodios aún más violentos de los que ya se viven a diario”, mencionó la motociclista merlense.

Y agregó: “Además, cuando una moto es robada la policía le quita importancia al hecho y dan muchísimas vueltas antes de tomarte la denuncia; mientras tanto delincuentes están usando tu moto, tu casco, tu chaleco y tu identidad para seguir delinquiendo. Cansados estamos de ver cómo los controles dejan pasar motos sin luces, sin patente, con dos o más personas a bordo, sin casco y hasta en algunos casos con sus armas a la vista”.

Completando la línea de Bahía González, otro compañero de la comunidad de motoqueros, Ariel Ferreyra, puntuó otra problemática que le afecta de lleno en su vida personal: “Dicen también que no podrán andar dos masculinos en la misma moto, lo cual es una locura. Yo ando con mi hijo y viajo con él, ¿y ahora me van a decir que yo no puedo viajar más con mi hijo porque ambos somos hombres?”, cuestionó e incurrió también que hay muchas parejas homosexuales que viajan juntos, “¿no es una discriminación que ahora tengan que viajar por separado?”. “Prohibir esto es una cuestión que roza lo sexista”, coincidió González.

Finalmente, Jota Leonetti, periodista especializado en información de tránsito contó a NU su visión, fuera de la subjetividad de los motoqueros, aduciendo que: “Es extraño cómo Nación impulsa ahora medidas que ya están vigentes en la Provincia de Buenos Aires desde 2014, bajo la administración de Daniel Scioli. Desde la cuestión de prevención vial hay que recordarle a los funcionarios que el casco previene 67% de las lesiones cerebrales y reduce en un 36% las posibilidades de muerte, pero esto es efectivo cuando el casco es del tamaño adecuado y está bien sujeto. El casco es personal, relacionarlo con el vehículo es un grave error de seguridad”.

“De todas formas, con sólo recorrer las calles del Gran Buenos Aires, es fácil detectar que la medida no se cumple, no hay controles y sobre todo, tristemente, no ha logrado reducir en nada la inseguridad en el conurbano. Qué interesante sería que los funcionarios de Seguridad se dediquen a combatir la inseguridad y dejen de exigir y complicar a los buenos vecinos con pedidos que no logran nada, ¿o acaso también bajó el robo de autos desde que existe el grabado de autopartes?”.

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