¿Hay lugar para un tercer candidato presidencial que rompa con la polarización de Macri y Cristina? Mientras la pregunta que desvela al círculo rojo de la política y los encuestadores sigue sin encontrar respuesta, o al menos no una única y definitiva, la alianza mejor posicionada para ocupar ese espacio acaba de dar un paso importante. Fue días atrás, cuando el grupo Alternativa Federal amplió su mesa de referentes. Lo que había nacido en septiembre como una mesa de cuatro peronistas (Sergio Massa, Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Miguel Pichetto), sumó siete gobernadores, uno de ellos de origen radical.
Así, la alternativa quedó con once referentes de peso: el cuarteto original más los mandatarios de Entre Ríos, Gustavo Bordet; Chubut, Mariano Arcioni; La Rioja, Sergio Casas; Chaco, Domingo Peppo; Tierra del Fuego, Rosana Bertone; Tucumán, Juan Manzur, y Misiones, Hugo Passalacqua.
Párrafos especiales para los últimos dos.
Manzur, que viene ganando espacio a los codazos dentro del partido, sobre todo envalentonado por su triunfo en 2017, cuando la mayoría del peronismo perdió, se anotó en este espacio pero dio un paso previo sugestivo. El mismo día en que se juntó Alternativa Federal, él se pegó una vuelta por el PJ oficial y se fotografió con su presidente, el exgobernador sanjuanino José Luis Gioja. Luego se reunió con Massa, para seguir mostrándose como un aglutinador.
Passalacqua es el único no peronista del espacio. Es radical y responde a Maurice Closs, antecesor y actual senador. Pertenecen al Frente Renovador de la Concordia, que supo ser furioso kirchnerista. Ahora se pegaron a este armado, pero sin despotricar con fiereza contra Cristina.
Justamente la relación con la expresidenta sigue siendo el eje que más polémicas y diferencias genera en el espacio. En el documento de la última reunión, a Macri y su gobierno lo sacudieron con nombre y apellido. Respecto a la expresidenta, solo se habló de una propuesta que no mire al pasado. Y allí enseguida aparecieron las diferencias públicas: Urtubey dijo a los periodistas que compartir unas PASO con Cristina sería defraudar a la sociedad. Schiaretti también es duro con la expresidenta. Massa, en cambio, resulta más gaseoso. Y está el mencionado Manzur, pidiendo unidad. ¿Con o sin Cristina?
En buena parte de las posturas incide la cuestión local. La mayoría de estos gobernadores buscará su reelección en comicios separados de la elección nacional. Y en su tierra quieren sumar también los votos kirchneristas. Eso explica el silencio de algunos. En el caso de Schiaretti, el antikirchnerismo sigue tan latente que provoca lo contrario: casi que lo obliga a salir a cuestionar a la expresidenta.
Respecto a los próximos pasos de Alternativa Federal, hay tres más o menos visibles: un nuevo interbloque, una nueva foto ampliada y la disputa por el sello del PJ.
Nuevo interbloque: la idea es juntar fuerzas, sobre todo en diputados, donde están separados el interbloque del peronismo federal con el del massismo. También hay algunos diputados sueltos que se podrían sumar. En caso de llegar a buen puerto, aglutinarían a unos 50 legisladores, nada despreciable para una Cámara baja sin mayorías.
Nueva foto ampliada: en este caso, respecto a los gobernadores, se abren dos caminos. Dentro del PJ ya no queda mucho por sumar. Se mencionan al sanjuanino Sergio Uñac, la catamarqueña Lucía Corpacci y el pampeano Carlos Verna. Los otros son K más definidos: el puntano Alberto Rodríguez Saá, el formoseño Gildo Insfrán y la santacruceña Alicia Kirchner. Pero, por otro lado, se apunta a mandatarios externos, como Passalacqua. En la mira entran el neuquino Omar Gutiérrez, el rionegrino Alberto Weretilneck y, acaso más complicado, el santafesino Miguel Lifschitz.
El sello del PJ: en paralelo, algunos referentes de Alternativa Federal dejaron trascender la intención de dar pelea por la estructura formal del partido. Aunque la histórica Lista 2 del PJ dejó de existir y cada vez se consolida más la volatilidad y transversalidad del voto, es una herramienta electoral con algún plus. Por lo pronto, económico. Actualmente, el partido es comandado por figuras más cercanas al kirchnerismo, como Gioja y Daniel Scioli. Pero la jueza Servini de Cubría debe controlar –según le encomendó la Cámara Electoral cuando volteó la intervención que había ungido a Luis Barrionuevo– que los papeles del PJ se pongan en orden. En ese escenario es que algunos “alternativos” quieren colarse.
Por último, el talón de Aquiles de la nueva construcción política. Más allá de cómo se fue ampliando el espacio, con un número de gobernadores que no puede imitar ningún competidor –ni el kirchnerismo ni Cambiemos–, hasta ahora no parece surgir o levantar ninguna figura dentro de Alternativa Federal que acapare la atención del votante común. Hace meses, y esto no ha variado, que Massa sigue siendo el mejor posicionado, pero ronda los diez puntos de intención de voto para presidente, lejos de los 30 que suelen rondar Macri y Cristina. Urtubey viene abajo, pero lejos. Pichetto y Schiaretti caen directamente en el rubro “otros”.
A favor de todos, algunas encuestas vienen mostrando cierto hartazgo con la grieta y mayor predisposición a votar una tercera alternativa. Será desafío de este peronismo tuneado lograr captar esa demanda. No pueden dormirse. Falta menos de un año para la elección.