“Daer aprovecha su cargo para amenazar a jueces y funcionarios”

“Daer aprovecha su cargo para amenazar a jueces y funcionarios”

Marcelo Peretta, secretario general del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, en diálogo con NU, habló sobre los juicios laborales, el Momo Venegas y criticó a la CGT.


El Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (Safyb) es una entidad gremial relativamente nueva, que surgió en 2005 para hacer frente a una situación que había cambiado: tanto el farmacéutico como el bioquímico, en general, habían dejado de ser los dueños de sus lugares de trabajo y se habían convertido en empleados, ya sea de grandes cadenas de farmacias o de megalaboratorios. Su secretario general –y uno de sus fundadores–, Marcelo Peretta, aceptó la entrevista con Noticias Urbanas para hablar sobre la situación de la CGT y, también, acerca de varias cuestiones ligadas con la política, el desempeño del Gobierno y los derechos de los trabajadores.

La nota se realizó el martes, 48 horas antes del Día del Bioquímico, que se festeja este jueves 15 de junio, justo cuando esta edición sale a la calle. “Lo celebramos exponiendo nuestro papel ante la sociedad. Queremos que la gente reconozca a su bioquímico y lo consulte sobre sus análisis clínicos y diagnósticos”, afirma Peretta, quien egresó en 1988 como farmacéutico de la Universidad Nacional de Córdoba, se recibió de magíster en Ciencias Farmacéuticas y Bioquímicas en esa misma casa de estudios cinco años después y, en 2007, obtuvo el título de doctor en Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.

Políticamente, Peretta está alineado con el líder de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), Gerónimo “Momo” Venegas, sindicalista afín al Gobierno nacional, quien, semanas atrás, calificó a la conducción actual de la CGT como un “mamarracho” y reclamó que volviera a tener un solo secretario general.

 

–¿Usted qué opina de la situación de la central obrera?

–Hoy hay tres CGT en una, con tres miradas diferentes, incompatibles entre sí. Cada una responde a un “jefe” diferente. Especulan políticamente, pero no lograron nada aún en beneficio del trabajador. El estatuto de la CGT, como el de cualquier organización sindical, establece que existe un Consejo Directivo con un secretario general a cargo, lo que asegura claridad y previsibilidad en las acciones y decisiones. Debe convocarse a un nuevo congreso normalizador respetando el estatuto.

 

–¿Cree que la CGT está tomada por el massismo, como denuncian algunos?

–La CGT está confundida, los miembros del triunvirato juegan la personal en el massismo o el randazzismo; cambian de espacio político y fuerzan a la central obrera a jugar según sus necesidades personales, cuando debería ser lo inverso. Uno de ellos, Héctor Daer, aprovecha su cargo para robar afiliados a otros gremios y amenazar a jueces y funcionarios para que resuelvan en su favor y en perjuicio de los sindicatos chicos. A nosotros pretende quitarnos a los bioquímicos, un atropello, porque este tipo de trabajador tiene un interés diferenciado. Por actitudes como las de Daer, la sociedad tiene una imagen negativa de los sindicalistas y el Presidente habla de mafias sindicales.

 

–¿Cómo ve el futuro de la economía para lo que queda del año y para el resto del mandato presidencial?

–La inflación baja y eso es lo que más ayuda a recuperar el poder adquisitivo del salario. De nada sirve cerrar una paritaria de 37 por ciento si la inflación termina en 41 por ciento, como en 2016; prefiero firmar una paritaria del 25 por ciento y que la inflación sea del 23 por ciento, como probablemente ocurra en 2017. La economía mejorará en 2018.

 

–¿Qué opina de la avanzada verbal del presidente Macri contra los juicios laborales?

–Los juicios laborales deben proteger al más débil, o sea, al trabajador. Si se quiere reducir la litigiosidad, el empleador debe invertir en su trabajador y respetarlo humana y técnicamente, de lo contrario la relación terminará en juicio. Algunos empleadores se quejan por las sentencias favorables al trabajador sin darse cuenta de que son ellos mismos quienes las provocan cuando desoyen los legítimos reclamos y derechos de sus empleados.

 

–¿Y cuál es su postura sobre la decisión del Ministerio de Desarrollo Social de suprimir las pensiones por invalidez en casos que no sean de “extrema indigencia”, a partir de un decreto de 1997?

–Los beneficios estatales deben otorgarse contra el cumplimiento efectivo de todos los requisitos. Si alguien se beneficia sin cumplir su obligación, otro se perjudicará perdiendo su derecho. El dinero público debe distribuirse criteriosamente.

 

–Como farmacéutico ¿está de acuerdo con la sanción de la ley que permitió el uso de marihuana con fines medicinales?

–La marihuana medicinal, como su nombre indica, es un medicamento con probados efectos beneficiosos para tratar epilepsia infantil, náuseas y dolor oncológico, entre otros problemas de salud. Por lo tanto, es correcta su legalización. Pero debe distribuirse solamente en farmacias, bajo el consejo y supervisión de un farmacéutico, para evitar el mal uso y abuso.

 

–Su sindicato es relativamente nuevo, ¿en qué les mejoró las condiciones al farmacéutico y al bioquímico?

–Cuando nos constituimos en 2005, el 93 por ciento de los profesionales farmacéuticos y bioquímicos percibía su pago en negro, con monotributo. Hoy solo el 50 por ciento del total percibe su pago a través de este mecanismo irregular, y es creciente la registración laboral del trabajador profesional en su convenio específico (CCT 691/14), con su escala salarial y beneficios. Al trabajador le damos protección y seguridad frente al avance del empleador agrupado en cadenas de farmacia y megalaboratorios.

 

–En abril de este año, su sindicato inauguró la sede de su obra social, ¿cómo se dio el proceso que culminó con esta apertura?

–Como sindicato joven, estamos orgullosos de haber dado todos los pasos que exige la ley: primero, en 2005, obtuvimos la inscripción gremial; luego, en 2010, la personería gremial; en 2011 suscribimos nuestro convenio colectivo de trabajo, y ahora, en 2017, obtuvimos el “Registro Nacional de Obra Social 1-2850-8 de la Osfyb – Obra Social de Farmacéuticos y Bioquímicos” para darles salud a nuestros trabajadores y a sus familias. Era contradictorio darles prestación a las demás obras sociales de todas las actividades y no tener la propia. Ahora los expertos en medicamentos y análisis tienen su propia atención de salud.

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