Halperin: “Chocobar no es un buen ejemplo, es un mal policía”

Halperin: “Chocobar no es un buen ejemplo, es un mal policía”

Las doctrinas tienen que estar basadas en leyes, y las leyes no cambiaron. Por ahora, un ladrón tiene que ir preso y la pena de muerte no es aplicable en la Argentina”, dijo el futuro reemplazante de Pérez Volpinh.

Leandro Halperin

La muerte de Débora Pérez Volpin generó una vacante en el bloque de Evolución en la Legislatura porteña. Leandro Halperin tiene muchas chances de ocupar ese lugar, pero la sucesión aún no está definida por un enredo legal. Halperin debería ser el indicado si se toma en cuenta el orden de la boleta electoral, según establece el Código Nacional Electoral en caso de fallecimiento de un legislador. Sin embargo, Bárbara Bonelli también podría sentarse en esa banca. ¿Cómo? En diciembre pasado se aprobó la Ley 27.412, que establece la paridad de género. Esa norma modificó el Código Nacional Electoral que estaba vigente cuando se armaron las listas. De considerarse la nueva legislación, el reemplazo de Pérez Volpin debería ser una persona del mismo sexo. “No hemos hablado nada. Es un momento de mucha congoja y tristeza. Tanto Barbie como yo estamos preparados para asumir”, afirma Halperín, abogado especialista en temas carcelarios, en diálogo con Noticias Urbanas.

–¿Hay un debate interno en Evolución sobre quién debe asumir la banca?

–No hemos hablado sobre esta situación en el espacio. Tanto Barbie como yo estamos preparados para ocupar el espacio que nos toque. No sé cuándo habrá una definición sobre ese tema. Es un momento de mucha congoja y tristeza. Las ideas y la agenda que Débora llevaba adelante son las mismas que yo voy a llevar adelante.

–¿Qué temas incluiría su agenda?

–Nosotros tenemos un diagnóstico sobre cuáles son los principales problemas de la Ciudad y dónde están las causas de esos problemas. La falta o el deterioro de la calidad educativa, la salud y seguridad son la consecuencia de la forma desigual en que se distribuyen los recursos en la Ciudad. La lucha por la igualdad de oportunidades para todos es la agenda principal que tiene el frente, y es la mía también, por mi trayectoria.

–¿Tendrá una postura de oposición dialoguista o una visión más aguda sobre la gestión?

–Nuestra actitud es la misma de siempre. Nuestro compartimiento en la Legislatura y en otros ámbitos está fundado en nuestras ideas. Está claro qué representa Evolución en la Ciudad. Concebimos que en los problemas más potentes hay que generar acuerdos porque las políticas que se conciben para resolverlos tienen que ser estables, no pueden cambiar de un día para el otro. En temas como la seguridad, estamos dispuestos a buscar esos acuerdos. Y hemos dado muestras de eso. Es un tiempo para construir, hay que dejar atrás un pasado de blancos y negros y construir una sociedad multicolor, donde todos tienen algo que aportar.

–¿Horacio Rodríguez Larreta está bajando el gasto público, como pide Mauricio Macri?

–Una de las críticas que hacemos a la gestión tiene que ver con la forma en que se distribuyen los recursos. Por ejemplo, la desigualdad en materia de salud y educación en la zona sur de la Ciudad, que es una prioridad para nosotros. Lo que decimos es que hay que establecer cuáles son las prioridades y reasignar el presupuesto en la Ciudad en función de eso. Eso también tiene que ser fruto de acuerdos sólidos que digan cuáles son esas prioridades. Hoy pareciera que no lo tenemos claro. Hay que invertir en los lugares en donde hay mayores urgencias.

–¿Cuál es su postura frente al decreto del Presidente contra el nepotismo?

–El nepotismo es un problema que va mucho más allá de un ministro o un presidente. Como gesto es sano que la política se repiense. La transparencia en el ingreso a la administración pública tiene que ser un requisito indudable a la hora de gestionar el Estado. Ese ejemplo tiene que ser seguido por el resto de las administraciones, pero sin demagogia. La transparencia en el acceso a la información pública como derecho y la rendición de cuentas de los funcionarios son un control al nepotismo. En algunos casos es perverso el nombramiento de familiares; en otros, pienso que no y que podrían estar tranquilamente. A veces hay personas muy valiosas que merecen estar en el Estado.

–¿Las medidas del Pro para combatir la inseguridad en la Ciudad son efectivas?

–Es un tema donde en la Ciudad el oficialismo y la oposición pudimos gestar un acuerdo. El sistema integral de seguridad pública fue aprobado en diciembre pasado por Evolución, el justicialismo, la CC y el oficialismo. Hay un consenso muy claro en torno de las bases legales sobre las cuales la Ciudad debe edificar ese sistema de seguridad pública que nos permita vivir mejor y sin miedo. No pensamos todos igual, pero hemos podido construir un acuerdo con matices.  Con mucho esfuerzo, la Ciudad está construyendo una política de Estado a favor de la seguridad ciudadana, algo inédito.

–Respecto del caso Chocobar. ¿Está de acuerdo con este cambio de “doctrina”? Patricia Bullrich dijo que antes los policías siempre eran culpables en un enfrentamiento.

–En general, cuando la inseguridad nos sacude, la política tiene una reacción espasmódica. Esta reacción está forjada en el miedo del espasmo colectivo, pero también de las situaciones que vemos, como la de este policía y el turista apuñalado. Todo eso nos causa miedo porque nos enteramos de lo que pasa. El delito es hoy un flagelo en la Ciudad. La reacción es mala porque llega después de que ocurren las cosas. En seguridad, cuando llegamos tarde, ya fracasamos. El Estado debe tener políticas que le permitan anticiparse. Una forma de anticiparse sería hacer más seguras zonas como La Boca, de donde la policía se retiró sin aviso previo. Otro problema es qué policías tenemos. Chocobar es consecuencia de las malas policías del Conurbano, que fueron creadas como consecuencia de la necesidad electoral del justicialismo. Tenemos personas que no están preparadas para ser policías. Y otro tema es cómo tratamos a los buenos policías. Se usa el ejemplo de Chocobar, que no es un buen ejemplo. Chocobar es un mal policía que, en el mejor de los casos, no quiso matar y mató. A lo mejor podía ser guardia de seguridad privada en un boliche, pero no podía tener un arma en representación de la sociedad. Las doctrinas tienen que estar basadas en leyes, y las leyes no cambiaron. Por ahora, un ladrón tiene que ir preso y la pena de muerte no es aplicable en la Argentina.

–¿Se apresuró Macri al recibir a Chocobar? ¿No debería haber esperado una decisión de la Justicia?

–No me corresponde a mí juzgar si un gesto político es apresurado o no. Sí me corresponde buscar acuerdos, ser actor en la búsqueda de acuerdos sólidos, para que una situación que alarma no haga virar a la sociedad de forma espasmódica hacia lugares que no conducen a ningún lado. Con el endurecimiento de las leyes y la policía no nos fue nada bien.

–¿En 2019 se podrá constituir Cambiemos en la Ciudad?

–El objetivo del partido es poder constituir Cambiemos también en la Ciudad. El radicalismo integra Cambiemos a nivel nacional y creemos que hay que generar las condiciones para hacerlo en el distrito porteño. Coincidimos con el jefe de Gobierno en que hay que generar las condiciones para hacerlo. Hay que trabajar para eso. Hay que tener en claro que Cambiemos es una necesidad –todavía hoy– forjada por la gente para terminar un sistema político que provocó un daño a la sociedad. La Ciudad dejó ese pasado atrás hace muchos años. Por suerte, y como consecuencia también del esfuerzo de la ciudadanía, el kirchnerismo no es un riesgo o alternativa política de gobierno. Lo que viene es una evolución del cambio. En la Ciudad, no tengo dudas de que lo que viene es mucho mejor que lo que hay hoy.

 

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