El G20, la magia para renovar el aire enrarecido de la Casa Rosada

El G20, la magia para renovar el aire enrarecido de la Casa Rosada

Desde la Cancillería destacaron a NU que se trata de “un evento sin precedentes en la historia argentina”.

Mauricio Macri, en el G20

El Gobierno apuesta a la Cumbre de Líderes del G20 para revertir su imagen en el mundo: la agenda internacional, piensan, podría descomprimir la mirada externa sobre la economía y dar un paso hacia la conquista de una confianza que hoy, pese a la “inserción inteligente” promovida por la Casa Rosada y la Cancillería, no ha alcanzado para domar a los mercados. 

Con los principales líderes mundiales en Buenos Aires, la Argentina concluirá en los primeros días de diciembre su Presidencia al frente del G20, con la expectativa de reafirmar su liderazgo y profundizar las relaciones con las principales potencias. “Forma parte de nuestra política exterior de inserción inteligente con el mundo. El G20 nos excede como país, porque su objetivo es proveer de soluciones y políticas públicas a problemas mundiales. Sabíamos que asumir la responsabilidad de la Presidencia formaba parte de esa inserción y sigue valiendo esa línea, más allá de la coyuntura”, señalaba un funcionario que trabaja día a día sobre la organización.

Desde la Cancillería destacaron a NU que se trata de “un evento sin precedentes en la historia argentina”, por ser la primera vez que se realiza en el país. Según reconstruyó NU, dentro del Gobierno consideran que la crisis económica no afectará el normal desarrollo del encuentro y ya está en marcha el diseño de un operativo de seguridad que intentará que la protesta social, creciente por estos días, no alcance al predio de Costa Salguero, donde el mundo pondrá su mirada durante esos tres días.

El Consejo de Seguridad, que integran las carteras de Patricia Bullrich y de Oscar Aguad, junto con representantes de las fuerzas armadas y de seguridad nacional, se reúne todas las semanas para avanzar en los detalles del importante operativo, que involucrará al menos a 14.500 agentes de seguridad para velar por la seguridad de los líderes, pero también por administrar la protesta social por esos días.

En diálogo con NU, un integrante de la Unidad G20 que funciona en el CCK confirmó que en los próximos días se revelarán nuevos aspectos relacionados a la seguridad de los mandatarios, aunque destacaron la cooperación internacional brindada durante breves viajes a Buenos Aires y durante los viajes a China, los Estados Unidos y Alemania por algunos de los miembros del Consejo.

Costa Salguero, un predio de 30 mil metros cuadrados, le ganó la pulseada a otros, como Tecnópolis y La Rural, precisamente porque cumplía con los requisitos consensuados con el resto de los países para velar por la seguridad de los líderes y por su cercanía con el Aeroparque Jorge Newbery, que funcionará exclusivamente por esos días para las aeronaves oficiales. La medida afectará también a los aeropuertos de San Fernando, El Palomar y Morón, según se anunció oficialmente.

Esta semana, el Presidente encabezó un encuentro con los think tank que colaboran con su Presidencia del G20. En su breve discurso de apertura del Think 20 (T20, el grupo de afinidad del G20 que representa a la comunidad académica), Mauricio Macri evitó alusiones directas a la realidad económica argentina y se centró en evocaciones a la confianza del resto del mundo hacia las transformaciones que viene impulsando su administración, uno de los ejes que suele repetir a la hora de encabezar actividades de la agenda exterior.

Tampoco les habló a los mercados y mucho menos a los argentinos, como se le reprochó en las semanas que transcurrieron en medio de los vaivenes del dólar y que culminaron con los cambios en el gabinete. Una alusión al consenso sintonizó con los deseos de Madame Lagarde, con quien la Argentina negocia nuevas condiciones. Sin embargo, Macri habló de “construir consensos”, aunque sin alusiones directas a las negociaciones con la oposición por el Presupuesto para 2019.

“Es clave que enviemos un mensaje contundente de que todos somos capaces de construir consensos que nos permitan impulsar acciones colectivas, y que además somos capaces de llevarlas adelante”, sostuvo. Esta vez, frente a los representantes de los principales think tank del mundo, optaba por la austeridad de sus palabras y por poner el acento exclusivamente en la agenda que la Argentina le viene imprimiendo a su Presidencia del G20, con vistas a la Cumbre de Líderes que reunirá a finales de noviembre en Buenos Aires a los principales mandatarios del mundo.

En su último discurso público, algunos esperaban que el libreto apuntara directamente a la coyuntura, pero el ámbito no daba para tanto. Ante los principales think tank del mundo, Macri eligió oxigenarse un poco y no correrse de uno de los ejes que muy pocos pueden cuestionarle: el de un líder mundial que ha cosechado buenas relaciones con el mundo, en parte por el trabajo primero la excanciller Susana Malcorra y luego de Jorge Faurie, siempre con Fulvio Pompeo, el secretario de Asuntos Estratégicos de la Jefatura de Gabinete, a quien algunos califican como el “canciller en las sombras” de Cambiemos.

En Casa Rosada tachan los días, porque consideran que la Cumbre de finales de noviembre y principios de diciembre hará visible el trabajo diplomático que constituyó a la Argentina en la Presidencia del G20, que tiene por delante la organización de un encuentro al que asistirían desde Donald Trump (Estados Unidos) y Vladímir Putin (Rusia) hasta Angela Merkel (Alemania) y Xi Jinping (China), pasando por Shinzō Abe (Japón), Theresa May (Gran Bretaña) y Emmanuel Macron (Francia), entre otros. “Como saben, el espíritu que guía nuestra presidencia es la construcción de consenso, y quiero detenerme especialmente en este punto. Lo que queremos es demostrar que nuestra mirada del siglo XXI puede actuar como un puente en la diversidad, poniendo siempre las necesidades de la gente en el primer plano”, añadió el primer mandatario durante la apertura de la cumbre del Think 20.

“Todo este ejercicio es construir entre todos un futuro mejor para nuestra gente. Tenemos que darles respuestas y soluciones a las personas que quieren desatar todo su potencial, que quieren beneficiarse de la revolución tecnológica, que quieren un mundo mejor para sus hijos”, señaló Macri, al recibir el paquete de recomendaciones elaboradas por el T20 para el documento que deberán tratar los líderes mundiales a fin de año. La entrega formal estuvo a cargo de los dos principales think tanks nacionales, el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), que le entregaron al mandatario más de ochenta documentos que compilan el trabajo de los expertos de 150 think tanks de 60 países del mundo durante un año.

El encuentro en el CCK se extendió durante dos días, con la participación de más de mil especialistas de los principales think tanks del mundo, autoridades gubernamentales y representantes de organizaciones internacionales y de la comunidad empresarial, que presenciaron al día siguiente el cierre de la jornadas a cargo de un fortalecido Marcos Peña, uno de los que entiende sobre los beneficios de la agenda internacional de la Argentina para un año al que no le sobraron buenas noticias.

Antes de su llegada al Pro, el jefe de Gabinete había trabajado justamente en Cippec y también en Poder Ciudadano, dos de las ONG que han nutrido de cuadros técnicos y políticas públicas al Gobierno de Cambiemos. Incluso, hace unos meses y en el medio de la crisis cambiaria, buena parte del gabinete nacional participó de la cena anual del Cippec, aunque este año no fuera de la partida el primer mandatario, como lo fuera el año anterior. Al cerrar el encuentro de dos días, Peña, en cambio, sí eligió hacer alusiones a la economía y la protección social.

“Tenemos la convicción de que la estabilidad macroeconómica es un prerrequisito para la equidad social, y esto no ha sido históricamente así”, sostuvo.

“Nuestros problemas son autoinfligidos y lo bueno de eso es que podemos solucionarlos”, añadió, para luego adentrarse a en las razones que derivaron en la actual crisis económica, por la que la administración nacional decidió recurrir al FMI. “Es la primera vez en nuestra historia que enfrentamos una crisis económica y que la vamos a pasar con las mismas reglas con las que entramos en ella. Tener un marco institucional es clave para el desarrollo a largo plazo y nuestra integración con el mundo”, afirmó, y concluyó: “La estamos transitando con una inversión muy alta en la protección social, cuidando a los más vulnerables de la sociedad, con una importante inversión en el desarrollo social. Creemos que estamos en el sendero correcto para resolver esto de un modo estructural, con un enfoque muy transparente y honesto”.

Además, Peña autocongratuló a Cambiemos por haber impulsado una agenda con perspectiva de género, pese a que no hay ni una sola alusión directa a esta política pública en el Presupuesto para el próximo año. Además, recordó que el Congreso debatió “hasta la controversia” la legalización del aborto.

Otro de los que aprovechó su contacto con los principales think tank del mundo fue el ministro Nicolás Dujovne, que esta semana está negociando los últimos detalles de la rediscusión de los términos del préstamo de 50 mil millones de dólares otorgados en junio, en el medio de la tormenta cambiaria por la rediscusión de los términos del préstamo en modalidad stand by que solicitó la Argentina. Hasta ahora, ninguna voz oficial confirmó ni desmintió la posibilidad de que el país le solicite al FMI un nuevo desembolso, y las negociaciones, que se llevan adelante en Buenos Aires entre la delegación encabezada por el italiano Roberto Cardarelli y funcionarios nacionales, se mantienen en absoluta reserva.

El ministro de Hacienda, al dejar inaugurada la segunda jornada de trabajo en el CCK, insistió sobre la necesidad de alcanzar un “equilibrio fiscal” en el corto plazo. Sostuvo que el Presupuesto de 2019 contempla “equilibrio fiscal primario” y anticipó que “en dos o tres años” la Argentina llegará a un “equilibrio fiscal global”. Además, ya sintonizando la agenda del foro, expresó que los “problemas globales requieren soluciones globales” y que las recomendaciones de los think tank son “muy importantes” y “cobran más relevancia” para poder integrar la economía en el mundo.

“El T20 transforma ideas en recomendaciones de políticas públicas” y así “su tarea nos permite hacer un mejor uso del conocimiento”, sostuvo Dujovne, que solo permanece al frente del Palacio de Hacienda por milagro. Ocurre que, para aceptar su cargo, Carlos Melconian puso como única condición que Peña fuera expulsado del gabinete nacional. Hoy por hoy, un imposible.

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