“Estamos cerca de lograr los consensos para que se apruebe el Código Electoral”

“Estamos cerca de lograr los consensos para que se apruebe el Código Electoral”

En un reportaje con NU, el legislador Diego Marías habló de los códigos Electoral y Contravencional y de UniCABA. Para el Electoral se necesitan votos de la oposición.


El legislador Diego Marías tiene mucho trabajo. El presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales se encuentra trabajando en temas que el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, considera claves para su gestión: el Código Electoral, UniCABA y el Código Contravencional. Tres cuestiones que el oficialismo pretende aprobar este año en la Legislatura.

En este reportaje con Noticias Urbanas habló de estos tres temas y adelantó sobre el Código Electoral: “La discusión va a estar lo suficientemente madura como para que este código pueda tener tratamiento en el mes de septiembre”.

–¿En qué momento se encuentra el debate del Código Electoral?

–Venimos de varios meses de discusión, que han sido muy ricos en la Legislatura porque han abarcado a todo el arco político. El tema nos obliga a dialogar con absolutamente todos los legisladores, porque son reglas de juego que importan e impactan en todos los partidos políticos. Si bien saldrá con equis cantidad de votos, lo cierto es que al final del día son las reglas de juego con las que se van a manejar y administrar todos los partidos políticos desde que este código obtenga sanción, con lo cual es importante la voz y opinión de todos los actores de esta Legislatura. En este sentido, estamos en la recta final de esta discusión, que llevó unos cinco meses de debate muy intenso. Hemos tenido al menos cinco reuniones en el ámbito de asesores de la comisión; hemos tenido cuatro o cinco en el nivel de legisladores; tres en el nivel de la Comisión de Reforma Política. Vamos a estar convocando a una nueva reunión de asesores, y la siguiente, seguramente, a una nueva reunión de legisladores, con lo cual tuvimos más de una docena de reuniones. Algunas han durado más de tres horas y media, por ejemplo, y hemos contado con diferentes actores que nos han visitado y han dado su punto de vista en los temas que abarca a la discusión, como la tecnología, paridad, observancia, cómo se constituye el instituto de gestión electoral o la Justicia electoral. Y a veces nos encontramos hablando del mismo tema más de una vez, porque siempre surgen dudas, preguntas, nuevas miradas, que por supuesto quiero y debo atender.

–¿El oficialismo de Vamos Juntos piensa negociar con la oposición para lograr los 40 votos necesarios para su aprobación? ¿Hay algún plazo estipulado para su tratamiento en el recinto?

–Sí, la idea que yo tengo es que la discusión va a estar lo suficientemente madura como para que este código pueda tener tratamiento en el mes de septiembre. Es a lo que estamos apuntando, aunque habrá que ver el momento preciso y tener en cuenta la agenda legislativa general. Con respecto a cómo estamos conversando con la oposición, creo que el Código cuenta con una base de sustento muy importante. Es cierto que es una ley especial que requiere de 40 votos, y yo creo que estamos muy cerca de lograr ese consenso porque nos hemos ido poniendo de acuerdo con algunos actores. Gran parte de esta Legislatura, con sus miradas y matices, ha logrado una base de consenso lo suficientemente amplia y consistente como para creer que estamos muy cerca de tener los votos para que pueda ser aprobado.

–¿Sigue siendo prioridad que la elección sea unificada? ¿Es verdad que Evolución quiere que esto no sea así, y que el peronismo cuestiona el voto electrónico?

–Si es prioridad que el jefe de Gobierno tenga la posibilidad de la convocatoria desdoblada o unificada, sí, es una prioridad absoluta de este Código y es uno de esos temas en los que nos mantenemos prácticamente inamovibles. Casi todos los bloques entienden la necesidad de que el jefe de Gobierno tenga esta prerrogativa, no por capricho o especulación política, sino porque de las 24 provincias que tiene la Argentina, salvo en dos, y en este caso la Ciudad de Buenos Aires, sus gobernadores tienen la posibilidad de llamar a elecciones cuando lo estimen pertinente, y creo que nadie discute que eso tiene que ver con una mayor autonomía e independencia del distrito, ya que se entiende cuándo es el momento oportuno en que esa elección debe ser convocada, con los plazos, recaudos y límites que cada norma establece. Es cierto que el bloque Evolución ha presentado el código y que con otra mirada entiende que la elección debe mantenerse en el estado actual, donde la Ciudad debe ir siempre desdoblada o separada de la elección nacional. Nosotros creemos que la autonomía se consigue con la postura contraria, y la mayoría de los bloques también. En el aspecto de la tecnología son muy diversas las opiniones que hay porque no hay una sola solución y hay diferentes experiencias. Las experiencias en el mundo arrojan datos que nos abren interrogantes y que nos hacen pensar y repensar cómo implementar un sistema más transparente y moderno. Todas las opiniones son respetables y creo que la fórmula que el código propone actualmente es priorizar la tecnología, lo cual es adecuado y correcto. En cambio, otros bloques creen en la normativa que nos rige actualmente, que es la ley que se votó en 2013 (la 4.894), que habla de boleta única y que después propone el uso eventual de la tecnología.

–Todo indica que, a pesar de ciertos cuestionamientos, hay buen diálogo con la oposición.

–Quiero reconocer que los buenos resultados que está arrojando la discusión por el código tienen que ver con que ha habido una generosa disposición de casi todos los legisladores de esta casa, que se han interiorizado en el tema, que se han sentado y me han dado muy buenos puntos de vista. De hecho, muchos de esos puntos de vista están condensados en el proyecto final del código. No quiero dejar de mencionar también el equipo que hemos desarrollado con el ministro de Gobierno de la Ciudad, Bruno Screnci, y sus colaboradores. Ha sido un trabajo de absoluta comunión entre el Ejecutivo y esta Legislatura.

 

–En el caso de los cambios en el Código Contravencional, ¿el tema más polémico es el de los trapitos?

–Un Código Contravencional es una suerte de compendio y de normas y reglas que rigen la vida ciudadana. Todos vivimos y transitamos en una Ciudad altamente poblada (es, de hecho, una de las más pobladas del mundo) y necesitamos tener normas que nos permitan convivir. El código, además, tiene perspectiva de género, que creo que es interesante, y es una vuelta de tuerca por lo menos ingeniosa porque parte de las cosas que se sufren o padecen en la vía pública. Muchas veces ese padecimiento cobra más relevancia en la figura de la mujer, que muchas veces tienen menos herramientas para defenderse, de alguna manera, de quien la agrede. Y esta mirada de género, que es más conceptual, va en protección de quienes necesitan más tutela y ayuda del Estado. Y en este sentido, aparecen algunos institutos interesantes: los cuidacoches, los limpiavirdrios. La contravención de los limpiavidrios es novedosa, porque es un punto que se introduce ahora en el código. También se introduce lo que tiene que ver con la difusión y el tráfico de imágenes con contenido íntimo a través de redes y tecnología.

–¿La idea de los trapitos y limpiavidrios sigue respondiendo a la idea del Pro de prohibirlos?

–Sí. En el caso de los cuidacoches no solo se sanciona su servicio en la vía pública, sino que además ahora se agrega la oferta de esa actividad, y se amplía no solo a lo que tiene que ver con el cuidado del coche sino con los servicios de estacionamiento, maniobra, cuidado, etcétera, con agravantes que están también en la norma. Y en el caso de los limpiavidrios, se prohíben porque muchas veces se abalanzan sobre los coches y las personas, en especial tal vez las mujeres. No tienen mucho lugar a respuesta, no te preguntan. Y ahí hay un ejercicio de violencia. No digo que todos los casos sean así, pero sucede mucho, y ante esto hay una suerte de desprotección de quien lo sufre. El sentido que debe primar acá no es el de la represión o prohibición de la actividad, sino la necesidad de su regulación. En otros países y ciudades esto funciona de otra manera, regulada, y funciona bien. Son individuos que están en las calles debidamente identificados, con chalecos, que están registrados, que tienen beneficios sociales y el Estado sabe quiénes son. Y terminan siendo, a partir de su regulación, oficios o trabajos como cualquier otro. Hay que ir en esa línea, no hablar de que prohibimos o cancelamos a quienes ejercen este oficio. Además, entiendo que en este contexto económico y social mucha gente encuentra en estos oficios la única manera de subsistencia. Me parece que hay que atender esta situación. Ahora, me parece que el camino no es la prohibición por la prohibición, sino la regulación y registración, intentando darles más dignidad a estos oficios.

–En el proyecto original que presentó el Pro hace unos años se hablaba de prohibición, ¿podemos ahora entonces hablar de regulación?

–El Código los prohíbe siempre y cuando no tengan autorización, es lo que yo leo ahí. Hoy no la hay, pero el día de mañana podríamos registrar y regular la actividad, y esa autorización podría darla el Gobierno de la Ciudad.

–¿En qué situación se encuentra el proyecto de UniCABA? ¿Es prioridad para el Gobierno aprobarlo este año? ¿Se pueden hacer las concesiones pedidas por la oposición?

–Este es un tema dinámico, en el sentido de que se está discutiendo desde que ingresó en la Legislatura, más allá de las reuniones formales que ocurrieron en el ámbito de la Comisión de Educación, algunas más álgidas que otras. La realidad es que el diálogo ha sido incesante. Estamos vislumbrando la posibilidad de que el proyecto pueda ser mejorado o adaptado si hay mejores ideas. Este es un oficialismo que escucha y que no especula con si están o no los votos para que la ley sea una realidad. Nos interesa que el consenso y las diferentes miradas que pueda tener el proyecto puedan ser tenidos en cuenta. La posibilidad que estamos vislumbrando es que el proyecto original adquiera algún tipo de cauce diferente, donde podamos ampliarlo. Hay conversaciones con por lo menos dos o tres bloques en este sentido, donde los estamos instando a que nos traigan mejores ideas y propuestas. No queremos imponer un proyecto por la fuerza ni queremos imponer nuestro criterio pensando que es el único posible. Hemos inaugurado una discusión porque entendemos que lo que hace a la formación docente en la Ciudad de Buenos Aires merece ser revisado, se puede mejorar. Se puede reconfigurar una oferta. Tenemos muchas razones por las que creemos que el ámbito universitario va a generar condiciones donde podamos jerarquizar la carrera y darles más herramientas a nuestros formadores de docentes y lograr que la carrera sea mucho más atractiva de lo que es hoy. En ese sentido, creo que lo que debemos pensar es cómo podemos lograr una comunión de ideas y conceptos. No desmerezcamos, no cancelemos y no desconozcamos la importancia y necesidad que tenemos como Ciudad y gestión de tener nuestra primera universidad en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, que esté enfocada en nada más ni nada menos que la formación docente, con todo lo que eso implica. No hay que olvidarse de que en muchos casos hay una oferta centenaria de institutos, que habrá que ver cada uno, pero que hay que considerarlos. No creo que la existencia de una cosa implique la desaparición de la otra. Hay que ver cómo podemos tener una mejor oferta en términos de formación docente que no relegue ni a unos ni a otros, pero que al mismo tiempo haya un sinceramiento, y que comprendamos que hace falta reconfigurar esta oferta para que sea más moderna y que cumpla con estándares y requisitos que nos demanda el mundo moderno en términos de trabajos y oficios.

–Entonces, ¿es prioridad que se apruebe este año?

–Sí, el Ejecutivo ha planteado que la universidad, más allá de la denominación que encuentre y cómo termine siendo, sea más amplia que la que hoy está en discusión. La intención es que la discusión se lleve a las bancas en este segundo semestre, con intenciones de que sea ley este año. Pero vamos a votar todas las instancias de discusión, como digo siempre, en esta Legislatura, porque es de esos proyectos, como lo es el Código Electoral, salvando las distancias y los temas, que necesariamente requieren de algún nivel de consenso importante para que después se encuentre no solo legalidad sino legitimidad en la sociedad.

Qué se dice del tema...