En un primer momento, Donald Trump había pedido US$5.700 millones, pero los demócratas no aprobaron su presupuesto. El Presidente declaró un cierre parcial del Gobierno (que se convirtió en el más largo de la historia de USA).
El muro en la frontera entre Estados Unidos y México fue una de las más polémicas promesas de campaña de Donald Trump. Luego de dos años de mandato, aún no lo ha podido construir, pero tampoco piensa renunciar a él.
Finalmente, los opositores al mandatario republicano aceptaron destinar un fondo de US$1.300 millones para garantizar la seguridad fronteriza a través de elementos como barreras físicas.
Este jueves (14/2) la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, confirmó que Donald Trump firmará el presupuesto negociado entre los republicanos y demócratas y que planea decretar el estado de emergencia nacional. De esta manera, podría disponer del dinero reservado para “catástrofes naturales” para construir el muro.
La declaración de estado de emergencia da “poderes especiales” al presidente, que podría evitar los procesos políticos habituales. El Gobierno justifica la medida argumentando que hay que detener “crisis humanitaria y de seguridad nacional en la frontera”. Sin embargo, hay quienes dudan de que la situación en la frontera sur de EE.UU. constituya realmente una emergencia.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, sugirió que los demócratas desafiarán legalmente al presidente en caso de que declare finalmente la emergencia. “Declarar una emergencia nacional sería un acto sin ley, un grave abuso del poder de la presidencia y un intento desesperado de distraer el hecho de que el presidente Trump rompió su promesa central de que México pague por el muro”, dijeron.
“El presidente una vez más está cumpliendo su promesa de construir el muro, proteger la frontera y asegurar a nuestro gran país”, dijo Sanders luego de comunicar las decisiones de Trump al respecto.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, manifestó su apoyo a la medida y dijo que el presidente actuaría con “cualquier herramienta legal para mejorar sus esfuerzos para asegurar la frontera”. Otros republicanos, sin embargo, creen que la medida podría sentar un “precedente peligoso”.
