Cambiemos busca quedarse con todo

Cambiemos busca quedarse con todo

El modelo 2019 de Macri, Vidal, Peña y compañía prevé la consolidación de una coalición más grande y homogénea.


Si en su primera etapa Cambiemos hizo de la diversidad en minoría parte de su fortaleza, o al menos así lo vende en público, para el bis imagina un zarpazo para buscar mayor hegemonía. A la vieja usanza política. El modelo 2019 de Mauricio Macri, María Eugenia Vidal, Marcos Peña y compañía prevé la consolidación de una coalición más grande y homogénea. Todo dependerá, claro, de los resultados electorales. El plan ya está en marcha y tiene tres ejes claros.

Si bien apenas asumió evitó hablar del tema para no parecerse a la media de la dirigencia, al poco tiempo Macri admitió que su plan era con reelección. Como en Boca y la Ciudad, sus escuelitas previas al desembarco en la Rosada. ¿La justificación? La necesidad de dar una señal clara de que el cambio viene en serio y que para hacerlo en serio se necesitan dos períodos.

Por decantación, enseguida se dio por cerrada la decisión de que sus dos mejores alumnos, Horacio Rodríguez Larreta y Vidal (quienes tarde o temprano dirimirán su propia interna por la presidencia), también intentarán repetir. Lo mismo que el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, uno de los radicales que más admira Macri, acaso por su estilo peronista para ejercer el poder.

Los otros dos mandatarios provinciales oficialistas no jugarán su apellido en 2019. El radical Gustavo Valdés fue electo en 2017 en Corrientes, provincia que tiene desfasado su calendario por una vieja intervención. Y el jefe de la UCR, Alfredo Cornejo, comanda una de las dos provincias que no prevén reelección para sus mandatarios: Mendoza. La otra es Santa Fe.

Pero más allá de los distritos propios, que el oficialismo espera retener, en Cambiemos se ilusionan con duplicar la cantidad de provincias propias. Pasar de cinco a diez. ¿Cuáles consideran ganables? Entre Ríos, Santa Cruz, Santa Fe y Neuquén, lugares donde ganó ampliamente en las legislativas de 2017. Las otras a las que apunta, también basándose en los últimos resultados, son provincias donde perdió por poco, como Chubut o La Pampa.

Hay otros casos particulares, donde ganó bien, como Córdoba, pero que encienden una alerta. Allí, se descuenta que el peronista Juan Schiaretti irá por la reelección con comicios separados de las nacionales. Y la fortaleza del PJ local hace dudar sobre las reales chances de triunfo de Cambiemos. De todos modos, ya hay cuatro precandidatos lanzados allí: los radicales Mario Negri y Ramón Mestre, el macrista Héctor Baldassi (que encabezó y triunfó en 2017) y el independiente Luis Juez.

Con una lógica parecida a la nacional, en Cambiemos confían en que pueden avanzar en la provincia más grande y sensible del país: Buenos Aires. Básicamente, porque mientras se consolida la imagen de su gobernadora, María Eugenia Vidal, como la dirigente política mejor ponderada del país, la oposición peronista es un conglomerado sin forma. ¿Quién se atreverá a competir contra la estrella del Pro? ¿Sergio Massa? ¿Florencio Randazzo? ¿Felipe Solá? ¿Algún intendente como Martín Insaurralde? Todos, al menos hasta hoy, aparecen a años luz de la mandataria.

Esa fortaleza, sacan cuentas en Cambiemos, puede ser la locomotora ideal para arrastrar a los candidatos a jefes comunales de los municipios. Los números gruesos, ya conocidos: el oficialismo tiene 69 de los 135 partidos bonaerenses. En 2017 ganó en 101, y ese es el número apuntado.

En cuanto al conurbano, hoy gobierna un puñado de partidos: Vicente López, San Isidro, Tres de Febrero, Lanús, Quilmes y Pilar. Siempre teniendo en cuenta el resultado de las legislativas, en el macrismo vaticinan posibles triunfos en Hurlingham, San Martín, Ituzaingó, San Fernando y Tigre, entre otros.

A su modo, el oficialismo avanza en su plan para copar el GBA. Se descuenta que los intendentes que ya gobiernan buscarán la reelección, y para los nuevos, el Pro lanzó una particular escuelita de gestión, por donde deberán pasar los que quieran ser candidatos por el espacio. Desde el actor Segundo Cernadas, que peleará en Tigre, hasta el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro.

 De primera minoría a mayoría en Diputados y el Senado

El Congreso es el lugar donde más se tuvo que ver la muñeca negociadora del Gobierno nacional. En el arranque, con una alianza con Sergio Massa y sus 30 y pico de diputados. Luego, con el grupo de legisladores que responden a los gobernadores en las cámaras baja y alta y se aglutinan bajo el nombre de Argentina Federal.

El año pasado, el oficialismo consiguió un primer avance: en ambas cámaras quedó como primera minoría y supera el tercio de los integrantes, una proporción clave para evitar movidas opositoras que requieran los dos tercios (las más sensibles).

Ahora, la idea del Gobierno es ampliarse y llegar o acercarse a las mayorías. En Diputados, hoy cuenta con 108 integrantes: debería sumar 21 para alcanzar los mágicos 129. En el Senado tiene 25, a 12 de los 37 que garantizan el cuórum propio. Este último caso parece casi imposible. Se renovarán 24 bancas en ocho provincias: Chaco, Capital Federal, Entre Ríos, Neuquén, Salta, Santiago del Estero, Río Negro y Tierra del Fuego. Los cálculos más optimistas hablan de sumar nueve a los 25 actuales. Quedarían en 34, a tres de la mayoría.

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