ARA San Juan: “Los mandaron a morir”

ARA San Juan: “Los mandaron a morir”

Lo aseguró en una entrevista Luis Tagliapietra, padre del teniente de corbeta Alejandro Tagliapietra y querellante en la causa.


A tres meses de la desaparición del submarino ARA San Juan, un testimonio revelador pone de manifiesto una supuesta maniobra del Gobierno Nacional: “Los mandaron a matar”, aseguró en una entrevista al medio Infobae Luis Tagliapietra es padre del teniente de corbeta –promoción 142– Alejandro Tagliapietra y al mismo tiempo, dada su condición de abogado penalista, querellante en la causa caratulada “averiguación de ilícito”, que lleva adelante la jueza federal de Caleta Olivia Marta Yañez.

Por su parte, los familiares de los tripulantes del submarino se quejaron por la manera en que la Armada les informa las novedades en la búsqueda y exigieron la presencia del jefe de la fuerza en la Base Naval de Mar del Plata.

A continuación, la entrevista completa a Alejandro Tagliapietra:

-¿Cómo vivió la decisión de su hijo Alejandro de ser Oficial de la Armada Argentina?

–A los 11 o 12 años, estaba aún en el primario, me manifestó que quería ir al Liceo Naval. Cuestiones económicas me lo hicieron imposible y apareció la opción del Liceo Militar. Ingresó y siempre se destacó en todas las actividades. Luego se preparó para el ingreso a la Escuela Naval Militar, donde entraron 500 y quedaron 60. Una vez en la Escuela de Oficiales eligió la especialidad submarinos y yo respeté su decisión. Fue de mis 4 hijos, el más parecido a mí, el más ‘loquito’ al que le gustaban todos los deportes y la aventura. Soy antisistema y anti instituciones, pero estoy orgulloso del camino que eligió. Se rompió el alma para llegar.

-¿Cuándo tomó conocimiento de la pérdida de contacto con el ARA San Juan?

–El 16 por la noche, la Armada llamó a la mamá de Alejandro primero y luego a mí. Me dijeron que me avisaban para que no me enterara por los medios. Me quedé tranquilo porque me explicaron que era un tema de comunicaciones. Me llamaban dos o tres veces al día con muy buenas formas. Luego comenzaron con el tema de las averías y todo lo demás, y la cosa comenzó a cambiar.

-¿Qué balance hace de su relación con la Armada Argentina en estos 90 días?

–Cuando comencé a sentir que la Armada nos estaba mintiendo o al menos que no nos estaba contando todo, decidí aprovechar mi condición de abogado con matricula federal para presentarme como querellante. Invité a otras familias a sumarse y hoy represento a 11 tripulantes del submarino.

Consideré que había que preservar documentación porque había gato encerrado.

 

-¿La Armada se guardó información?

–En algunos casos puntuales eso fue bien notorio, no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta. Un claro ejemplo es la famosa última comunicación donde se habla de una avería -que no es menor y es muy delicada- y el propio jefe de prensa de la Armada nos dice que a él se lo informan recién el fin de semana. Me pregunto ¿cómo puede ser que semejante novedad no se nos hubiera contado en el mismo momento en que se produjo? La noticia se publicó primero en este medio. Mucho antes que se nos informara oficialmente. Lo mismo pasó con la lista de comunicaciones satelitales, las mismas se mantuvieron ocultas hasta que la empresa Texacom dio a conocer el listado de llamadas.

 

-Sumaron más angustia a la que ya vivían…

-Pasaron cosas muy feas, entre ellas las noticias falsas que comenzaron a proliferar. Un análisis posterior nos llevó a la conclusión de que eran todas maniobras de inteligencia que operaron sobre algunos medios para embarrar la cancha. No sabemos bien porqué. Analizando todos los partes de prensa oficiales y todos los datos que surgían de otros lados… todo es una enorme bolsa de gatos. No sabemos por qué nos siguen ocultando cosas. En Mar del Plata le faltan el respeto a los familiares, no porque los traten mal sino por las cosas que les hacen a la hora de informar. Necesitamos a la Armada en la búsqueda, pero es necesario que convoquemos a un equipo de expertos y replanteemos las áreas de la misma, porque claramente han fracasado.

-¿Conforma a los familiares que se haya puesto una recompensa de $ 100 millones?

–Es uno de los puntos que pedimos, curiosamente el último de todos. Pero faltan muchas cosas más, todo está en el petitorio. Los primeros días de búsqueda había más de 10 buques de la Armada, hoy hay solo dos.

-¿Por qué la Prefectura Naval quedó al margen de la búsqueda?

–Desde el primer día lo venimos pidiendo y siempre se nos respondió –tal vez para defenestrarla- que la Prefectura Naval no patrulla en alta mar, que solo se dedican a navegar hasta las 12 millas. Ahora resulta que hace un par de días nos enteramos que en un exitoso operativo la Prefectura capturó un pesquero español cerca de las 200 millas. Sin entrar en polémicas le pedimos al Presidente que convoque a la Prefectura Naval. Los familiares hemos gestionado una entrevista con la Ministra de Seguridad (Patricia Bullrich) para también comprometerla como jefa de la PNA a que la sume a la búsqueda. También pedimos por la incorporación de pesqueros y del moderno buque Víctor Angelescu.

-¿De la causa, hay elementos que lleven a sacar alguna conclusión primaria?

–El primer día que vi los documentos que ahora se han publicado aquí en Infobae, me largué a llorar. Cuando leí todas las fallas que le habían detectado al submarino (33 puntos) y que de ellos no le habían solucionado ninguno, cuando leí los pedidos del Capitán del submarino para que le reparen el buque, sentí que los mandaron a morir. Una cosa es que uno comenta un error, pero otra cosa es cometer un acto suicida porque hay un superior que te manda igual a navegar. Es un acto criminal.

-Por qué se mandó al submarino a navegar: ¿por negligencia? ¿por desidia?

–Por todo eso claramente. Tendría que meterme en la psiquis de muchas personas para ver porqué lo hicieron. Esto no cae sobre la cabeza de uno solo. Son varios los que pergeñaron esta misión sin tener en cuenta las consecuencias. No se comprende.

-¿Cómo ve plantada a la jueza y a la Justicia en general?

–Se está trabajando seriamente. Tanto el fiscal como la jueza como el secretario y yo mismo estamos aprendiendo. Todos estamos preguntando con humildad a distintas personas que nos pueden ilustrar sobre temas navales. En algún momento se va a convocar oficialmente a peritos especialistas, por ahora no los hay. Quiero saber la verdad, todo lo que pasó.

-¿Ha tenido contacto con los compañeros de su hijo? ¿Cuál es el clima interno en la Armada?

–Todos están destruidos, con bronca, con ganas de ayudar, de averiguar. Frustrados, decepcionados. No lo pueden decir abiertamente porque siguen perteneciendo a la fuerza, pero me lo dicen a mí. Sé de muchos muchachos que se han embarcado y no han dormido con la ilusión de encontrarlos. Acá no pasa por el personal medio de la Armada -el 90% del personal se ha desvivido por encontrarlos-, pero la cúpula y el poder político no ayudan.

Ahora nos encontramos con la novedad de que las familias que están en Mar del Plata no son informadas de las novedades, pasaron a ser el enemigo.

-¿Qué le pediría a las autoridades?

–Que los encuentren, que cumplan con lo que nos prometieron en el primer momento: agotar todos los recursos para encontrarlos. Luego veremos todo lo demás, pero lo primordial es poner todos los recursos para dar con el Submarino. No voy a descansar hasta que los podamos encontrar y averiguar la verdad.

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