Mientras que en la ciudad de Buenos Aires y el conurbarbano bonaerense la sensación térmica este viernes superó los 40º, más de 800.000 personas se quedaron sin suministro eléctrico debido a cortes masivos.
Según el ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, “resolver el problema nos va a llevar tiempo. Nuestro trabajo está puesto para que fines de 2017 haya un servicio superador. En dos años estamos en condiciones de lograr ese objetivo”.
Pero además, el funcionario del Gabinete de Mauricio Macri explicó que los cortes de este viernes estuvieron relacionados con la crecida de los ríos del litoral argentino, lo que produjo que lleguen camalotes al área metropolitana de Buenos Aires.
“La gran cantidad de camalotes que bajaron del Paraná y Uruguay generaron problemas en la toma de agua que se transforma en vapor para la generación eléctrica. Y eso provocó que se sacaran equipos de servicio. Cuando se quiso conectar, uno de esos turbovapores provocó un problema que disparó que la otra turbgeneradora saliera de servicio. El inicio del problema fueron los grandes bancos de camalotes que taparon la toma de agua que su usa para alimentar la central”, detalló el ministro.
El incidente provocó que, ante la ausencia de generación, se vuelva necesario desconectar en el momento pico 900 megawatts de potencia. Y el impacto fue mayor en los usuarios del sur del Gran Buenos Aires, señaló.
Aranguren explicó que las cuadrillas están abocadas a trabajar en las emergencias de suministro y evitó aclarar cuando la situación quede por completo saldada sin que haya nuevos cortes. De todas formas, anunció que la semana próxima se anunciará el nuevo cuadro tarifario.
